La película "Memorias de una geisha" burla la censura
La cintas pueden comprarse en China pirateadas
La película Sayuri basada en la novela estadounidense, "Memorias de una geisha", de Arthur Golden, ha conseguido burlar la censura china y se puede adquirir pirateada. La cinta, dirigida por Rob Marshall, viene precedida por las tensas relaciones Japón y en China que han protestado que los papeles protagonistas los encarnen actrices chinas que interpretan a geishas, un oficio eminentemente japonés. Aunque el Gobierno de Hu Jintao todavía no ha fijado la fecha de su estreno en China, la película ya se puede ver pirateada.
Las copias falsas de la adaptación cinematográfica de la novela de Arthur Golden se venden ya en tiendas de vídeo digital (DVD) de Pekín por el módico precio de un dólar (0,8 euros).
Se trata de una copia de pésima calidad de imagen en versión original en inglés y con subtítulos en mandarín de dudosa traducción, lo que indica que el plagio original pudo haberse realizado incluso en Estados Unidos tras su estreno en diciembre.
Gong Li, Michelle Yeoh y Zhang Ziyi, actrices chinas, son las principales estrellas en la película de Rob Marshall producida por Columbia Pictures-Sony y Steven Spielberg, todavía sin fecha de estreno en China, mientras en Hong Kong y Taiwán se estrenará este mismo mes.
"Es el colmo. Hay que combatir la piratería con mayor esfuerzo", declaró Li Chow, directora de Columbia Pictures en China.
"Se calcula que China cuenta con una capacidad de producción de 2.670 millones de copias al año de DVD, muy por encima de su demanda real", añadió Roberto de Vido, consultor de comunicaciones para Asia, para dar una idea de la situación.
En cuanto al original, los departamentos censores encargados de revisar los contenidos para el cine dieron su visto bueno en noviembre, a pesar de que la voz popular criticó con agresividad a la actriz Zhang por interpretar a una geisha (no así a Gong Li), un papel que puede hacerla valedora de un Oscar de Hollywood.
El 2005 ha sido el peor año de las relaciones entre Pekín y Tokio, históricos enemigos, por lo que la película estadounidense desató el fervor patriótico con ataques en internet a la joven Zhang Ziyi tras la aparición de unos fotogramas falsos en los que supuestamente aparecía desnuda bajo el actor nipón Ken Watanabe.
La piratería ha puesto en evidencia la falsedad del fotograma que dio pie a Pekín a retrasar el proceso de aprobación.
Estreno
El escándalo, la mala prensa contra Zhang en China y el atento cuidado que las autoridades prestan a la sensibilidad de su población aplazaron el estreno, previsto en principio para el 12 de enero, hasta una fecha indeterminada de febrero.
"El estreno se producirá en función de la situación mercado", señaló en diversas ocasiones un portavoz de la Administración china de Cine sin precisar una fecha, mientras el Ministerio de Exteriores aseguró que la cinta "no dañará los intercambios culturales con Japón".
Un periodista del diario "China Daily" explicó el surrealista proceso de censura que pasó la película en noviembre, cuando las autoridades pidieron a la productora algo inusual, que llevara a Pekín el original una vez que ya estaba aprobada la cinta.
El Gobierno sólo permite que unas 20 cintas extranjeras lleguen cada año a los cines y, sin embargo, éstas se hacen con un 45%, por lo que cada vez que hay un estreno local se producen casuales retrasos, nunca reconocidos oficialmente, en la aprobación de cintas foráneas.
Aunque la piratería, que supone más de un 80% de las pérdidas en el sector, permite que las obras no autorizadas, foráneas y locales, lleguen hasta los espectadores chinos sin problema y en versión original.
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