El abuso de las cesáreas en la sanidad privada: practica más del doble de las que recomienda la OMS
La organización de los centros, la escasez de matronas y la edad de las embarazadas son algunas razones para que un tercio de los partos acabe en cirugía en la red de pago
Uno de cada tres partos en la sanidad privada (un 34,5%) acaba en una cesárea. Eso supone más del doble de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera recomendable (un 15%, basándose en los que potencialmente pueden dar problemas) y una enorme diferencia con la sanidad pública, donde se utiliza este procedimiento en un 22,4% de los casos, según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (SNS), publicado este lunes con datos de 2022.
¿A qué se debe esta brecha? Las razones son variadas, en opinión de las matronas y ginecólogas consultadas por este periódico. Van desde cuestiones operativas (en la privada hay más centros pequeños, sin personal de guardia, que propicia la programación las intervenciones), al perfil de paciente que acude a cada tipo de centro o a la presencia de matronas en el proceso. EL PAÍS ha pedido explicaciones a la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), que no las ha aportado.
Una baja tasa de cesáreas se identifica como un buen indicador del control del embarazo y una correcta asistencia al parto. La cesárea debería quedar para las excepciones en las que el parto natural conllevase un riesgo para la vida del bebé o la madre. Desde que la OMS plasmara sus recomendaciones, en 1985, la tasa de cesáreas en España y otros países europeos vienen incrementándose (en la pública, en 2001, eran un 19,9%). Como explica el Ministerio de Sanidad en su informe, existen factores nuevos que podrían relacionarse con ese incremento, “como el aumento de la edad de las madres, de los partos múltiples, de las solicitudes por parte de las mujeres y de las demandas por sospecha de mala práctica”.
Pero estas razones, que pueden dar sentido al aumento de las cesáreas en general, no explican la diferencia entre la pública y la privada. A la hora de encontrar razones, el punto de vista varía en función de si la que responde es una matrona o una ginecóloga. Pero hay varios puntos de encuentro. El primero es que la vía vaginal es preferible siempre que se pueda. Cristina Franco, de la Federación de Matronas, añade que la cesárea tiene mayor riesgo de sangrando, de infección, de complicaciones, aumento de la morbilidad a largo plazo de la mujer, puede afectar a la fertilidad futura, causar dolores crónicos y condicionar la salud de los niños a largo plazo, ya que se están viendo cambios en la microbiota y mayor riesgo de alergias y asmas.
“La vía fisiológica de nacimiento es vaginal”, razona Anna Suy Franch, de la Sociedad Española de Ginecología (SEGO). “La adaptación [del bebé] a la vida extrauterina es mejor. La cesárea no deja de ser una operación quirúrgica. Dicho esto, la peor cesárea es la que es necesaria y no se indica. Es más peligroso eso que hacer una innecesaria”, continúa.
Otro punto de acuerdo entre ambos gremios es la razón organizativa. Existen más grandes hospitales públicos que privados. En ellos, hay personal de guardia 24 horas, y se puede atender un parto en cualquier momento con prácticamente las mismas garantías. En los centros pequeños hay horarios sin suficiente personal, lo que de alguna forma hace más óptimo programar los partos. Y los inducidos tienen también mayores tasas de cesáreas.
No tiene por qué ser una mirada estrictamente económica, ya que, sostiene Suy Franch, los médicos de la privada no cobran más por una cesárea ―”es más, suelen perder dinero, porque necesitan más personal”―, sino de carácter organizativo. Tener de guardia a todo el personal necesario para un parto, sin embargo, también supone un coste.
Y en este punto, las visiones de matronas y ginecólogas empieza a diferir. Franco explica que en la lucha por que la atención al parto mejore pasa por más matronas. En España hay un déficit de 5.093 profesionales, según el Informe sobre el desarrollo de la profesión de matrona en España, publicado en febrero de 2023. “Estamos muy lejos de los países de la OCDE y de la UE, y esto condiciona la calidad. No es lo mismo que una matrona se pueda dedicar de forma exclusiva a una mujer a que tenga que estar pendiente de varias. En estos casos hay más intervencionismo, más necesidad de analgesia... y todo esto suele incrementar el número de partos instrumentales y de cesáreas, algo que disminuiría con la atención uno a uno [una matrona por mujer]”, señala.
Más matronas, menos cesáreas
Varios estudios avalan que a mayor número de matronas, menos cesáreas. En una revisión de investigaciones, se comparaba el acompañamiento al parto en un hospital, en domicilio o en centros liderados por matronas, en los que salvo complicaciones la mujer no es derivada a la atención médica. En estos últimos, además de producirse menos cirugías, hay mejores resultados en complicaciones perinatales como las hemorragias o los traumas perineales.
Montserrat Angulo, vocal del pleno de consejo de enfermería, matrona y con experiencia tanto en la pública como en la privada, asegura que en esta última es generalmente el obstetra el que lidera el proceso de asistencia. “Son los que dicen cómo y de qué manera hacerlo, y el número de inducciones es mayor”, asegura.
Según explica, las mutualidades solo tienen convenios con los obstetras, que cobran sobre todo por pruebas. “Como la matrona lo que hace es un seguimiento, instrucciones sobre educación, alimentación, ejercicio, revisa analíticas, eso en la privada se solventa con unas clases de educación maternal en las que sí participan matronas. Pero por el seguimiento prácticamente no se paga, no se valora el trabajo de estas profesionales”, asegura Angulo.
La ginecóloga Suy Franch matiza que es normal que los partos liderados por obstetras acaban con más frecuencia en cesáreas porque ellos atienden los más complicados, y los que tienen más riesgos. Y aporta otras explicaciones complementarias a la preponderancia de esta cirugía en la privada: “En mi experiencia, la población que acude a la privada suele ser un poco mayor de media, porque muchas mujeres provienen de la reproducción asistida. Eso hace que tengan más posibilidades de cesárea o que deseen menos el parto vaginal. Igual que respetamos quien lo quiere a toda costa, también lo hacemos con las que piden cesárea, aunque les digamos que no es lo mejor”.
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