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Johnny Depp contra Amber Heard: visto para sentencia

El jurado ya tiene la palabra para elegir entre dos versiones totalmente opuestas

Amber Heard y Johnny Depp al salir de la corte en Fairfax, Virgina.Foto: Steve Helber | Vídeo: EPV
Miguel Jiménez

¿Ha dicho Amber Heard la verdad o “ha representado el papel de su vida”, como afirma la abogada de Johnny Depp? ¿Agredió y violó el actor a su mujer, como ella sostiene, o fue la actriz la que abusó de su marido, como dice él? La dos versiones de la misma historia son completamente opuestas. Los testimonios no son concluyentes; las pruebas, tampoco, aunque algunas grabaciones dejen a Depp y a Heard en mal lugar. El juicio ha acabado. Visto para sentencia. El jurado tiene la palabra.

El viernes, la palabra la tuvieron los abogados de las dos partes. En unas cuatro horas se condensó el mes y medio de sesiones maratonianas en que la intimidad de una pareja de estrellas de Hollywood quedó expuesta ante todo el mundo. En la entrada del juzgado y en las redes sociales, la gente ha tomado mayoritariamente partido por Depp, mucho más famoso y popular, antes que por Heard, víctima de humillaciones y burlas.

La abogada Camille Vasquez habla con su cliente, Johnny Depp, en la sesión final del juicio.
La abogada Camille Vasquez habla con su cliente, Johnny Depp, en la sesión final del juicio.Steve Helber (AP)

Los siete miembros del jurado popular se reunieron por primera vez el viernes, pero no llegaron aún a un veredicto unánime. Volverán a verse el martes, después del festivo del lunes. No se trata de un caso penal: no hay denuncia de un delito de violación, agresión sexual o maltrato físico de ningún tipo. Lo que el jurado debe decidir es si un artículo publicado por Amber Heard en The Washington Post en 2018 difamó y perjudicó a Johnny Depp. En él, Heard se presentaba como una “figura pública que representa el abuso doméstico” [ese fue el término que ella utilizó, porque, en Estados Unidos, no se usa como tal el concepto de violencia machista].

Depp sostiene que perdió contratos por esa acusación (aunque no se lo citaba expresamente) y que fue la causa de que se cancelara la sexta entrega de Piratas del Caribe, su saga de mayor éxito. Reclama una indemnización de 50 millones de dólares (unos 47 millones de euros al cambio actual). Heard, en cambio, considera que ella es la perjudicada. Cree que el hecho de que la abogada de Depp dijera que las acusaciones eran un invento la ha perjudicado y ha hecho que tampoco la contraten. Reclama 100 millones de dólares. No se trata de delitos. Se trata de dinero. Pero no solo de dinero. Es, sin duda, algo personal.

La exposición de conclusiones por parte de los abogados arrojó un contraste sorprendente. Camille Vasquez, la abogada de Depp, protagonizó un alegato lleno de carga emocional, alternado con algunas grabaciones y fotografías incriminatorias para Amber Heard. Sus mensajes fueron contundentes y completos, una exposición de cada episodio tratado en el juicio, acusaciones de mentirosa a la actriz y descripción del daño provocado al actor.

Frente a eso, el abogado de Heard esgrimió el folleto de instrucciones para dirimir el caso que la jueza había dado a los miembros del jurado y vino a decir que a fin de cuentas el artículo de Amber Heard no era necesariamente sobre Johnny Depp, que cuando se habla de abuso no tiene por qué ser una agresión física o una violación, sino que basta con que hubiera abuso financiero o psicológico, que el artículo de la actriz no estaba pensado para difamar a su exmarido y que en todo caso está protegido por la libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Emoción frente a tecnicismo.

Vasquez empezó recordando que el 27 de mayo de 2016 Heard fue a un juzgado de Los Ángeles a pedir una orden de alejamiento contra Depp. Afirmó que con ello, “arruinó su vida al decir falsamente al mundo que era una víctima de maltrato doméstico [violencia machista] a manos del señor Depp”. Y apeló directamente al jurado: “Hoy, exactamente seis años después, les pedimos que le devuelvan su vida diciéndole al mundo que el señor Depp no era el maltratador, sino que lo era la señora Heard y que la hagan responsable de su mentira”.

