Los Mossos avisan a varias mujeres en Lleida de la salida de la cárcel de su agresor sexual
El hombre, con alto riesgo de reincidencia, tiene una orden de alejamiento de las víctimas y la Fiscalía ha solicitado un seguimiento no invasivo
Los Mossos d’Esquadra han comenzado a contactar a las víctimas de Daniel P., un agresor sexual de Lleida en libertad desde el lunes, después de una rebaja de pena al aplicarse la nueva ley del solo sí es sí. La revisión favorable del cambio legal le ha permitido salir de la prisión de Ponent seis meses antes de lo previsto, con un informe que alerta de su elevado riesgo de reincidencia.
Fuentes del Departamento de Justicia aseguran que la policía catalana ya está avisando a las mujeres que fueron agredidas (cerca de una veintena) de la nueva situación. La Fiscalía ha solicitado además a los Mossos que lleven a cabo un seguimiento no invasivo de Daniel P, según fuentes policiales. El hombre tiene además por sentencia una orden de alejamiento de sus víctimas.
Daniel P., de 37 años, cumplía condena por dos intentos de violación ocurridos en 2008. La sección primera de la Audiencia Provincial de Lleida revisó su caso tras el cambio en el Código Penal que conllevó la ley del solo sí es sí y por eso su pena se redujo y fue puesto en libertad. Una de las penas, por intento de agresión sexual, pasó de 3 años a 18 meses de cárcel. Por la segunda tentativa, el tiempo en prisión pasó de 9 a 5 años. Cuando era menor de edad, Daniel P. fue condenado por 17 agresiones sexuales y entró y salió de varios centros. También tiene antecedentes por robo violento.
Justicia ya se había puesto en contacto con la Fiscalía provincial de Lleida y le había hecho llegar su expediente para que tomara las medidas que considere necesarias ante una persona con un alto riesgo de reincidencia. Se trata de la aplicación de un protocolo específico cuando salen de prisión internos condenados por delitos violentos y que no han logrado un proceso de reinserción. El Ministerio Público, sin embargo, no ha pedido ninguna otra medida específica de control, dado que cuando fue condenado, en 2010, no existía la posibilidad de una condena accesoria de libertad vigilada para delincuentes con ese perfil. De ahí que los Mossos solo puedan hacer controles de tipo no invasivo que no comprometan su libertad de movimientos.
En prisión, Daniel P. ha seguido el itinerario que se aplica a los agresores sexuales, que siempre es de carácter voluntario. Fuentes penitenciarias aseguran que ha habido una leve mejoría en ese tiempo, pero a pesar de ello le siguen considerando una persona con un alto riesgo de reincidencia una vez en libertad.
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