eBay y Skype: ¿pareja singular?
¿Qué buscará eBay con la compra de Skype? ¿Cómo afectará la operación a los sectores de telecomunicaciones y subastas online? Seguramente todos nos hicimos estas mismas preguntas cuando supimos que eBay había consumado la adquisición de Skype.
La primera pregunta tiene una respuesta relativamente fácil. Skype puede aportar mucha flexibilidad al negocio de subastas online de eBay. También favorecerá una mejor comunicación entre los compradores y vendedores que se dan cita en su portal y, en definitiva, dinamizará ―seguramente aumentará― las transacciones que allí tienen lugar. Por otro lado, y aunque eBay ya es el número uno de las subastas online en muchos territorios, ofrecer llamadas gratuitas entre sus clientes reforzará su liderazgo y acabará de debilitar a la competencia. Con todo ello, eBay podrá disfrutar de externalidades de red adicionales a las propias de la telefonía.
Pero no sólo eso. La compra de Skype también representa para eBay la oportunidad de entrar en un sector todavía joven pero con un crecimiento vertiginoso: el de la telefonía IP. Y es que Skype ha logrado, en apenas dos años, que más de 54 millones de personas hayan utilizado su programa para hablar gratis de ordenador a ordenador. El de la voz sobre IP (VoIP) puede ser un negocio suculento a corto plazo, por más que, paradójicamente, su esencia sean las comunicaciones gratuitas. Por algo será que tanto Microsoft, como Yahoo! o Google han puesto también sus ojos en este tipo de servicios.
Llegado este punto, creo pertinente recordar la poderosa visión del negocio de eBay tal y como la expresaba su propia presidenta, Meg Whitman: "en eBay vamos a vender de todo". Una afirmación visionaria, sin duda. Pocos la creyeron entonces, y seguramente casi ninguno pensó que eBay llegaría a vender servicios de telefonía. O, al menos, no tan pronto. Pero como pasa a menudo, la realidad supera la ficción y aquí está eBay, el rey de las subastas, entrando de lleno en el sector de las telecomunicaciones.
El secreto del éxito de Skype reside en su comunidad de usuarios registrados, del mismo modo que el de eBay está en el historial de sus miles de clientes (aquel por el que sabes quién es o no de fiar y que te hace preferir este portal de subastas frente a otros). Ahí está la clave de sus externalidades de red. Pero para ambas compañías, su gran baza puede convertirse en su principal amenaza. Si algún día eBay se ve obligado a compartir con terceros el historial de sus clientes o Skype el sistema de identificación de su comunidad de usuarios, su modelo de negocio perderá fuelle.
Responder a la pregunta de cómo afectará la entrada de eBay al sector de las telecomunicaciones es mucho más difícil. La progresiva generalización de las comunicaciones gratuitas obliga a las operadoras a redefinir sus modelos de negocio. En un futuro, y si la tendencia actual se mantiene, que nos quieran cobrar por hablar nos parecerá tan absurdo e improcedente como si alguien nos quisiera cobrar por respirar. En un contexto de comunicaciones a precio cero, la supervivencia de las operadoras, si cabe, deberá basarse en la prestación de servicios especiales o en la obtención de subvenciones estatales por infraestructura mantenida, como sucede con la red viaria actual.
La evolución del sector se presenta complicada por dos motivos. En primer lugar, porque hay que ver todavía como respiran los reguladores, que podrían prohibir o poner trabas a los servicios de telefonía IP. Esperemos que los no se entrometan demasiado en la creatividad empresarial. En segundo lugar, porque Skype no es el único proveedor de telefonía IP. De hecho, existe la posibilidad de que todos nos convirtamos en skypes. Me explico: hoy en día, muchas empresas ya ofrecen sus propios servicios internos de telefonía IP y los empleados pueden marcar extensiones de 4 dígitos para contactar vía telefonía IP sobre Internet con sus colegas, aunque estén en distintos países. El único problema es la interconexión entre distintos sistemas, algo que podría resolverse si éstos se comunicaran entre sí mediante un servidor y un sistema único de numeración. En ese escenario, por ahora ficticio, un proveedor como Skype podría resultar totalmente prescindible.
La singular unión de eBay y Skype nos ha mostrado, una vez más, la fuerza de la convergencia sectorial en las industrias de la información, cuya influencia se está notando de forma drástica en toda la economía: música, banca, enciclopedias, publicidad, logística, educación, editoriales, medios de comunicación y lo que nos queda por ver.
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