Google se pliega a la UE
La Comisión Europea podría multar con miles de millones de euros al buscador si no cesa en prácticas que dañan a la competencia
Han sido más de dos semanas, pero Google ya ha respondido a la Unión Europea. Joaquín Almunia, comisario europeo para la Competencia, había amenazado con una multa de miles de millones de euros si Google no modificaba cuatro puntos en su política de búsquedas y de publicidad relacionada. El lunes, las autoridades comunitarias recibieron una carta del presidente de la compañía, Eric Schmidt, en donde, supuestamente, aceptaba las exigencias de la UE, aunque no se ha revelado el contenido de la misiva.
"Hemos hecho una propuesta para hacer frente a las cuatro áreas que la Comisión Europea describe como de posibles problemas. Seguimos trabajando en cooperación con la Comisión", dijo el portavoz de Google Al Verney, que se negó a dar detalles.
Por su parte, el portavoz de Almunia, Antoine Colombani, se limitó a confirmar que el organismo de control de la UE había recibido la carta.
En el mes de mayo, después de una investigación de 18 meses y las denuncias de numerosas empresas, entre ellas Microsoft, Almunia identificó cuatro áreas en las que Google podría estar impidiendo la competencia gracias a su posición dominante en el campo de las búsquedas. Entre ellas se encuentran la exclusividad de contenidos, trabas para que el anunciante publique sus contenidos en otras plataformas, y además que contenidos de otras plataformas se los apropie Google sin permiso.
La coalición FairSearch, cuyos miembros incluyen a agencias de viajes online de Expedia y Google denunciantes y TripAdvisor entre otros, dijo que esperaba que las propuestas de Google se ocuparía de las cuestiones. Esta coalición critica la entrada de Google en el negocio de los buscadores especializados, como el de los viajes, así como prácticas de exclusividad con sus clientes.
Hace unas semanas, una portavoz de la compañía en España reconoció que las condiciones que había impuesto la Comisión Europea no eran difíciles de cumplir, aunque el plazo del tiempo qu la UE le había dado, debería poder alargarse.
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