La policía detiene a 12 personas por explotar sexualmente a 17 mujeres en pisos de Salamanca
Las víctimas, de nacionalidad brasileña, fueron engañadas con falsas ofertas de trabajo y obligadas a prostituirse y consumir drogas
Falsas ofertas de trabajo para ser dependienta en una frutería o empleada de un locutorio en la provincia de Salamanca llevaron a 17 mujeres brasileñas a viajar a España en busca de un futuro mejor. Esa perspectiva laboral, de la que se enteraron a través de la red social Facebook, se convirtió en una trampa que las metió en un mundo en el que eran obligadas a prostituirse y a consumir drogas por orden de los miembros de una organización criminal. La Policía ha detenido a 12 personas de este grupo, de las que seis han ido a prisión, en una reciente operación contra la trata para explotación sexual que comenzó gracias a la colaboración ciudadana. Un aviso a través del teléfono de la Policía sobre situaciones de trata, cuyo número es 900 10 50 90, puso a los agentes sobre la pista. El ministerio del Interior registró en 2023, último año del que se tienen estadísticas, más de 600 víctimas de trata y explotación sexual.
La trata es un delito que atenta contra los derechos humanos y que consiste básicamente en tratar a una persona como si fuera mercancía. Cuando lleva aparejada la explotación sexual se atenta contra derechos fundamentales como el derecho a la vida, la libertad, la integridad física y moral, la libertad sexual, la salud, la intimidad y la dignidad humana. La mayoría de las víctimas son mujeres.
Entre los seis arrestados que han ido a prisión se encuentran los cabecillas de la organización, las personas que controlaban los pisos en los que prostituían a las víctimas y otro individuo que hacía las funciones de transportista, que llevaba y traía a las mujeres o las iba a recoger al aeropuerto, explican fuentes conocedoras de la investigación. Sus víctimas eran mujeres de Brasil de entre 20 y 25 años que sufrieron esta situación entre tres meses y un año, añaden las mismas fuentes. Una vez que llegaban a España, les quitaban los pasaportes. La situación de vulnerabilidad en la que se encontraban, al estar en situación irregular y amedrentadas por quienes las tenían retenidas, hacía que, en vez de denunciar lo que estaban viviendo, se vieran forzadas a acatar lo que les mandaban, ha explicado la Policía este jueves.
Las víctimas, la investigación ha detectado 17, tenían que estar disponibles para ser explotadas sexualmente 24 horas, siete días a la semana. A cambio, recibían el 50% de los beneficios, pero estaban sometidas a un sistema de multas, por el cual perdían lo que habían generado el día anterior si incumplían alguna de las normas. En ocasiones, esas sanciones también llegaban en forma de castigos físicos, añaden las fuentes consultadas.
Hacinadas
Vivían en lugares oscuros, sin luz natural, y dormían hacinadas en las habitaciones. Los cuartos para descansar estaban ocupados por entre dos y cinco mujeres porque el resto de las habitaciones tenían que quedar libres para la prostitución. No podían salir de las viviendas y quienes lograban permiso, lo obtenían para hacerlo durante una hora, sin alejarse mucho y bajo estricto seguimiento. “Las llamaban durante este tiempo para saber dónde estaban”, explican estas fuentes.
Ante este tipo de situaciones, las víctimas quedan aisladas, detalla un investigador especializado en este tipo de casos. La amenazan diciendo que si las para la policía las puede detener porque están irregulares y así consiguen que no tengan contacto con otras personas a las que contar lo que están viviendo.
Las pesquisas policiales descubrieron que en los pisos en los que las obligaban a prostituirse también se traficaba con droga. Las mujeres estaban obligadas a consumirla y a los clientes se las facilitaban si se las solicitaban.
Cocaína
Durante la operación, en la que los agentes registraron cinco inmuebles y casas de prostitución de la provincia salmantina, intervinieron 21.000 euros en efectivo, 51 gramos de cocaína y datáfonos que utilizaban para el pago de los servicios sexuales, además de abundante documentación relacionada con la investigación.
La prostitución se localizaba en España tradicionalmente en los clubes de alterne, pero ha pasado a ubicarse en espacios más privados, como pisos, chalets o viviendas de alquiler turístico, según explicaban fuentes del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) a EL PAÍS el pasado noviembre. Este cambio permite una mayor movilidad de las víctimas potenciales y dificulta su detección. Las redes criminales también están aumentando de forma creciente el uso de la tecnología, especialmente para la captación y control de las víctimas, según el último informe Interior sobre trata.
La Policía pone a disposición de la ciudadanía el correo electrónico trata@policia.es y la línea telefónica 900 10 50 90 para la denuncia anónima y confidencial relacionada con la trata de seres humanos.
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