"Los 'blogs' deberían servir para promover el diálogo, no para quejarse"
El proyecto Rising Voices lucha por romper las fronteras que quedan en Internet: idioma, censura y brecha digital
Siempre se ha dicho que Internet no tiene fronteras, que la información fluye de manera libre. Si bien es cierto que la Red ha reducido las distancias, hay personas que consideran que todavía existen ciertos obstáculos que impiden a las distintas comunidades alcanzar una cooperación plena: el idioma, la censura y la brecha digital.
Una de esas personas es David Sasaki, responsable para Latinoamérica de la organización sin ánimo de lucro Rising Voices cuya misión desde hace casi un lustro es luchar para derribar esas barreras que separan a las distintas comunidades. Para cada una de esas fronteras que tiene Internet Rising Voices ofrece una receta; Sasaki las ha expuesto en una conferencia durante la Campus Party que se celebra estos días en Colombia y en una charla posterior con ELPAÍS.com.
La meta de esta organización surgida en la Universidad de Harvard es lograr sumar el mayor número de voces la a conversación global que cada día se produce en Internet. Así, la principal barrera que existe para poder lograr esa gran charla internacional es el idioma. Cualquier hispanohablante conocerá y leerá un determinado número de blogs en su lengua y quizá en alguna más, pero difícilmente podrá comprender lo que sucede en Malasia, China, India o el este de África salvo a través de los medios de comunicación tradicionales, más lentos y sujetos a una agenda que no siempre se corresponde con las inquietudes de los ciudadanos de esos países.
"En un mundo globalizado en el que las decisiones de gobiernos lejanos me influyen, es necesario conocer qué ocurre en esos lugares y qué buscan las personas que allí viven", explica Sasaki a una nutrida audiencia. Para favorecer esa comunicación nació el proyecto Global Voices , cuyo cometido es traducir a diferentes idiomas los mejores y más representativos blogs de cada comunidad, creando un blog de blogs accesible para todos... o para casi todos.
"Muchos bloggers nos critican porque no prestamos la suficiente atención a algunos países o regiones", se lamenta Sasaki para luego contraatacar: "Si vives allí o te interesa, ayúdanos; los blogs son una herramienta para promover el diálogo, no para quejarse".
Porque Rising Voice y sus diferentes proyectos no son más que una red mundial de voluntarios que dedica horas de su tiempo libre a localizar bitácoras y traducir a diferentes lenguas su contenido.
Censura y brecha digital
El idioma no es el único obstáculo que impide una conversación global. "El objetivo de un blog es contar lo que ocurre, influir y cambiar las políticas de un país", asegura Sasaki, "aunque difícilmente se puede hacer en países como China, Tailandia, Turquía, Egipto o Túnez, donde la censura impide, por ejemplo, el acceso a Wordpress", una de las plataformas para la creación de bitácoras más populares.
Rising Voices también quiere poner su granito de arena para, sino eliminar, denunciar casos de censura en todo el mundo. Para ello han creado un mapa de la censura en Internet centrado en las trabas que ponen los gobernantes a su idea de una gran conversación global.
Además, la página del proyecto de Sasaki ofrece información para crear un blog anónimo, sin que nadie pueda saber ni la dirección IP del que lo escribe o para acceder a portales como YouTube, cuyo contenido ha sido vetado en más de una ocasión en Turquía, Malasia o Brasil. "En Occidente hay quien utiliza el anonimato para insultar, difundir rumores o hacer comentarios racistas; pero en muchos lugares del mundo es la única manera de poder expresarse libremente", afirma Sasaki.
La tercera pata del proyecto Rising Voices está directamente relacionada con la brecha digital que separa no sólo a los países ricos de los pobres, sino a determinados colectivos dentro de un mismo país.
"El 90% de los blogs colombianos se escriben desde Bogotá y Medellín y, además, desde las zonas más ricas", explica Sasaki. Una nueva frontera de Internet que debe ser tirada abajo. ¿Cómo? "Convirtiendo las bibliotecas en centros que no sólo sirvan de almacén de conocimiento, sino para generarlo". Uno de esos proyectos comenzó en una zona marginal de Colombia, el barrio de La Loma en Medellín, pero se extiende ahora a otros países de la región, como Chile o Paraguay.
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