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Las seis asignaturas pendientes de España para prevenir miles de casos de cáncer cada año

El país está por encima de los países de su entorno en tasa de tabaquismo, consumo de alcohol, obesidad infantil, mientras que se queda por debajo en número de enfermeras o cribados de tumores colorrectales

Pablo Linde
Cancer
Un especialista examina pruebas de mamografías.Damian Dovarganes (AP)

El cáncer es una lotería que le puede tocar a cualquiera, pero hay una serie de comportamientos que contribuyen a tener más papeletas. En España, donde cada año hay más de 114.000 muertes por esta causa y unos 264.500 nuevos diagnósticos, eliminar algunos hábitos y potenciar el sistema sanitario podría ahorrar anualmente miles de estos fallecimientos. Tabaco, alcohol, obesidad infantil, escasez de determinados cribados, las mermadas plantillas de médicos y enfermería y la falta de equidad entre las comunidades autónomas son las grandes asignaturas pendientes para lograr este objetivo, según un informe impulsado conjuntamente por la Organización Europea del Cáncer y la Fundación ECO para la Excelencia y Calidad en la Oncología.

A pesar de ello, España parte con una situación de ventaja, con menos incidencia y mortalidad por tumores que el resto de Europa: registra 527 casos por 100.000 habitantes (frente a 571) y 214 decesos (frente a 242). Los promotores del informe proponen ir más allá atacando esos seis puntos débiles.

El tabaco es la primera causa de mortalidad evitable (y de cánceres) en los países desarrollados y en España un 19,8% de la población mayor de 15 años fuma, según los datos del INE. Está un punto por encima de la media europea y es uno de los caballos de batalla del Ministerio de Sanidad, que el mes pasado aprobó una estrategia nacional para reducir estas cifras, con medidas como el empaquetado neutro, la subida de impuestos o la ampliación de los espacios sin humos. El objetivo del Plan Europeo contra el cáncer es que menos de un 5% de la población fume en 2040. “Se trata de la libertad de no tener una adicción”, ha puntualizado José María Martín Moreno, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Valencia.

España también está por encima de la media de los países desarrollados en el consumo de alcohol: 10,5 litros por persona y año, medio más que el promedio de la OCDE. Y supera la tasa de obesidad infantil de la región europea de la Organización Mundial de la Salud: 10,5% frente a un 8%.

El informe señala que el país supera a sus vecinos en cribados de cáncer de mama (73,8% frente a 54%) y de cáncer cervical (68,4% frente a un 56%), pero que sigue siendo una asignatura pendiente la detección del cáncer colorrectal, el más frecuente (41.600 nuevos casos en 2022, el 14% del total de casos nuevos de cáncer). Un 32% de la población objetivo se somete a las pruebas, mientras que en la UE la media asciende al 36%.

El documento también menciona el desgaste de la sanidad, el agotamiento de los profesionales y su escasez. Aunque el número de médicos en España está por encima de la media de la OCDE (4,5 por cada mil habitantes, casi uno más), el Ministerio de Sanidad prevé que habrá un déficit de doctores en 2027 por las jubilaciones, lo que impactará sobre todo en la Atención Primaria. Y el número de enfermeras (el colectivo se suele autodenominar en femenino por la mayoría abrumadora de mujeres) está muy por debajo: 6,1 por cada 1.000 habitantes, frente a las 8,3 de promedio en Europa.

Por último, el informe remarca la diferencia entre comunidades autónomas en sus planes de cáncer: “El código postal es un determinante mayor que la genética cuando se trata de acceso a prevención y cuidado en cáncer”. Como ejemplo, menciona que existen 15 formas diferentes de detectar cáncer entre las comunidades autónomas. Además, más del 90% de las regiones carece de cuidados psicológicos. No existen ni un registro nacional de cáncer ni un servicio nacional de detección, “lo cual hace el seguimiento del progreso y sus dificultades particularmente complicado”.

Isabel Rubio, presidenta de la Sociedad Europea de Oncología Quirúrgica, ha señalado en la presentación del informe, este lunes en Madrid, que “España puede y debe hacerlo mejor”. “Deberíamos ser un ejemplo a la hora de promover formas de trabajar innovadoras para investigar, tratar y apoyar a los pacientes de cáncer y a sus familias. Y aumentar los esfuerzos para desarrollar un registro nacional de tumores que se una a los registros europeos”, ha dicho.

“Las próximas elecciones europeas serán clave para asegurar la continuidad del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Debemos asegurar un frente político unido que eleve a las instituciones que el cáncer continúa siendo un tema de alta primacía tanto para los españoles como para el resto de los europeos. Para ello, es fundamental que esa concienciación se inicie en cada Estado miembro, y que nuestro Gobierno sitúe también la lucha contra el cáncer como una prioridad en la agenda”, ha añadido Jesús García-Foncillas, presidente de la Fundación ECO.

Manifiesto para acelerar la lucha contra el cáncer

En el acto se ha presentado el manifiesto Time to accelerate (hora de acelerar), un llamamiento a los dirigentes europeos de cara a las próximas elecciones comunitarias, con el objetivo de que tras la puesta en marcha del Plan Europeo, en 2021, el “cáncer siga en el centro de las políticas europeas y no pierda un milímetro de su espacio”, en palabras de Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española contra el cáncer.

El manifiesto propone ampliar las ambiciones del continente en la lucha contra el cáncer y acelerar el ritmo para completar la eliminación de los que son prevenibles mediante vacunación. Por ejemplo, hace un llamamiento a los Estados miembros para que se esfuercen en alcanzar el objetivo de eliminar los cánceres causados por el virus del papiloma humano, promoviendo una vacunación dirigida al 90% de la población, sin distinción de género.

También reclama nuevos objetivos de supervivencia para los pacientes europeos, con la meta de alcanzar una tasa de supervivencia media del 70% para todos los pacientes en el año 2035, así como duplicar la tasa de supervivencia de aquellos tumores con mal pronóstico.

La reducción de las desigualdades es otro de los retos que marca, para lo que reclama que los sistemas de salud y los profesionales sanitarios reconozcan y aborden mejor las desigualdades sociales, de género, étnicas, de edad y sexuales, garantizando así un trato equitativo para todos los pacientes.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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