Un error técnico revela datos sobre la muerte del agente italiano en Irak censurados por EE UU
El informe en formato PDF con las conclusiones de la investigación militar censuraba algunos párrafos, pero quedan al descubierto al no haber sido totalmente eliminadas
El Ejército de EE UU hizo público este fin de semana un informe sobre la muerte en Bagdad del agente secreto italiano Nicola Calipari por disparos de soldados estadounidenses. Parte del documento estaba censurado, pero la ocultación de lo que EE UU consideraba datos sensibles no se realizó correctamente, y la información ha acabado en la Red. Revela que no se cumplieron algunas de las recomendaciones oficiales para el establecimiento de puestos de control, así como datos de los ataque sufridos desde noviembre, más de 3.000, o los nombres de los militares implicados. La historia fue desvelada por un italiano en su página web personal y saltó a medios como Corriere della Sera a principios de esta semana.
Calipari fue alcanzado por los disparos de una patrulla americana cuando se dirigía en coche al aeropuerto de Bagdad, con la periodista Giuliana Sgrena, recién liberada tras un cautiverio de un mes. El agente protegió con su cuerpo a la periodista de Il Manifesto, y fue alcanzado de lleno por las balas. Las circunstancias de su muerte lo han convertido en un héroe en Italia, pero han puesto es serios aprietos al Gobierno de Berlusconi, uno de los más firmes aliados de EE UU en Irak. Tras casi dos meses de investigación conjunta, el caso Calipari ha quedado cerrado para EE UU.
El documento oficial publicado por el Ejército de EE UU sobre este asunto, que incluye las conclusiones de las investigaciones realizadas, mostraba algunas líneas tapadas por un borrón negro. Pero para que el texto censurado no fuera accesible debería haber retirado determinados datos del archivo, algo que los militares no hicieron y que ha permitido que esa información se conozca gracias a la actuación de un ciudadano italiano, Gianluca Neri, que descubrió y publico el error el pasado domingo en su blog. Tras la difusión de su descubrimiento la historia fue recogida por los medios italianos y el Pentágono retiró el documento.
No es la primera vez que el uso negligente de la tecnología por una administración desemboca en la filtración de datos no deseada. El Gobierno británico ya vio como la publicación de un informe en Word, también sobre Irak, permitía descubrir que datos importantes en los que se motivó la guerra habían sido tomados de un trabajo universitario.
Como en aquel caso, el problema está, no sólo en el hecho de que las administraciones demuestren una vez más poca habilidad en el uso de las nuevas tecnologías, sino en los datos que quedan al descubierto como consecuencia de ello. En esta ocasión, la negligencia ha permitido descubrir qué se esconde tras las zonas oscurecidas "por motivos de seguridad", una información que ha provocado incluso la respuesta de los servicios secretos italianos.
Datos incómodos entre los textos censurados
Así, se ha podido conocer el nombre de los soldados estadounidenses implicados en el incidente que desembocó en la muerte de Calipari, procedimientos estándar del Ejército de EE UU para establecer puntos de control, y algunos datos que no favorecen mucho la imagen de progreso y pacificación que los ocupantes quieren lograr en Irak.
Así, entre los datos revelados se encuentra el hecho de que entre el 1 de noviembre de 2004 y el 12 de marzo de 2005 se produjeron en Irak 3306 ataques de los insurgentes, 2400 de ellos contra militares de EE UU o sus aliados. También estaba oculto el texto que señala que no sólo los periodistas, sino también soldados de EE UU y sus mandos, describieron el camino por el que viajaba el coche del fallecido, la 'Ruta Irlandesa', como el "camino más mortífero de Irak. Además, queda al descubierto que no había alternativa a ese camino para las tropas, que lo utilizan todos los días pese a que en él se produce al menos "un ataque al día".
Pero quizás lo más polémico sea que se censuró el texto que se refería a las normas que aconsejan usar diferentes señales para advertir de la presencia de un puesto de control, donde el tirador no debe manejar al mismo tiempo su arma y un foco para iluminarse, algo que sí sucedió en el caso de la muerte de Calipari. Tampoco se cumplieron las recomendaciones, presentes también en las zonas oscurecidas del informe, sobre la instalación de "medidas no letales" en la zona que precede al tirador de un puesto de control.
Un error bastante común
El error cometido por el Ejército de EE UU al publicar esta información es bastante común, según ha comentado a ZDnet Samia Rauf, directora de Workshare, compañía especializada en la seguridad de los documentos electrónicos. Afirma que no es la primera vez que datos clasificados aparecen ocultos en un documento oficial pero siguen siendo accesibles.
Rauf explica que los problemas relacionados con la ocultación de parte del texto de un documento no son exclusivos del formato PDF, propiedad de la compañía Adobe, sino que también afectan a otro tipo de archivos como los de Microsoft Word, a los que achaca aún más errores de este tipo.
"Todos los documentos de Word incluyen metadatos, pero la parte preocupante del asunto es que el 90% de la gente lo desconoce". Se trata, explica, de datos útiles pues permiten recuperar un documento que se ha perdido por un corte de luz por ejemplo, o el uso intensivo de la función deshacer, pero como ha quedado demostrado una vez más, el sistema tiene sus riesgos.
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