9.700 habitantes, medio pueblo sin médico de familia
Vecinos de Lasarte-Oria denuncian la “gravedad extrema” de la atención sanitaria en el municipio por la ausencia de la mitad de los facultativos y acusan a Osakidetza de pretender que las enfermeras pasen a hacer sus funciones
Un paciente acudió recientemente al centro de salud de Lasarte-Oria (Gipuzkoa, 19.504 habitantes) con unos fuertes dolores en el vientre. No le recibió su médico de familia. Le trató una enfermera y esta decidió derivarlo con urgencia a un especialista. En esta consulta hospitalaria le diagnosticaron una enfermedad muy grave. “Ya puedes darle las gracias a tu médico”, le dijo el doctor. La respuesta del enfermo fue la siguiente: “Al médico no, a mí me ha atendido una enfermera”. En este municipio próximo a San Sebastián hay seis plazas de médico que no están cubiertas: cuatro están vacantes y dos facultativos se encuentran de baja por un largo periodo de tiempo. “Prácticamente, la mitad de la población no tiene médico”, se quejan los vecinos por “la gestión tan nefasta” de las autoridades sanitarias. Una plataforma ciudadana ha enviado al Ararteko (Defensor del Pueblo vasco) más de 1.500 firmas que suscriben un escrito en el que se denuncia que la situación es de “una gravedad extrema” por el “claro retroceso en la calidad de la atención sanitaria”. También advierten de que “la ciudadanía de Lasarte-Oria está harta”.
El Departamento de Salud informa a este diario que en Lasarte-Oria “en estos momentos hay tres plazas de médico vacantes” (una baja médica, una excedencia y una reducción de jornada), y se asegura que Osakidetza “hace lo posible por cubrirlas”, aunque encuentra la dificultad de “contar con escasez de médicos” y también que “no eligen estos destinos”. “La sociedad vasca debe sentirse orgullosa cada vez que cruza la puerta de un centro de salud, que sepa que está en las mejores manos y que cuenta con un sistema público y universal de referencia a nivel europeo”, afirmó el pasado 20 de septiembre el nuevo consejero de Salud, Alberto Martínez (nombrado por el PNV), en la presentación ante el Parlamento vasco de las líneas maestras de su departamento en materia sanitaria para esta legislatura.
El máximo responsable de Osakidetza (el servicio público vasco de salud) hizo un llamamiento general a partidos políticos, sindicatos y agentes profesionales para alcanzar “un gran pacto por la salud en Euskadi” que permite, según sus palabras, “profundizar en la mejora de la calidad de nuestro sistema sanitario”. Mientras tanto, muchos vecinos de Lasarte-Oria salen a las calles para reivindicar “un plan de choque efectivo” que consiga resolver las “graves carencias” que vienen sufriendo en los últimos meses, afirma Begoña Castro, auxiliar de clínica jubilada e integrante de la plataforma LOOPA (Lasarte-Oria por una sanidad pública, en sus siglas en euskera).
Una mujer anciana que sufrió una rotura de una vértebra en enero de este año ha recibido cita para comenzar la rehabilitación esta misma semana, casi nueve meses después de sufrir la lesión. Si un enfermo crónico por un infarto de corazón quiere pedir hora con su médico vía online, solo se le permite reservar una “consulta presencial” con su enfermera. A través de Internet, no se le da opción de ser recibido en persona por su doctor. Una responsable del área sanitaria de Donostialdea reconoció al alcalde de Lasarte-Oria, el socialista Agustín Valdivia, que la situación que se vive en esta localidad es delicada: “Me dijeron que no hemos tocado fondo, y que esto puede ir a peor”, asegura a este diario el regidor al término de una concentración popular celebrada este lunes en la plaza de pueblo y a la que asistieron más de 200 personas.
