El PSOE asume las tesis de Unidas Podemos sobre la autodeterminación de género y renuncia a presentar nuevas enmiendas a la ‘ley trans’
El texto que llegará a la Cámara baja será, en principio, el actual, que establece que los menores entre los 14 y 16 años podrán cambiar el sexo en el carné de identidad sin necesidad de aval judicial
Nunca nada es seguro hasta que no se publica en el Boletín Oficial del Estado, pero este lunes, Unidas Podemos (UP) ha ganado la batalla política que mantenía con sus socios de Gobierno en la ley trans: la de la libre autodeterminación de género, que una persona pueda cambiar el sexo y el nombre en el DNI solo con su voluntad. Esto, eje de la norma y motivo de un incendio constante y profundo entre UP y PSOE, se va a mantener como está en la redacción actual: el cambio registral entre los 12 y los 14 con aval judicial; con consentimiento de padres, madres o representantes legales entre los 14 y los 16; y libre a partir de los 16.
Esto es lo que se ha decidido la tarde de este lunes en la comisión de Igualdad: con 13 votos a favor, 23 en contra y ninguna abstención, UP ha conseguido vetar la enmienda socialista sobre la necesidad de aval judicial para cambiar el nombre y el sexo en el DNI para los menores de entre 14 y 16 años, que era el grupo de edad al que las socialistas querían extender ese requisito. Y el PSOE ha decidido asumir que han perdido esta batalla.
Tres fuentes socialistas confirman a EL PAÍS que el principal partido del Gobierno renunciará a modificar la autodeterminación de género cuando la ley trans se tramite en el pleno del Congreso y que, por tanto, se respetará el texto de la futura normativa tal y como ha quedado en la comisión de Igualdad. Las fuentes gubernamentales y del grupo parlamentario socialista consultadas subrayan que no tendría ningún sentido mantener viva la enmienda para ampliar el aval judicial al cambio de sexo registral a los adolescentes entre los 14 y los 16 años después de haberla perdido en la comisión. El PSOE “respetará la decisión del legislativo” y, en consecuencia, “no tendría sentido” presentar de nuevo la enmienda.
Ahora, ese texto, intacto respecto a la autodeterminación, será el que vaya al pleno del Congreso. “Hasta este miércoles, los distintos grupos parlamentarios tienen tiempo para presentar enmiendas”, ha recordado durante la sesión la presidenta de la comisión, Carmen Calvo. Es decir, que lo que se vote en la Cámara baja aún podría tener modificaciones. Sin embargo, es difícil que tras la decisión tomada en la comisión de este lunes se produzca una votación en otro sentido en la Cámara baja, y una vez asumida la derrota por el PSOE, no se prevén cambios en cuestiones troncales de la norma.
Para Andrea Fernández, la secretaria de Igualdad socialista, el rechazo de la comisión a su propuesta ha sido recibido “con total normalidad democrática”. “El PSOE se comprometió a llevar los textos a comisión para que se votaran, se aprobaran o se rechazaran, con total transparencia”, ha añadido. Y Ángela Rodríguez, la secretaria de Estado de Igualdad, de Podemos, ha afirmado que este es “un paso más, relevantísimo, con todos los derechos que debían estar”, también para “las infancias trans”.
Según Rodríguez, antes de “las uvas de este año la ley trans será ley”. Algo que también, hasta ahora, ha sido el objetivo y la previsión del Gobierno: llegar a 2023 con la norma aprobada en el Congreso. Aunque el margen de tiempo es ya mínimo antes del parón político por las Navidades, la salida este lunes de la comisión de Igualdad es un paso más para que eso suceda.
Meses de tensiones y batallas internas
La autodeterminación de género lleva meses provocando rupturas en el movimiento feminista, en el Ejecutivo, y de forma interna en el propio PSOE. Una cuestión que hasta hace tres meses parecía intocable. El 27 de junio de este año, la llamada ley trans salió del Consejo de Ministros. Es decir, había consenso dentro de los socios de Gobierno sobre el texto que iba a llegar al Congreso, incluida la libre autodeterminación de género.
Sin embargo, en una cascada de debates, tensiones y fuertes discusiones que se han precipitado desde entonces, ese consenso dejó de existir y el PSOE decidió a finales de octubre virar y presentar una serie de enmiendas que modificaban aquello que dijeron que no tocarían: la autodeterminación. Después de tres meses de incendios internos y externos, y apurando las fechas, el cambio libre de sexo en el DNI para los mayores de 14 años se queda según se cerró en el texto, común, que aprobó el Consejo de Ministros en verano.
La autodeterminación, aunque ha supuesto el gran escollo, no ha sido el único. Entre las enmiendas presentadas por las socialistas había otras dos que también generaban cierto conflicto y que en principio no contaban con el apoyo del bloque de izquierdas. Una, la de la reversibilidad (volver a recuperar el sexo anterior a la autodeterminación), no ha salido adelante. El texto actual establece que el primer cambio y el siguiente del sexo en el Registro Civil no requerirán nada más que la voluntad, pero que, si hay ya un tercero, será a través de un procedimiento judicial, lo que se llama jurisdicción voluntaria. El PSOE quería que ya a partir del segundo cambio ese paso judicial fuese necesario.
La otra, que sí ha sido aprobada, era la de no equiparar la violencia intragénero con la violencia machista en el texto. El proyecto de ley hasta ahora tiene un artículo específico, el 65, de “Medidas de protección frente a la violencia en el ámbito familiar y frente a la violencia intragénero”, la que se da en las relaciones afectivas o sexuales entre personas del mismo sexo y/o género. Ese artículo establece una equivalencia con las de violencia machista, otorgándoles los mismos derechos laborales y de Seguridad Social, algo que según las socialistas supone perder la especificidad de la violencia machista, para la que se creó la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en 2004.
La enmienda del PSOE, aprobada, propone eliminar el término “violencia intragénero”, para que el artículo sea “Medidas de protección frente a la violencia en el ámbito familiar”, otorgando a las víctimas de violencia intragénero los mismos derechos que a las víctimas de violencia doméstica (la ejercida contra o entre hijos, abuelos u otros familiares o personas que convivan en el mismo hogar).
Otras enmiendas
Y no han sido las únicas que se han aprobado. También se incluirá en el texto una nueva sección para promover un turismo “diverso e inclusivo donde se visibilice a las personas LGTBI como agentes o sujetos de la actividad turística, con especial énfasis en el medio rural”; la propuesta de un articulado más extenso para las personas LGTBIQ en el ámbito rural, para que las administraciones públicas garanticen “la igualdad efectiva en el acceso a los recursos y servicios dirigidos a las personas LGTBI en el ámbito rural, en las mismas condiciones que las personas residentes en entornos urbanos”; o “el estudio del sexilio”, que es “el abandono de las personas LGTBI de su lugar de residencia por sufrir rechazo, discriminación o violencia, dándose especialmente en las zonas rurales”.
La propuesta es que “en el plazo de un año desde la aprobación de esta ley, a través del Consejo de Participación de las Personas LGTBI, se establecerán los mecanismos adecuados para recabar datos sobre la migración de las personas LGTBI dentro de España. Teniendo en cuenta los datos que se obtengan se contemplará, en su caso, el sexilio como causa de despoblación dentro de las medidas sobre políticas de despoblación del Gobierno de España”.
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