El Defensor del Pueblo impulsa una unidad móvil para atender a grupos de víctimas de abusos que residan fuera de Madrid
La comisión asesora que dirige la investigación de la pederastia en la Iglesia española ya ha atendido a 253 afectados y ha recibido más de 400 mensajes en sus canales de contacto
EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.
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El Defensor del Pueblo impulsará en las próximas semanas una unidad móvil de especialistas para atender a grupos de víctimas de pederastia en la Iglesia que residan fuera de Madrid, según ha informado este viernes la comisión asesora que está coordinando la investigación sobre los abusos sexuales cometidos por clérigos que el Congreso de los Diputados encargó a Ángel Gabilondo, titular de la entidad, el pasado marzo. “Hemos creído pertinente facilitar el contacto con nosotros a quienes deseen ofrecer su testimonio presencialmente y no tengan las posibilidades de trasladarse a Madrid. Por tanto, miembros de la unidad se desplazarán, cuando las circunstancias lo aconsejen, a otros puntos de España”, ha puntualizado en una nota de prensa Gabilondo.
La decisión, afirma un portavoz del defensor, se ha tomado tras recibir “bastantes” peticiones de los afectados de querer contar su testimonio en una entrevista presencial. “De las 253 víctimas que hemos atendido ya, 149 han sido en persona. En algunos casos hemos acudido a Pamplona, Zaragoza y Toledo, por lo que ya hemos probado esta iniciativa y ha dado buen resultado”, ha explicado dicho portavoz a EL PAÍS. El Defensor ya ha fijado tres desplazamientos para noviembre: Barcelona, del tres al nueve; Sevilla, del 17 al 18; y Vigo, del 28 al 29. El organismo público ha matizado que estas salidas se realizarán cuando exista “un número significativo de solicitudes por parte de las víctimas en una ciudad o provincia”.
La investigación dirigida por Gabilondo comenzó a principios de julio, cuatro meses después de que el Congreso aprobase por mayoría —solo se opuso a la votación VOX― encomendarle la primera investigación oficial de este tipo en la historia de España. En este tiempo la institución ha atendido a 253 víctimas de los más de 400 correos electrónicos, llamadas y otras comunicaciones que han recibido a través de sus canales de contacto. Más del 80% son hombres. “Lo que realmente nos importa y preocupa, más que el número de testimonios, es escuchar a las víctimas y hacerlo con respeto, seriedad, discreción y confidencialidad”, ha reiterado el Defensor. Los canales de contacto que la institución ha abierto son: el correo electrónico atencionvictimas@defensordelpueblo.es, el teléfono gratuito 900 111 025, presencialmente en un local que la entidad ha alquilado para este cometido —su ubicación no es pública para proteger la intimidad de los supervivientes— y la dirección postal del Defensor (calle Zurbano, 42, 28010, Madrid).
El equipo de Gabilondo que está ejecutando la investigación está formado por un equipo de escucha —compuesto por una decena de personas contratadas a tiempo completo—, una estructura informática para recopilar los datos y garantizar la protección de datos y una comisión asesora formada por 17 especialistas y tres miembros de la oficina del Defensor del Pueblo, el mismo Gabilondo y sus dos adjuntas, Teresa Jiménez-Becerril y Patricia Bárcena. Su trabajo consiste en recopilar los testimonios, valorarlos y analizarlos, con el objetivo de elaborar un informe —que deberá entregar al Congreso— que refleje la dimensión real del problema de los abusos en la Iglesia y su encubrimiento, así como la responsabilidad de los poderes públicos.
Por otro lado, Gabilondo también solicitó oficialmente a EL PAÍS los casos de abusos sexuales a menores cometidos por clérigos que este diario ha verificado y publicado a lo largo de su investigación periodística —puesta en marcha desde octubre de 2018— para integrarlos en su informe. No hay ninguna estadística oficial ni eclesiástica sobre la realidad de la pederastia eclesiástica española. El único cómputo es el realizado por este diario y que aparece reflejado en su base de datos, donde el recuento de los casos que han salido a la luz se eleva a 856 acusados y 1.607 víctimas. EL PAÍS ha recibido más de un millar de correos electrónicos en su buzón de denuncia, ha publicado más de un centenar de casos y ha entregado al Vaticano, a la Iglesia española y al Defensor del Pueblo dos informes con 451 acusaciones no publicadas hasta ahora. También están en manos de la Fiscalía, aunque la mayoría han prescrito. Este diario también ha podido acreditar, a través de sentencias canónicas, documentos inéditos y denuncias de las víctimas, cómo al menos 39 obispos españoles silenciaron, ocultaron, taparon o encubrieron casos de pederastia en sus diócesis.
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