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Mónica García: “Con la nueva ley no se permitirá el modelo de Torrejón”

La ministra anuncia que a principios de año llevará una norma que derogará la que permite la gestión privada de centros públicos para evitar el “ánimo de lucro”

Mónica García, ministra de Sanidad fotografiada en su despacho del ministerio, este sábado.Foto: Claudio Álvarez | Vídeo: luis almodóvar
Pablo Linde

La ministra de Sanidad, Mónica García, lleva años denunciando que la gestión privada de la sanidad pública ocasionaba consecuencias como las que se escucharon de boca del consejero delegado de Ribera Salud, Pablo Gallart, a directivos del grupo y del Hospital de Torrejón, que gestiona la empresa. Selección de pacientes, alteración de listas de espera y búsqueda de rentabilidad por encima de la salud han sido acusaciones que García ha vertido sobre todo al otro grupo sanitario que opera en Madrid bajo este mismo modelo: Quirónsalud. Recibe a EL PAÍS en su despacho tras los actos de la Constitución.

Pregunta. ¿Qué pensó cuando escuchó al CEO de Rivera Salud en los audios que destapó este diario?

Respuesta. Es la manifestación obscena de lo que llevamos denunciando desde hace muchos años. Torrejón es un aprendiz de Quirón. Lo que hemos escuchado en Torrejón es lo que lleva ocurriendo en Quirón desde hace muchos años: un complejo sistema por el cual los pacientes de la sanidad pública acaban en hospitales privados pagados aparte por una serie de elementos como la libre elección, la lista de espera y cómo no, la connivencia de la Consejería de Sanidad. Para darse cuenta un poco de la magnitud de esto, solo hay que ir a las memorias del Servicio Madrileño de Salud. Y ves esos flujos: están clarísimos. El Hospital La Paz pierde 50.000 pacientes al año. El 12 de octubre pierde 25.000, el Ramón y Cajal pierde 30.000… Y si te vas a la fila de quién gana esos pacientes, los gana Quirón. Y un poquito Torrejón.

P. ¿Qué implica ese trasvase de pacientes?

R. Que detrás del paciente va un flujo de dinero. En los últimos años, 5.000 millones de euros han ido a parar al grupo Quirón desde que está la señora Ayuso. De los 3.000 millones que se transfirieron para la covid en 2020 en la Comunidad de Madrid, 1.300 fueron a parar a pagar la deuda de Quirón. Esto es una maquinaria que lleva utilizándose en Madrid desde hace mucho tiempo. Por eso, la señora Ayuso quiere cerrar este tema con Quirón y con los audios.

P. ¿Cómo funciona ese flujo? ¿Cómo acaban los pacientes de la pública en hospitales gestionados por empresas?

R. Es un sistema bastante sencillo de concepto y bastante sofisticado de ejecución. Las listas de espera de la sanidad pública no paran de crecer. Desde que está la señora Ayuso han crecido al doble: un millón de madrileños y madrileñas están esperando una prueba, un tiempo absolutamente inadmisible. Se ha duplicado la gente que espera más de seis meses. Y entonces, a través de un call center, a través de la supuesta libre elección, lo que te ofrecen es ir a este tipo de hospitales, a los de Quirón y a Torrejón. Siempre con patologías menores. Necesita siempre de la connivencia de la Comunidad de Madrid, porque es la que hace todo ese procedimiento para que esos pacientes acaben ahí y ese flujo de dinero acabe ahí. Esto lo conocemos. Vamos a llegar hasta el fondo. Lo que no teníamos era el audio. Ahora ya todo el mundo sabe lo que pasa.

P. ¿Cómo puede un hospital centrarse en unos procesos o en otros? O sea, ¿cómo pueden filtrar, seleccionar pacientes?

R. Estos hospitales tienen una población a la que tienen que atender: su cápita. Pero donde más ganan es cuando captan pacientes de otras áreas. Por ejemplo, del 12 octubre, de La Paz, que son hospitales bandera, en donde se ejerce la medicina más compleja. Pero claro, puedes ir captando a todos esos pacientes a través de procedimientos menores. Tú captas a los pacientes que se quieren operar una hernia, que es un procedimiento muy sencillo, que no te va a dar complicaciones y que es un paciente que entra, ingresa, lo cobras y se vuelve a su área. Si tú eres de Alcalá, que es de la zona de Torrejón de Ardoz, yo entiendo que el primero que te sale, el que tiene menos lista de espera en esta libre elección, siempre te sale Torrejón. Por eso captan 25.000 pacientes que no son de su área. Estamos viendo como hospitales pequeños, como es el de Torrejón, están captando pacientes de hospitales complejos, hospitales grandes que la gente tiene como su referencia.

