Los obispos españoles abren una ventanilla digital para denunciar casos de pederastia en la Iglesia
La Conferencia Episcopal Española lanza una página web para “dar luz” sobre los pasos que está dando para hacer frente a los escándalos de abusos
EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.
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La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha lanzado este lunes un sitio web para “dar luz” sobre los pasos que está dando para hacer frente a las decenas de casos de abusos que han salido a la luz en los últimos años. La página, de nombre Paradarluz.com, tiene también como objetivo que las víctimas que deseen denunciar su caso ante la Iglesia puedan contactar con la diócesis u orden religiosa correspondiente. Para ello, dispone de una pestaña con los contactos de las oficinas de atención de víctimas de las 70 diócesis españolas y, de momento, de siete congregaciones religiosas —en España son 36 congregaciones las señaladas con casos de pederastia—. “Es mucho lo que hemos hecho, y en esta página web puede verse; pero no es suficiente. Nunca lo es frente al sufrimiento. Por eso abrimos este espacio virtual en el que toda la sociedad podrá conocer las decisiones tomadas y las que estamos dispuestos a tomar”, ha dicho el cardenal Juan José Omella, presidente de la CEE, en una carta de presentación en la plataforma. “La lacra que son los abusos a menores es una lacra que no distingue. Nos duele a todos y por eso, nos afecta a todos”, ha añadido Omella en la misiva.
En los últimos cuatro años la Iglesia española ha sufrido una avalancha de casos de abusos, que ya suman 840 acusados y casi 1.600 víctimas. Hasta este año, después de que EL PAÍS entregase al Vaticano y a la Conferencia Episcopal Española dos informes con 451 casos inéditos para que los investigasen, el discurso de los obispos españoles ante esta realidad era negacionista. “Son solo pequeños casos”, dijo el actual secretario y portavoz de la CEE, el arzobispo Luis Argüello, en noviembre de 2021 en una conferencia de prensa. Tres meses después, los obispos reconocieron su lentitud y encargaron una auditoría interna sobre el problema al bufete de abogados Cremades & Calvo-Sotelo. Ahora, el paso de crear esta web se encamina más hacia la transparencia, tan poco habitual en la Iglesia española, que sigue sin informar de una cifra exacta de cuántos casos realmente conoce y de cuántos ha encubierto.
“En la Iglesia española llevamos más de una década trabajando incansablemente para eliminarla y acompañar y acoger a quienes la han sufrido más directamente”, explica el presidente de la CEE. En la plataforma, los obispos han seleccionado las notas de prensa sobre los avances que han ido publicando en los últimos años: los trabajos de la investigación de Cremades, la creación de las oficinas de atención a víctimas en 2019 y la cifra aproximada de los 506 casos que han llegado a estas entidades —el pasado mes de marzo, la CEE reconoció que algunos de estos casos podían estar duplicados y no informó de si son todos los casos de los que tiene constancia—.
Los obispos también ofrecen en la web respuestas a las “preguntas frecuentes” que puedan tener las víctimas —”¿quién puede investigar los abusos?”, “¿qué hace la Conferencia Episcopal cuando recibe una denuncia?”, “¿se puede denunciar si los delitos son muy antiguos?”, entre otras—, además de una recopilación de documentos sobre la legislación canónica vigente que trata el tema de la pederastia.
La conferencia ha evitado pronunciarse en este espacio sobre las acusaciones que pesan sobre los obispos por encubrir o silenciar casos de abusos, tampoco sobre cómo la Iglesia española está trabajando en esta cuestión. El ocultamiento de estos delitos por los prelados españoles ha sido un fenómeno ampliamente denunciado: al menos 39 obispos están acusados y señalados de haberlo hecho, según ha podido acreditar este diario a través de sentencias canónicas, documentos inéditos y denuncias de las víctimas. Las acusaciones apuntan a que estos prelados impidieron que los pederastas fuesen juzgados civil o canónicamente y que estos hechos se conocieran públicamente. Los obispos siguieron diversas maniobras: mantener al supuesto abusador en su destino sin investigar los hechos, trasladarlo de parroquia ante las primeras quejas e incluso enviarlo a otro país. En algunos casos las víctimas acudieron al obispo mientras estaban sufriendo los abusos, y en otras ocasiones y años después, cuando el delito había prescrito, pero el acusado seguía vivo.
Otro tema del que tampoco se informa en la web es el de las indemnizaciones a las que tienen derecho las víctimas y que la Iglesia está obligada a pagar si se prueba el delito, según el derecho canónico, incluso si el agresor ha fallecido. Tampoco matiza cuánto han pagado los obispos en compensaciones, a pesar de que la CEE tiene la potestad de reclamar directamente a cada prelado la cantidad que se ha gastado en ello. Según el cálculo que resulta de la base de datos de EL PAÍS entre sentencias canónicas y de los tribunales civiles, la Iglesia española se ha visto obligada a pagar al menos 2.063.728 euros de euros en indemnizaciones a 173 víctimas en las últimas cuatro décadas.
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