En qué consisten los controles impuestos a los vuelos que llegan desde China
España aplica al país asiático las medidas que seguían en marcha hasta octubre para viajeros de fuera de la UE: vacunación o pruebas negativas
España ha dado desde este martes un paso atrás en la relajación de medidas frente a la covid. Ante el fuerte incremento de casos en China y pese a que los organismos técnicos no han emitido ninguna recomendación al respecto, el Ministerio de Sanidad ha establecido como obligatorio que los viajeros que lleguen del país asiático presenten un certificado de pauta vacunal completa o una prueba negativa. Son, como se recoge en el BOE del 31 de diciembre, medidas prácticamente idénticas a las que se exigían a los visitantes internacionales de fuera de la Unión Europea o la zona Schengen hasta el pasado 20 de octubre, cuando se levantaron por completo las restricciones a los viajes.
¿Qué se exige a quienes provengan de China?
Un certificado de pauta completa con las vacunas que establece la estrategia española, que incluye la de Oxford-AstraZeneca; la de Janssen; la de Pfizer-BioNTech; la de Moderna y también la china CoronaVac, de Sinovac. También se acepta un certificado que acredite haber pasado la enfermedad en los últimos 180 días.
¿Pueden entrar en España quienes no estén vacunados?
Sí, si presentan un certificado de prueba PCR negativa hecha en las 72 horas anteriores a su salida o una de antígenos en las 24 horas previas, siempre que estén reconocidas en la lista común de test rápidos acordada por el Comité de Seguridad Sanitaria de la Unión Europea.
¿Hay excepciones?
Sí, quedan excluidos de estas obligaciones las tripulaciones de los aviones, los niños menores de 12 años y los pasajeros que lleguen a España en tránsito a otros países, siempre que no abandonen el entorno aeroportuario y que su estancia en España no sea superior a 24 horas.
¿Quién controla que los viajeros tienen alguno de estos certificados?
Las compañías de transporte deberán garantizar que todos los pasajeros que embarquen con destino a España procedentes de la República Popular China tengan alguna de estas pruebas. “Previamente, las agencias de viaje, los operadores turísticos y compañías de transporte, así como cualquier otro agente que comercialice billetes aisladamente o como parte de un viaje combinado deberán informar a los pasajeros, en el inicio del proceso de venta de los billetes con destino a España, de las medidas de control sanitario”, según lo publicado en el BOE.
¿Habrá controles en los aeropuertos?
Sí, independientemente de tener las pruebas, todos los pasajeros que lleguen a España por vía aérea procedentes de China podrán ser sometidos a un control sanitario en el primer punto de entrada que incluirá, al menos, la toma de temperatura, un control documental y un control visual sobre su estado físico. Si las autoridades sanitarias así lo consideran, podrán también realizarles una prueba diagnóstica, según recoge el BOE. Fuentes sanitarias explican que en principio se realiza una prueba de antígenos y que, de dar positivo, se confirma con una PCR.
¿Qué sucede si algún viajero da positivo?
Las muestras serán analizadas para examinar si se trata de alguna variante de la covid distinta a las que ya circulan en España. El pasajero no está obligado a tomar ninguna acción concreta, dado que la normativa vigente ya no obliga a aislamientos ni cuarentenas. Se establece un protocolo de coordinación y comunicación con la comunidad autónoma a la que llegue (solo aterrizan vuelos de China en Madrid y Barcelona) por si fuera necesario un seguimiento médico. Las fuentes sanitarias consultadas explican que ante un positivo se recomendaría al pasajero precaución y el uso de mascarilla que, en cualquier caso, no es obligatoria en más supuestos que para el resto de la población.
¿Sirven para algo estas medidas?
Desde poco después de comenzar la pandemia, hace casi tres años, los expertos han insistido en la escasísima efectividad de los controles en los aeropuertos. El Centro Europeo de Control de Enfermedades ha emitido una nota este mismo martes explicando que las variantes detectadas en China ya están circulando en la UE y, como tales, “no suponen un desafío para la respuesta inmunitaria de los ciudadanos de la UE”. Este escenario podría cambiar si alguna de las variantes detectadas fueran distintas a las ya conocidas y evadieran la protección que confieren las vacunas y la inmunidad natural adquirida después de millones de contagios, algo que no ha sucedido en China. Por el momento, no hay ningún indicio que indique que esto vaya a pasar.
Incluso de ser así, las medidas puestas en marchas tienen una efectividad “muy limitada”, en palabras de Pedro Gullón, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología. Por un lado, es bien conocido que tener la vacuna no imposibilita el contagio, por lo que un certificado vacunal no es garantía de nada. Por otro, las pruebas no detectan la enfermedad cuando se está incubando, por lo que presentar una negativa tampoco asegura que el viajero no transporte el virus.
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