Queda en libertad provisional un hombre reincidente que secuestró, agredió y encadenó a una mujer en Miranda de Ebro

La Policía Nacional ha detenido y ha puesto poco después en libertad a un hombre en Miranda de Ebro (Burgos) acusado de retener, agredir y encadenar a una mujer; ha quedado en libertad con cargos tras los hechos sucedidos el pasado 22 de noviembre por la tarde. La víctima, de mediana edad, acudió al Hospital Santiago Apóstol de Miranda con lesiones en la cara y maniatada con una cadena que le llegaba de las manos al cuello. La mujer informó a los agentes de que horas antes un hombre se ofreció a llevarla en coche desde el hospital hasta el centro de la ciudad y que, tras depositar su confianza en él, este la trasladó a su domicilio particular y allí la golpeó en el rostro hasta que perdió la conciencia. Cuando despertó, se encontraba encadenada y había sufrido agresiones físicas. La afectada logró escapar cuando el acusado salió de casa, pudo dirigirse al domicilio de unos familiares y estos la llevaron al Santiago Apóstol para pedir ayuda y asistencia médica.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Miranda de Ebro ha asumido el caso y este miércoles acordó la libertad provisional del sospechoso, a quien se acusa de un delito de detención ilegal y otro de lesiones sobre la mujer. El arrestado la agredió, retuvo, insultó y, según ha relatado la víctima, intentó asfixiarla con la cadena que llevaba en el cuello. La Fiscalía investiga los detalles de lo sucedido y no se descarta que, pese a quedar en libertad provisional, su condición varíe con el avance de las pesquisas. Este mismo jueves la Fiscalía ha solicitado al juzgado tomar declaración a la mujer de cara a contemplar nuevas medidas cautelares sobre el acusado. Tanto ella como un testigo declararán este viernes en los juzgados.

El hombre a quien se responsabiliza de los hechos pasó seis años en prisión cuando en 2015 secuestró durante varias horas a una niña de nueve años de la misma localidad burgalesa. Entonces la liberó y se puso a disposición de los agentes tras varias horas de negociación con la policía y mucha tensión en Miranda.

Los detalles proporcionados por la mujer revelan la brutalidad de su captor. Ella ha relatado a las autoridades que salió este lunes del hospital, donde acompañaba a un familiar, y entonces el varón se ofreció a llevarla en coche al centro de la ciudad. Tras establecer conversación y confianza, el individuo le pidió parar un momento en su vivienda personal y le rogó que ella accediera a la misma, una casa baja en el barrio de Las Matillas. Cuando esta entró, le golpeó hasta que perdió el sentido. Al despertar, la mujer tenía una cuerda a la altura del cuello y el agresor tiraba de la soga con intención de asfixiarla mientras la insultaba. El detenido había enganchado al primer amarre una cadena, de cuyos dos extremos ató por un lado el cuello y por otro las manos.

La víctima ha informado a la policía de que se aprovechó de un despiste del secuestrador para huir del inmueble. El caso ha quedado bajo la atención de la Unidad de Familia y Mujer de la comisaría de Policía Nacional de Miranda de Ebro. La víctima recordaba dónde había sido retenida y pudo conducir hasta allí a los policías para facilitar la detención de su agresor.