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Mueren seis enfermos en Portugal tras retrasos del 112 durante una huelga contra la precariedad

Una de las fallecidas era una víctima de violencia de género que sufrió un ictus mientras declaraba en el juzgado y no recibió respuesta en 90 minutos

Enfermeros Portugal
Una ambulancia del Instituto Nacional de Emergencia Médica (INEM), en Lisboa.Gustavo Valiente (SOPA/LightRocket/Getty)
Tereixa Constenla

Seis personas que no recibieron atención sanitaria con celeridad han fallecido en Portugal en apenas una semana. La huelga indefinida de los técnicos que atienden el servicio de emergencias del 112, limitada a las horas extraordinarias, está provocando grandes retrasos en la activación de las urgencias médicas y ha resultado fatal en al menos seis casos. Uno de ellos fue el de una víctima de violencia de género, que se encontró mal alrededor de las 14.00 del lunes mientras declaraba ante la Fiscalía en un juzgado de Almada, una localidad del área metropolitana de Lisboa.

La llamada realizada al teléfono de emergencias no fue atendida durante 90 minutos y provocó que la mujer, con síntomas de sufrir un ictus, fuese trasladada en un coche de la Policía de Seguridad Pública hasta el hospital García de Orta, donde acabó falleciendo un día después. La Fiscalía ha ordenado la realización de una autopsia para determinar las causas de la muerte y ha abierto una investigación para esclarecer si están relacionadas con el retraso en la atención sanitaria.

El lunes se convirtió en el día más letal, al coincidir la huelga de las horas extraordinarias de los técnicos de emergencias con el paro general convocado en toda la función pública. En esa jornada se registraron cuatro muertes, ocurridas después de grandes demoras en la respuesta médica, que se sumaron a otras dos ocurridas la semana anterior. “El lunes fue un día particularmente difícil”, reconoció Sérgio Janeiro, presidente del Instituto Nacional de Emergencias Médicas (INEM), que gestiona el 112. “Hubo situaciones en las que la asistencia se dio con retraso y el INEM asume toda la responsabilidad”, añadió.

Uno de los casos del lunes ocurrió en una residencia de mayores de Castelo de Vide, en el Alentejo. João Palmeiro, presidente de la Fundación Nossa Senhora da Esperança, que gestiona el centro, declaró a la cadena RTP que telefonearon al 112 al ver que una residente presentaba “señales de sufrir una parada cardiorespiratoria y solo conseguimos conectar después de hora y media de espera”. La mujer tenía 86 años y acabó falleciendo en el centro hospitalario de la Unidad Local de Salud del Alto Alentejo.

En Ansião, una pequeña localidad del centro de Portugal, los bomberos acudieron a un domicilio donde se había solicitado asistencia urgente para un hombre al que ya encontraron muerto. Uno de sus vecinos había llamado al 112 hacía 28 minutos sin haber recibido aún respuesta, según declaró el jefe de los bomberos, José Antunes.

Todas las víctimas eran personas mayores, también un hombre de 77 años, que residía en Cacela Velha, en la región del Algarve, herido al caer de una bicicleta. Su petición de auxilio solo recibió respuesta después de una hora y 40 minutos de la llamada, pero ya no pudo impedir el óbito. El colapso del sistema de emergencias sanitarias se suma a otros ejemplos de deterioro de la sanidad pública vividos en Portugal en los últimos tiempos. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha exigido este jueves que se resuelva “lo más rápido posible” el conflicto en el INEM. “La administración pública tiene como función servir a las personas y a las situaciones extremas más graves”, subrayó.

El Ministerio de Sanidad ha solicitado al INEM que abra una investigación para aclarar las circunstancias de los fallecimientos y que presente los resultados en el plazo máximo de un mes. Las primeras denuncias sobre el impacto dramático de la protesta fueron realizadas por Rui Lázaro, presidente del Sindicato de Técnicos de Emergencias Pre-Hospitalarias, la organización que ha convocado el paro indefinido durante las horas extraordinarias. Lázaro informó que el sábado falleció una mujer de 94 años en Tondela, en el centro del país, tras sufrir una parada cardíaca y no lograr atención médica inmediata. Entre la llamada al 112 y la transferencia al centro de orientación de enfermos urgentes pasaron 45 minutos. La anciana falleció en el hospital de Lamego.

En Bragança, al norte de Portugal, se dio la primera situación trágica. La esposa de un hombre que sufrió un infarto y que acabó falleciendo aguardó una hora hasta ser atendida en la línea de emergencia sanitaria. “El desenlace podría haber sido otro”, reconoció el presidente del sindicato.

Desde ese jueves se han registrado seis fallecimientos de personas que requirieron ayuda sanitaria y que tuvieron que aguardar demasiados minutos debido a la falta de personal. Los técnicos han convocado una huelga indefinida durante sus horas extraordinarias para protestar por su precariedad. Los trabajadores, que se encargan de atender la línea 112, quieren mejores condiciones salariales y una revisión de la promoción laboral. El salario mensual bruto de un técnico de emergencia prehospitalaria es de 922 euros. El tiempo de permanencia en su categoría profesional supera la década y el aumento salarial al ascender se limita a 50 euros.

La plantilla del INEM, además, está infradotada y obliga a la realización de numerosas horas extraordinarias de la plantilla, como ha reconocido la propia ministra de Sanidad, Ana Paula Martins. Para suavizar el impacto que está generando el actual conflicto, la ministra anunció que se reforzará el triaje de las emergencias con personal de otros departamentos como la línea SNS24, que atiende normalmente las consultas sanitarias que no se consideran urgencias.

El sindicato de técnicos denuncia que el “colapso” del sistema de emergencias se debe a la insuficiencia de personal y a la precariedad laboral que dificulta la estabilidad de las plantillas. El Gobierno ha convocado este año un concurso para contratar a 200 técnicos, que el sindicato considera insuficientes. En anteriores convocatorias no llegaron a cubrirse todas las plazas ofertadas, ya que los salarios ofrecidos son peores que en otros servicios públicos como Protección Civil. La tasa de abandono de la profesión es, según el sindicato, del 40%. La retribución que percibe un técnico de emergencias pre-hospitalarias solo es ligeramente superior al Salario Mínimo Interprofesional, que este año es de 820 euros.

Para tratar de responder de inmediato a la situación actual, el INEM ha reforzado su dispositivo con ambulancias de los cuerpos de bomberos, que en Portugal también realizan labores de asistencia médica, y de la Cruz Roja. Además se ha anunciado un triaje específico para gestionar las llamadas que superen los tres minutos de espera y el refuerzo temporal de la atención con enfermeros procedentes de otros servicios.

Este jueves, tras una reunión de representantes sindicales con la ministra de Sanidad, se anunció la desconvocatoria de la huelga indefinida. El presidente del sindicato de los técnicos, Rui Lázaro, explicó que habían llegado a un preacuerdo para mejorar las condiciones salariales y de promoción de las carreras de los trabajadores de emergencias sanitarias.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.
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