'Instagramers', adictos al retoque de fotos
Philippe González crea la comunidad de aficionados de esta aplicación para iPhone
El 16 de julio de 2010 Instagram, una de las aplicaciones sociales más exitosas, publicó, casi como una prueba, su primera foto. No tenía nada demasiado especial: un perro y una chancla en una imagen cuadrada, con aire vintage. Desde entonces han publicado más de 95 millones de fotografías. Los creadores, solo tres personas, tomaron una drástica decisión, solo funcionaría en iPhone. A pesar de las protestas de los usuarios de Android, sus deseos no son atendidos. A cambio, cuentan con sucedáneos que hacen una función de retoque parecida pero ninguna aplicación consigue el nivel de participación de la original.
A falta de un lugar para comunicarse dentro del propio servicio o ir más allá y verse las caras en el mundo real, los usuarios comenzaron a organizarse por su cuenta. Así nació Instagramers, una comunidad que, aunque lo parezca, no es oficial. Philippe González, español nacido Extremadura y criado en Francia, ya tenía experiencia en Internet. De hecho, se dedica a crear aplicaciones para móviles. Canal Cocina, disponible para iPhone y Android, es la que más satisfacciones le ha dado en lo profesional. "Llevamos más de 650.000 descargas".
En lo personal, Instagramers, que empezó como un simple blog con un dominio que milagrosamente estaba libre, es su pasión. "Creé la comunidad por mi afición a la fotografía, descubrí la aplicación y me pareció increíble que el dominio instagramers.com no lo tuviese nadie".
Sin saberlo acababa de crear el primer blog dedicado a una aplicación. Las cifras de Instagram son sorprendentes: se publican más de 860.000 fotos al día, tomadas por cinco millones de personas. Su popularidad es tal que el 5,2% de las imágenes que se publican en la red Twitter provienen de este servicio. Las de Instagramers no le van a la zaga: cuentan con más de 100 grupos, cada uno perteneciente a una ciudad, organizan encuentros en las mismas, pequeños concursos y cuenta con secciones fijas. Hay una entrevista a un instagramer destacado, se dan consejos y analiza otras aplicaciones que dan efectos a las fotos. "Hay dos ejemplos bastante buenos: Hipstamatic para iPhone y Burnt para Android", explica González.
Instagramers cuenta con grupos en Valencia, Madrid, Sevilla, Barcelona y Zaragoza. Cada semana nacen entre ocho y diez nuevos. Así se explica que Ámsterdam, Río de Janeiro, París y Estocolmo sean algunas de las comunidades más activas. Tanta popularidad le ha traido algún que otro disgusto. "Por ejemplo, me desactivaron la cuenta de Instagram creada con el perfil Instagramers. Me costó mucho contactar con ellos y explicarles lo que hacía. Cuando se percataron no solo me devolvieron la cuenta sino que me tienen al corriente de las últimas noticias. De alguna manera, mi blog es su enlace con la comunidad".
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