Los obispos reciben más de 358 millones de euros por la casilla de la X en la renta
Aumenta el número de declarantes de 50 a 69 años que eligen destinar parte de sus impuestos a la Iglesia. La aportación media por contribuyente es de 41,2 euros
Los obispos siguen batiendo récords de recaudación: más de 8,7 millones de personas marcaron la X en la casilla a favor de la Iglesia en la declaración de la renta al ejercicio fiscal de 2021, lo que se traduce en una ingreso para las arcas eclesiales, la única con este privilegio, de 358.793.580 euros. Respecto al año pasado, los prelados españoles han recibido unos 38 millones de euros más (un 11,9%).
El número total de declaraciones —una declaración no equivale a una persona, sino que pueden ser conjuntas— también ha crecido en más de 209.000. “La valoración evidentemente es positiva”, ha afirmado este jueves el vicesecretario para Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, durante la presentación de los datos de la asignación tributaria en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en Madrid. A pesar de estos datos positivos, como también viene ocurriendo en los últimos años, la proporción de contribuyentes que marcan esta casilla a favor de la Iglesia sobre el total de declaraciones ha descendido un 3% respecto al ejercicio de 2021. Los obispos justifican este fenómeno por un aumento del número de contribuyentes totales en España. La asignación tributaria supone el 22% de financiación de las 70 diócesis españolas.
En la presentación también ha intervenido José María Albalad, director del secretariado para el sostenimiento de la Iglesia, que ha agradecido a los contribuyentes que han marcado la casilla su confianza. “En un momento de tanta polarización, podemos afirmar que pocas cosas ponen más de acuerdo a los españoles que la X de Xtantos [nombre de la campaña de los obispos para recibir más apoyo de los contribuyentes]”, ha añadido.
En cuanto al perfil de los declarantes, destaca el aumento en la asignación en los tramos de 50 a 59 años y de 60 a 69 años. Albalad ha destacado que en el último año los obispos han trabajado, a través de diferentes campañas en redes sociales, para llegar a los jóvenes que hacen la declaración de la renta, para informarles y alentarles a que marcasen la casilla. “De la franja de edad de 20 a 29 años ha habido 11.000 declaraciones más que el año anterior”, ha señalado Albalad, que ha incidido en que “los datos de la X son muy buenos para la Iglesia, y mucho mejores para la sociedad”.
De media, la aportación de cada contribuyente es de 41,2 euros. La cantidad recaudada se ha incrementado en todas las regiones. Los mayores aumentos en euros asignados por comunidades han sido en Madrid (9,7 millones), Andalucía (5,4 millones), la Comunidad Valenciana (4,3 millones) y Cataluña (3,8 millones). En cuanto al número de declaraciones, en todas las regiones han crecido salvo en Navarra. Barriocanal ha destacado que estos datos señalan que si se produce este récord de recaudación es porque una parte de la sociedad lo quiere: “No solo se ha mantenido el número de personas que apoyaron a la Iglesia el año anterior, sino que han crecido. No le echemos la bronca a los contribuyentes. Es decir, son soberanos. En el año final de 2006 pactamos con el Gobierno un sistema por el cual la Iglesia recibiría lo que los asignantes quisieran. Si nadie marcase esa casilla, la Iglesia recibiría 0 euros”.
Solidaridad entre las diócesis
Los más de 358 millones de euros van destinados a un fondo común interdiocesano, un instrumento dedicado a distribuir y repartir equitativamente estos ingresos entre las 70 diócesis españolas. “Es un mecanismo de solidaridad que tienen activado los obispos para que la ayuda llegue a aquellas zonas especialmente favorecidas que no tienen tantas posibilidades económicas”, explica Albalad. La CEE explica que la cantidad percibida por cada obispo está relacionada “con la capacidad y fortaleza económica que hay en cada provincia”, por lo que los obispados de provincias “con rentas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada”. Entre los gastos a los que las diócesis destinan este monto está la seguridad social del clero, las retribuciones a los obispos, la rehabilitación y construcción de templos y la ayuda a sus centros de formación.
Albalad explica que estos recursos también se traducen “en obras concretas para ayudar a personas”, como servicios pastorales o iniciativas caritativas. Durante la rueda de prensa, Barriocanal ha avanzado que la semana que viene la CEE presentará la Memoria de actividades de la Iglesia católica de 2022. El vicesecretario de asuntos económicos afirma que la española “es la única Conferencia Episcopal del mundo” en hacer esté ejercicio de “transparencia”. Entre los datos que la CEE hará públicos, Barriocanal ha avanzado que las aportaciones de los fieles han crecido en torno a un 11%.
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