Casi un millón de citas médicas en cola en Madrid

Tres años y medio después del primer golpe de la pandemia, la sanidad pública madrileña sigue atascada, incapaz de dar respuesta rápida a cientos de miles de personas enfermas. El indicador de este embotellamiento son las listas de espera que publica mensualmente la Comunidad de Madrid, que muestran una situación lejana a la que había antes de la crisis sanitaria. La demora para ver al especialista está en su peor momento desde que hay registros y el retraso para recibir un diagnóstico o ser operado sigue siendo mucho más alto que en febrero de 2020. La suma de estos tres tipos de lista de espera arroja la cifra de casi un millón de citas sanitarias (932.249). Es el segundo peor dato histórico, cercano al récord de septiembre de 2022, cuando había 933.367 citas en cola. Aún más preocupante es que más de la mitad de esas esperas (511.912) es superior a tres meses.

Puede darse el caso de que un mismo paciente esté en varias listas al mismo tiempo, pero lo normal es que no se solapen, según fuentes médicas. Si esto es así, la cifra de personas en espera se acercaría al millón, lo que supone que cerca de un 14% de los 6,8 millones de madrileños está en esas listas.

La foto previa a la pandemia tampoco era idílica, porque las listas de espera llevaban años deteriorándose, pero el contraste muestra que hubo un tiempo más descongestionado para la sanidad pública y que la situación actual es anormal. En febrero de 2020, había 683.878 citas médicas pendientes, de las cuales menos de un tercio, 217.293, eran superiores a tres meses. Luego vino y se fue el coronavirus, pero el sistema ha quedado desajustado y no se recupera. Pasa en el resto de España y ese es el consuelo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso que, cuando habla de estos datos, suele resaltar las luces y se olvida de las sombras.

Así, Madrid destaca positivamente por ser una de las comunidades con menor demora para entrar al quirófano, según las cifras que elabora semestralmente el Ministerio de Sanidad con la información que envían las comunidades. Sin embargo, antes de operarse hay que pasar por el especialista, donde se encuentra el punto negro del sistema: el 73,3% de pacientes espera más de tres meses, el decimoquinto peor dato de todas las comunidades, solo mejor que La Rioja y Canarias.

Los datos estatales de listas de espera son un menú que permite a los interesados seleccionar a su gusto las cifras más favorables. Eso explica en parte la confusión por los mensajes optimistas del Gobierno de Ayuso y las críticas de la oposición. Por ejemplo, Madrid ha batido este agosto el récord negativo de citas para verse con el especialista (consultas externas), 658.714, un 20% más que en enero, cuando la demora era de 550.578. Sin embargo, un portavoz de la Consejería de Sanidad señala que, a pesar de esta subida en el número de esperas, han conseguido reducir la demora media en agosto a 68 días, dos menos que en agosto de 2022.

“Seguimos con el Plan Integral de Reducción de las Listas de Espera 2022-24, que está logrando una reducción progresiva de todas ellas y, en todo caso, cabe subrayar que las demoras se producen solo en procesos no urgentes”, agrega. Este portavoz añade que el mal dato de agosto se explica porque todos los veranos se producen repuntes puntuales debido a las vacaciones de los profesionales sanitarios.

El caso es que el Gobierno de Ayuso no ha cumplido con sus objetivos de reducción de listas. La presidenta prometió en sus programas electorales de 2019 y 2021 que reduciría un 50% las listas de espera, una medida que iba a afectar a los tres tipos de listas (quirúrgica, pruebas diagnósticas y consultas con especialistas). En la campaña de este 2023, su promesa era más genérica y se limitaba a decir: “Vamos a reducir el tiempo de espera para las consultas del médico de familia, de enfermeros, de especialistas y para las operaciones. Las operaciones por cáncer no tardarán más de 30 días y las operaciones más habituales no tardarán más de tres meses”.

El plan integral 2022-24 que la presidenta presentó en septiembre del año pasado tiene un presupuesto de 215 millones y fija como objetivo una espera media de 45 días, pero ese objetivo no se cumple en ninguna de las tres listas: en agosto era de 68 días en las esperas al especialista, 61 días en pruebas diagnósticas y 61 días para cirugías. La consejería apunta que en agosto de 2022 esa demora era respectivamente de 66, 68 y 81 días. Los mayores embotellamientos se producen en las especialidades de dermatología (96 días de media), traumatología (85 días) y oftalmología (78 días).

La oposición cree que para volver a la situación previa a la pandemia hacen falta medidas de calado. Tanto PSOE como Más Madrid sugieren ampliar a las tardes los horarios de consultas y diagnósticos. “Hace falta poner los hospitales a pleno rendimiento”, dice el portavoz sanitario del PSOE-Madrid, Carlos Moreno. “Nos consta que hay jefes médicos que han pedido extender el horario a la tarde, pero se lo deniegan”, revela Javier Padilla, de Más Madrid. Según Padilla, esto llama la atención porque esa atención vespertina sí la tienen los hospitales privados que trabajan para el sistema público madrileño a cambio de una comisión por paciente atendido, como la Fundación Jiménez Díaz.

Otra potencial beneficiada es la sanidad 100% privada. La lista de espera es clave a la hora de expulsar a la gente del sistema público, advierten los críticos de la presidenta, que señalan que, durante la era Ayuso, el porcentaje de madrileños que pagan seguro privado ha pasado del 34% al 38%. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública estima que, por cada día de espera adicional en atención primaria, se contratan 289.000 seguros privados.

Contacta con el autor por correo fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.