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La OMS insiste en que la ola de covid en China no es una amenaza para Europa y pide medidas “no discriminatorias”

El organismo recomienda el uso de mascarillas en los vuelos y aumentar la vigilancia epidemiológica de las nuevas variantes

Un agente de la Guardia Civil con un pasajero que llega al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedente de un vuelo de Chongqing (China).
Un agente de la Guardia Civil con un pasajero que llega al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedente de un vuelo de Chongqing (China).Alberto Ortega (Europa Press)
Pablo Linde

La ola de covid que atraviesa China no repercutirá directamente en Europa. Es el mensaje en el que llevan semanas insistiendo los técnicos del Centro Europeo de Control de Enfermedades y que este martes ha repetido la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su director regional, Hans Kluge, ha mandado un mensaje claro: “No es una amenaza inmediata, basándonos en la información de China, porque las variantes que allí circulan son las mismas que ya hay en Europa”.

En una rueda de prensa para informar sobre la situación de la pandemia, los representantes de la OMS se han mostrado comprensivos con que, ante la incertidumbre que genera la falta de transparencia en China, los países tomen medidas para proteger a los ciudadanos. “Pero pedimos que sean medidas basadas en la ciencia y que no sean discriminatorias”, ha reclamado Kluge.

Sin mencionarlo, hace referencia a los controles que han puesto en marcha numerosos países europeos, entre ellos España, que piden pruebas de vacunación o test negativos a los viajeros procedentes de China. Son medidas que se han demostrado carentes de utilidad en los casi tres años de pandemia y que no están en vigor para otros países. Tampoco para Estados Unidos, donde circula la última evolución de la covid, la XBB.1.5, que parece extenderse más rápidamente, aunque no causar más gravedad.

Preguntados sobre la posibilidad de implementar controles en los vuelos con el país norteamericano, los representantes de la OMS insisten en que sean “no discriminatorios”. “Eso no quiere decir que recomendemos test a los viajeros que lleguen de Estados Unidos. Los países tienen que examinar las evidencias científicas para las pruebas antes de viajar. Con respecto a otras medidas, la recomendación de la OMS es que los pasajeros deberían usar mascarillas en vuelos largos”, ha puntualizado Catherine Smallwood, del equipo de respuesta a emergencias del organismo.

En cualquier caso, la variante XBB.1.5 ya se encuentra presente en Europa, y ya se sabe que las variantes más contagiosas se imponen tarde o temprano allá donde llegan. “Se están detectando en números pequeños pero crecientes, y estamos trabajando para evaluar su impacto potencial”, ha señalado el director regional del organismo. Ante este previsible avance, la OMS no pide medidas adicionales, pero sí reforzar las herramientas que ya existen, como las mascarillas en lugares de riesgo y transporte público, el refuerzo de la vacunación en la población vulnerable, o la ventilación en espacios cerrados.

Además, Kluge ha hecho hincapié en la necesidad de afinar la vigilancia epidemiológica, que “algunos países han relajado” en los últimos meses. “Debemos ser capaces de anticipar, detectar y responder a tiempo. Esto no solo es así para el SARS-CoV-2, sino también para cualquier amenaza emergente para la salud. De ahí mi mensaje: responsabilidad por parte de los gobiernos y del público en general por igual. Al entrar en 2023, los países de Europa y Asia Central deben redoblar sus esfuerzos para implementar estrategias efectivas comprobadas y evitar ser complacientes. Esto significa reinvertir urgentemente y volver a comprometerse con una vigilancia virológica y genómica mejorada, incluida la vigilancia de aguas residuales, siempre que sea factible”.

La OMS vigila de cerca la XBB.1.5, bautizada oficiosamente como kraken, para tratar de saber hasta qué punto puede suponer una amenaza epidemiológica para el continente. “El comportamiento en Europa no tiene por qué ser el mismo que en Estados Unidos”, ha matizado Smallwood. La XBB.1.5 es el resultado de dos mutaciones de la XBB, que es una fusión de dos variantes de la ómicron. El organismo estudia sus características y su expansión para determinar si se le puede considerar una variante nueva distinta a la ómicron (y por tanto ponerle oficialmente otro nombre) o si se mantiene como un sublinaje de esta.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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