La UE permanece vigilante mientras Italia reclama ya un mecanismo común para controlar a los pasajeros desde China
Washington, Roma y Tokio imponen restricciones en los aeropuertos. El director de la OMS para Europa subraya la importancia de que los países compartan información sobre el virus
El tsunami de infecciones de covid que está experimentando China ha sembrado la alarma en el resto del mundo. Varios países, entre ellos Estados Unidos, han decidido imponer restricciones a los viajeros procedentes de China, después de que Pekín anunciara el fin de las cuarentenas para viajeros internacionales. El Comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión Europea se ha reunido este jueves de emergencia para “coordinar” la respuesta de Los 27 a la situación, aunque de la cita no han salido decisiones concretas. Solo Italia ha decidido imponer ya restricciones a los viajeros que llegan del país asiático, que deberán realizarse una prueba rápida de detección de coronavirus, y reclama a la UE un mecanismo común para controlar estos vuelos.
Roma defiende que realizar pruebas a los viajeros procedentes del gigante asiático es “esencial para asegurar la vigilancia e identificación de variantes del virus para proteger a la población italiana”, en palabras del ministro de Sanidad, Orazio Schillaci. Y reclama al resto de países de la Unión Europea hacer lo mismo, para que la medida tenga eficacia. La primera ministra, Giorgia Meloni, ha señalado este jueves que Italia solamente puede controlar el pasaje que llega en vuelos directos, pero no a los viajeros que entren a través de escalas o procedentes de otros países europeos. Y también ha explicado que el titular de Sanidad y el ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, ya han escrito a las instituciones europeas para pedir que se adopten medidas de forma coordinada dentro de la Unión y que el resto de socios sigan el ejemplo italiano. “Esperamos y deseamos que la Unión Europea trabaje en esta dirección”, ha insistido la mandataria italiana.
Meloni ha dicho este jueves que Italia, de momento, no ha encontrado ninguna mutación nueva del virus en los recién llegados de China que han dado positivo. Meloni ha precisado que ya han secuenciado la mitad de las muestras analizadas en Milán y todas corresponden a la cepa ómicron del coronavirus. De cualquier forma, la primera ministra ha defendido las medidas “inmediatas” adoptadas por su Gobierno para controlar la llegada de viajeros del país asiático.
Los representantes de los ministerios de Sanidad de Los Veintisiete se han reunido este jueves durante varias horas a iniciativa de Bruselas, aunque no han dado la respuesta que reclama Roma. “Tenemos que actuar de manera conjunta y continuaremos nuestras discusiones”, se ha limitado a decir el Comité de Seguridad Sanitaria en un escueto mensaje en las redes sociales al término de la reunión, de la que apenas se han dado detalles. “La coordinación de las respuestas nacionales a amenazas transfronterizas a la salud es crucial”, ha agregado.
El director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, ha recomendado por su parte a los países que están contemplando implementar medidas de rastreo que “aprendan de las lecciones del pasado”. Es especialmente importante “no discriminar a ninguna población o grupo en particular, sino tratar a todos con respeto”, según el alto funcionario. Además, ha instado a los gobiernos a “renovar los esfuerzos de vacunación” entre la población. Millones de europeos siguen sin estar protegidos contra la covid-19, ha recordado. “El actual escenario global subraya la urgencia” de vacunarse como “mejor protección contra las formas graves” de la enfermedad, insiste Kluge, que también ha alertado de las bajas reservas en muchos países de medicamentos “esenciales” como penicilina, las vacunas anticovid o los antivirales. Los países “deberían revisar sus necesidades y reponer sus suministros”. “Debemos planificar para estos tiempos inciertos”, ha remachado Kluge, en un mensaje con resonancias de los momentos más duros de la pandemia.
La UE decidió en octubre levantar las restricciones que quedaban a la libertad de movimientos en el seno de los Veintisiete y desde o hacia terceros países impuestas durante la pandemia. No obstante, se reservaron un “freno de emergencia”, que fuentes de la Comisión recuerdan que “puede ser activado si se necesita volver a imponer restricciones de manera coordinada”. Por el momento, no parece que haya interés en pisar el freno comunitario. Según el Ministerio español de Sanidad, en la reunión de Bruselas, “los países miembros han insistido en la importancia de continuar con una vigilancia activa, incluyendo la secuenciación del virus como herramienta fundamental”.
Por ahora, el Gobierno de España ha instado este jueves a la población a tener en cuenta este aumento “muy considerable” de infecciones a la hora de viajar al país asiático. “Si se visita el país, se recomienda estar al día en la vacunación”, ha comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Italia teme que el nuevo flujo de viajeros hacia y desde China aumente las probabilidades de que el virus circule por todo el mundo y provoque la aparición de nuevas variantes del coronavirus tras un periodo de evolución bastante estable a escala mundial. Roma recuerda la trágica situación que se vivió hace tres años con el estallido de la pandemia, que en Europa comenzó por Italia, y cómo perdió el control del rastreo de los contagios en parte por la falta de coordinación a nivel comunitario.
Ese miedo está particularmente presente en la región de Lombardía, la primera y más golpeada por el virus. Por eso, en su capital, Milán, se adelantaron y comenzaron a hacer pruebas a los viajeros procedentes de China ya hace unos días. Como ha explicado Meloni, de las 212 personas que aterrizaron el día 26 de diciembre en el aeropuerto milanés de Malpensa en dos vuelos, 97 dieron positivo, es decir, el 46%. Alertado por la magnitud de esas cifras, el Gobierno central ha decidido ampliar el control a todos los aeropuertos del país. Además, las autoridades sanitarias eligieron entre los positivos recién llegados de China, los 15 hisopos con mayor carga viral para secuenciar el virus y determinar qué variante es la predominante. De esa muestra todos corresponden a la variante ómicron, una mutación del coronavirus ya presente en Italia y en el resto de Europa, y frente a la que protegen las vacunas, una noticia tranquilizadora, en palabras de Meloni. Mientras tanto, se han enviado otros 15 hisopos más a los laboratorios para su secuenciación.
Hospitales en toda China se han visto desbordados por una explosión de casos de coronavirus después del desmantelamiento de la política cero covid. Sin embargo, el país anunció el lunes que levantaría la exigencia de hacer cuarentena a las personas llegadas del extranjero a partir del 8 de enero, lo que llevó a numerosos chinos a planificar viajes internacionales. En respuesta, varios países como Estados Unidos anunciaron que exigirían pruebas negativas de covid-19 para admitir a visitantes procedentes del gigante asiático. Italia, Japón, India y Malasia también han anunciado medidas restrictivas.
Mientras, Pekín critica la “exageración, difamación y manipulación política” de la prensa occidental sobre la situación de la pandemia en el país. “El actual desarrollo de la situación epidemiológica china es predecible y está controlado”, aseguró el miércoles el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
China aún no admite la entrada de visitantes extranjeros, y mantiene suspendida la emisión de visados para turistas internacionales y estudiantes. Pero el levantamiento de la cuarentena obligatoria despertó un enorme interés entre los habitantes de China por viajar al exterior, después de estar en gran medida confinados en su propio país desde que Pekín impuso restricciones en marzo de 2020.
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