P. Pero el CEO de Ribera habla de desandar el camino que hicieron cuando redujeron las listas de espera. ¿Se trata de hacer esperar a los de su área para atender a los de fuera?

R. Funciona así tal cual. Hay denuncias ahora de los pacientes que dicen: ¿Cómo puede ser que a mí me estén haciendo esperar ocho, nueve meses? Pero claro, si hay alguien que te ofrece o te llama por teléfono… A los pacientes le dicen: “Usted tiene una cita para dentro de un año y medio, pero yo se la voy a hacer en un mes en este sitio”.

P. Pero en los datos que el propio Ministerio de Sanidad publica cada seis meses, Madrid sale muy bien parada en cuanto a listas de espera quirúrgicas.

R. Nosotros sabemos que la lista de espera quirúrgica puede ser maquillada. No pasa directamente a una agenda, pasa por un servicio de admisión, un filtro. Sabemos que en diciembre y en junio, que es cuando se publican esas listas, hay material con ingeniería estadística. ¿Por qué la Comunidad Madrid sale bien en las listas de espera quirúrgica y no en las de consultas y en las de diagnósticos, ni en las de tiempo de espera, ni en las de número de pacientes esperando? Porque esas dos listas no se pueden maquillar.

P. ¿Van a cambiar el sistema?

R. Estamos trabajando en este real decreto de listas de espera. Yo quiero saber desde que un paciente va a su médico de atención primaria y le dice: tengo esta enfermedad, desde ese momento hasta que le ve el especialista, se le hace la prueba, le vuelve a ver el especialista y se le manda al quirófano y se opera. Toda esa trazabilidad es la que yo necesito saber, yo y cualquiera, porque ahora mismo las listas de espera son cajas negras y en el caso de la quirúrgica es una caja negra que pasa antes por un servicio de admisión que no es directo desde el cirujano hasta la lista de espera.

P. Volvamos a Torrejón. ¿Qué puede hacer el Ministerio de Sanidad en un caso como este?

R. Bueno, pues nosotros vamos a abrir todos los frentes posibles. De hecho, vamos a ir a tanto como ministerio y como grupo político Más Madrid en la Comunidad de Madrid a la Fiscalía por un delito de lesiones contra los pacientes, porque creemos que aquí hay un claro perjuicio en la salud de los pacientes. Esta es una de las de los de las vías jurídicas.

P. Lo que ha publicado EL PAÍS y de lo que tenemos pruebas son de órdenes y de indicaciones. No sabemos si se llegaron a ejecutar.

R. El problema no es que a partir de esta orden se vayan a ejecutar, es que esto se lleva haciendo desde los principios de los tiempos, se hacía en el modelo Alzira, se hace en el Hospital de Torrejón.

P. ¿Qué más van a hacer?

R. Luego está la vía política: ya hemos anunciado que vamos a mandar a la alta Inspección para que haga una investigación. Ya hemos instado a la señora Ayuso a que haga una investigación. No me vale con las palabras, que esto es una pelea de empresarios. No, mire, señora, no somos tontos. Esto es una investigación profunda que tendría que hacerla si no fuera parte interesada. Estamos trabajando en esa Ley de Gestión Pública y de Integridad del Sistema Nacional de Salud para poner coto a este tipo de prácticas, porque sabemos que ocurren. No solamente va a derogar la [ley] 15/97 [que abrió la puerta a la gestión privada de la sanidad pública]. El problema es que se ha pervertido esta colaboración público-privada, en una parásita público-privada.

P. ¿Va a modificar la ley del 97?

R. A derogarla. Sí, sí.

P. ¿Cómo establecerá la colaboración la nueva ley?

R. Es una ley mucho más amplia de integridad del Sistema Nacional de Salud que le pone coto al ánimo de lucro, que establece unas normas claras de esa colaboración público-privada. Sobre todo blinda y protege nuestra sanidad pública frente a los fondos de inversión, frente al ánimo de lucro y frente a esta depredación constante que tenemos de nuestra sanidad. O sea, no prohíbe que haya una colaboración público-privada, pero limita que lo puedas hacer con empresas con ánimo de lucro.

P. ¿Con esta ley no se permitirá el modelo Alzira, el de Torrejón? ¿O el modelo de la Fundación Jiménez Díaz?

R. No, claramente no.

P. ¿Dará tiempo a aprobarla en esta legislatura?

R. Espero que sí. Estamos ya ultimando y la vamos a llevar al Consejo de Ministros a principios del año que viene.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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