Un juzgado archiva la denuncia de Juana Rivas por violencia vicaria contra su expareja

El juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Granada ha archivado la denuncia por violencia de género vicaria que hace un mes presentaron Juana Rivas y su hijo mayor contra Francesco Arcuri, expareja de Rivas y padre del joven. La denuncia hace un recorrido por todo lo ocurrido desde que en 2017 los dos niños de ambos, entonces menores, iniciaron la convivencia a solas con el padre en Carloforte (Cerdeña, Italia) hasta esta pasada Navidad. En un auto fechado el pasado 11 de febrero y dado a conocer este lunes por los abogados de Rivas, el juez archiva la denuncia por considerar que todo lo denunciado está ya siendo juzgado en otros tribunales.

El juez que firma la sentencia razona que, precisamente por formularse una denuncia “sobre el resultado general de estos más de ocho años de violencia de género vicaria internacional, pero no sobre los hechos individualmente considerados, que están siendo objeto de tramitación en Italia y España”, los abogados de Rivas y su hijo no relatan ningún hecho presuntamente delictivo nuevo, sino que todos son objeto de otros procedimientos judiciales, como reconoce el propio escrito de denuncia. Por tanto, si los denunciantes creen que todo ello suponen actos delictivos por parte de Arcuri, lo deben hacer valer “en las citadas causas penales”.

El archivo y sobreseimiento de esta denuncia, no obstante, es provisional porque puede ser recurrido. Carlos Aránguez, abogado de Rivas, ha emitido un comunicado en el que indica que interpondrá recurso de apelación en la Audiencia Provincial de Granada y que, si es necesario, está dispuesto a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Esta intención sube la realizada por Aránguez en enero cuando, al presentar la denuncia, aseguró que “esta quizá acabará siendo valorada por el Tribunal Supremo español, que consideramos un órgano técnico, no contaminado por el intenso debate que este procedimiento ha suscitado entre los operadores jurídicos de la ciudad de Granada”.

La denuncia que el juez rechaza ahora es un escrito de 22 folios en los que Aránguez y su equipo relata presuntos malos tratos físicos y psíquicos del padre hacia los niños con la intención última, según los abogados, de hacer daño a la madre. También describe numerosas referencias insultantes de Arcuri hacia Rivas dichas a los hijos, en los que él, presuntamente, muestra que les pega e insulta por culpa de ella.

En este momento, hay dos causas abiertas en Italia. Una de ellas es una denuncia de Gabriel, el hijo mayor que tiene ya 18 años, contra el padre por malos tratos. La segunda causa decidirá si la custodia del hijo menor, Daniel, con 11 años recién cumplidos, puede quedar en manos de Juana Rivas y así residir con ella en España con el visto bueno judicial tanto de Italia como de España. En este momento, el niño reside en Maracena (Granada) con su madre desde que vino de vacaciones de Navidad y una decisión judicial española le permitió no volver con su padre. Esta decisión es temporal a la espera de lo que se dilucide en Italia en ese juicio de custodia pendiente.

Carlos Aránguez ha explicado en el comunicado en el que informa del archivo de su denuncia que “lamenta que en España no se asuma plenamente este tipo de violencia”, la violencia de género vicaria, la infligida a los hijos para hacer daño a la madre. “Es una grave forma de violencia y es hora de asumir que tenemos que actuar en consecuencia”, ha escrito el abogado, quien ha añadido: “El caso de Juana no es solo un caso, es una causa. El principio de Diligencia Debida obliga a todas las instituciones, incluido el sistema judicial a aplicar, de forma efectiva, la normativa vigente sobre violencia vicaria”.