Los vecinos han vuelto a desplegar la misma pancarta que exhibieron el 13 de abril en una manifestación con el lema “Por una sanidad pública. Reforzad la atención primaria”. Fue una protesta en la calle una semana antes de las elecciones vascas, en las que uno de los temas centrales de la discusión política entre los partidos fue precisamente el deterioro que está padeciendo la sanidad pública en Euskadi. La situación no ha mejorado nada desde entonces, según los representantes de la plataforma. En Zumaia (Gipuzkoa, 10.054 habitantes) también están en una situación crítica y en junio pasado se organizó una protesta ciudadana por la “precaria” gestión de su centro de salud porque hay “dos médicos haciendo el trabajo de seis”, según denunciaron entonces.
De lo tratado en la reunión con una directiva de Osakidetza y la directora del centro de salud de Lasarte-Oria, celebrada el 10 de junio pasado, dio cuenta el alcalde en un pleno un mes después. A Valdivia le transmitieron que si este municipio tiene asignados 12,5 cupos de médicos (cada cupo es el conjunto de personas que le corresponde a cada médico), en la actualidad hay seis cupos sin cubrir, a lo que “hay que añadir los periodos de vacaciones y bajas cortas de médicos en activo que no se están sustituyendo”, denuncian los representantes de LOOPA. “Esto nos muestra un nivel de desatención mucho peor de lo que pensábamos”, dicen en su carta remitida al Ararteko. “¿Nadie piensa dar explicaciones y asumir responsabilidades por esta gestión tan nefasta?”, añaden.
Osakidetza ha prometido que cuatro de las seis plazas de médico que están vacantes se cubrirán con una oferta pública de empleo que se resolverá “antes de final de año”, le garantizaron al alcalde. El consejero Martínez admitió en el Parlamento que “si no se sustituyen vacaciones, bajas o jubilaciones es porque no hay con quién hacerlo”. El porcentaje de plazas sin cubrir ronda el 10% en el conjunto de la red sanitaria vasca, y se llega al 24% en los meses de julio, agosto, diciembre y enero. El responsable de la cartera de Salud del Gobierno vasco pretende corregir esta situación durante su mandato con una OPE de 11.000 plazas para personal facultativo y de enfermería este mismo año. Prometió crear 2.000 puestos estructurales para consolidar los contratos temporales y reducir el tiempo que los profesionales dedican a “labores burocráticas”, entre otras medidas. Y anunció “una atención primaria sin listas de espera”, de forma que la respuesta a los casos de patologías agudas se dé “en las primeras 24 horas” y en el resto no se superen las 48 horas. Osakidetza atiende a diario a más de 100.000 usuarios (tres millones al mes) y recibe entre 1.500 y 2.000 quejas mensuales. Ni el servicio de salud ni los miembros de la plataforma ofrecen datos sobre la población que se atiende en el centro de salud de Lasarte-Oria, ni de la plantilla que está en activo, ni de los tiempos de espera...
La falta de médicos en Lasarte-Oria aumenta la carga de trabajo de los profesionales sanitarios en activo y del personal administrativo. “Lo más grave”, exponen los afectados, es “el modelo de salud pública que anuncian los responsables de Osakidetza”, según el cual “el referente sanitario para las familias ya no va a ser el médico, sino el enfermero o enfermera”. Estos profesionales, sin recibir formación previa, “pasarán a asumir funciones que antes realizaba el médico y que exceden de sus competencias”, le comunican al Ararteko. El Departamento de Salud niega la mayor y asegura que las enfermeras no sustituirán en ningún caso a los médicos.
A la institución que dirige el ararteko Manu Lezertua se dirigió un ciudadano a título personal a mediados de marzo de este año. En su escrito se hacía eco del “ambiente de inseguridad” que se estaba generando entre los pacientes de Lasarte-Oria. “La comidilla en la sala de espera es ‘a ver con quién me toca hoy”, dice en su carta, en la que además advierte del “estrés laboral” que están sufriendo los profesionales, lo que a su juicio repercute en “un mayor riesgo de diagnósticos erróneos”. “La percepción como paciente es que se trabaja a salto de mata”, sentencia.
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