Instagram, el éxito de compartir fotos
La aplicación para tratar y difundir imágenes en el móvil supera los 11 millones de registros en un año
"Compartir un instante de tu día con el mundo. ¿No es maravilloso?". A Kevin Systrom se le iluminan los ojos al decirlo mientras deambula iPhone en mano por la oficina de Instagram en San Francisco. No hay pérdida, son apenas 50 metros cuadrados, cinco empleados, dos sofás y una colección de cámaras polaroid alineadas en una estantería desvencijada.
Systrom, de 27 años, no ha necesitado mucho más para crear una de las start-ups más calientes del momento. Instagram, la aplicación en el iPhone para hacer fotos, tunearlas (personalizarlas) con filtros y compartirlas en Twitter, Facebook y otras redes sociales, ya tiene un año y supera los 11 millones de personas registradas, añade 1,2 millones al mes y procesa 15 fotos por segundo. Cifras de récord. "No fuimos la primera aplicación de retoque fotográfico ni la primera red social de fotos, pero sí fuimos los primeros en combinar ambas cosas", sonríe Systrom.
Luego señala más razones de la explosión. Por ejemplo: esmerarse en hacerlo rematadamente fácil, en eliminar botones innecesarios y florituras. Apuntar, disparar, resaltar con un filtro y listo para compartir. Así de simple. Lanzar poco después del iPhone 4, cuando todo el mundo ansiaba trastear con la nueva cámara de cinco megapíxeles, fue un acierto. Y hubo otro: mimar los detalles. "Dedicamos mucho tiempo a pequeñas cosas, como cargar muy rápido las fotos, el diseño, la tipografía... Creo que la gente lo acabó apreciando".
Pese a los méritos, el éxito de Instagram no se entiende sin Twitter. Systrom cursó ingeniería en Stanford y entró de becario en la start-up Odeo, creada por Evan Williams. Allí conoció a Biz Stone, Jack Dorsey y al germen de Twitter. Luego saltó a Google hasta que lo dejó todo por Instagram en octubre del año pasado. "Nos beneficiamos mucho del tirón de Twitter para dar a conocer el servicio. Pero todo se construye sobre los hombros de quienes ha llegado antes, es inevitable. Un 25% de la gente que captura una imagen con Instagram la comparte en Twitter", explica Kevin.
Jack Dorsey, creador de Twitter, acabó invirtiendo en la idea y el servicio recuerda mucho a la red de los 140 caracteres pero en fotos y sobre la marcha, desde el móvil. Sigues y te siguen, hay un "me gustas", dejas comentarios... Se ha convertido en una red social en sí misma. "Creo que este el motivo por el que la gente regresa, no por los filtros, sino porque aquí están sus amigos y una comunidad más amplia. Y porque nos encanta ver instantes de la vida de otros".
El pasado verano circuló por Internet un nuevo rumor, uno más: Facebook intentó comprar Instagram pero Systrom dijo no. "Ni confirmo ni desmiento", se ríe. Ahora se dice que Mark Zuckerberg, despechado, prepara un calco de Instagram en la aplicación móvil de Facebook. "Mmmm, quizás lo haga, pero no funcionaría. ¿Podrías compartir tus fotos de Facebook en Twitter? Complicado, no hay una integración plena entre ambos servicios", explica con mirada de manejar información privilegiada. Será la conexión Dorsey.
A Systrom tampoco le dan miedo las modas, que aterrice otra nueva aplicación y les borre de nuestra frágil memoria digital. "Es un problema al que nos enfrentamos todos. El tuit, por ejemplo, es un concepto nuevo e igual cambia, pero la fotografía no. La gente viene haciendo fotos desde hace siglos y seguirá. Eso sí, para permanecer relevante necesitas innovar".
La última actualización de Instagram se puede considerar un paso en esa dirección: más filtros y más funciones manteniendo la simplicidad. Y habrá más novedades. La más inmediata, la versión para Android. "No me puedo comprometer a una fecha, pero será muy pronto", asegura Systrom. Lo siguiente será la versión web para acceder desde el ordenador y, de paso, desde una tableta. Una aplicación específica para el iPad (o para Windows Mobile y BlackBerry) no está en la lista.
Systrom resopla igual que el jefe de Twitter cuando se le pregunta por los ingresos, otro parecido con el pajarito. "Instagram, tal y como la conocemos hoy, será siempre gratis. Quizás cobremos algún día por filtros adicionales o servicios extra, pero el negocio estará en la publicidad". Marcas como Burberry, MTV o Banana Republic ya han abierto cuenta. La clave a partir de ahora, asegura Kevin, será ofrecerles herramientas para anunciarse mejor. En otras palabras: se acaba Instagram sin publicidad.
La llegada del iPhone 4S, con cámara de ocho megapíxeles, dará un nuevo impulso a Instagram y a sus decenas de competidores. Pero Systrom se muestra tranquilo. "Siempre quise crear algo en torno a las fotos y todo el mundo me dijo que no iba a funcionar. ¿Seguro? Mira lo que ha pasado".
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