La abogada sostuvo que aquella denuncia fue un montaje, que Heard avisó a un paparazi para que le hiciera una foto saliendo del juzgado con una lesión simulada. La acusó de, dos años después, en pleno auge del movimiento Me Too, “representar el papel de su vida hasta este juicio”, haciéndose pasar por víctima de violencia de género con el artículo del Washington Post. “Hay una maltratadora en esta sala, pero no es el señor Depp; hay una víctima de maltrato, pero no es la señora Heard”. Dijo que hubo “maltrato físico, verbal y emocional” por parte de ella, que lo cometía pensando que su víctima no le haría frente nunca. En ese momento intercaló una grabación en que se escucha a la actriz decirle a su entonces marido que vaya si quiere y la denuncie, que nadie le va a creer.

La abogada se empleó a fondo en presentar a Heard como una persona violenta, maltratadora y cruel, desequilibrada mental y emocionalmente, con ataques de ira, necesidad de atención, manipuladora y mentirosa. Y fue insertando teatralmente los audios incriminatorios para ella, en los que reconoce haber golpeado al actor en tono violento. “Esa es la verdadera señora Heard, no la que han visto en este juicio”, dijo la abogada. “Lo que ustedes no habrán oído en este caso es ninguna grabación del señor Depp admitiendo que golpeó, pateó o agredió a la señora Heard. No existe. No ocurrió”. Y recordó que tampoco hay ninguna grabación en que se les oiga hablar de ningún tipo de abuso sexual ni hay señales del mismo.

Vasquez también atacó a Heard por haber dicho que había entregado los siete millones de dólares que recibió de Depp por el divorcio a la caridad, cuando en realidad no lo ha hecho, sino que tiene el compromiso de hacerlo. El interrogatorio donde eso se pudo de manifiesto fue uno de los momentos más tensos dialécticamente del juicio.

“Se la pilla en una mentira y trata de encubrirla con más mentiras. Así que vamos a hablar de la mentira gigante que hay en el corazón de este caso. La señora Heard afirma que señor Depp es un monstruo abusador, y que ella es una figura pública que representa el abuso doméstico”. Según la abogada de Depp, la actriz ha representado “el papel de su vida como una superviviente heroica de un abuso brutal” y para tratar de convencer al jurado de que Depp es un “violador”.

La abogada señaló lo que consideraba contradicciones e inconsistencias del relato de Heard. Subrayó que no hay registros médicos, que no contó a sus amigas ni a nadie nada, que nunca denunció, que no hay fotografías ni vídeos probatorios... Proyectó fotografías de la actriz tomadas en público en la que no se le aprecia ningún rasguño y que son inmediatamente posteriores a episodios como en el que ella decía que temía que le hubiera roto la nariz. Y de otras dijo que estaban manipuladas.

El otro abogado de Depp, Ben Chew, descendió a algunos detalles más técnicos, pero mantuvo el tono general. Tras recordar que Kate Moss había desmentido un rumor de maltrato al que aludió Heard en el juicio, se preguntó: “¿Ha aparecido alguna otra mujer? Esto es el Me Too sin Me Too”, dijo.

Benjamin Rottenborn, abogado de Heard, empezó su alegato con fuerza: “Piensen en el mensaje que el señor Depp y sus abogados están enviando a Amber y, por extensión, a todas las víctimas de abuso doméstico [violencia machista] en cualquier lugar. Si no tomaste fotos, no sucedió. Si tomaste fotos, son falsas. Si no se lo contaste a tus amigos, estás mintiendo. Si se lo contaste a tus amigos, son parte del engaño. Si no buscaste tratamiento médico, no estabas herida. Si buscaste tratamiento médico, estás loca”, proclamó, caricaturizando los argumentos de la defensa de Depp.

Y siguió por ese camino un minuto más: “Si haces todo lo posible para ayudar a tu cónyuge, a la persona que amas, a dejar atrás el aplastante abuso de drogas y alcohol que te hace convertirte en un monstruo rabioso y abusivo, eres rara. Y si finalmente decides que ya es suficiente, que ya has tenido suficiente miedo, suficiente dolor y tienes que irte para salvarte, eres una cazafortunas. Ese es el mensaje que el señor Depp les pide que envíen. Pero no se para ahí. Porque en el mundo del señor Depp, no se deja al señor Depp. Y si lo haces, iniciará una campaña de humillación global contra ti. Hará todo lo que pueda para destruir tu vida y tu carrera”, señaló a los miembros del jurado.

Después de ese potente inicio, sin embargo, empezó a repasar punto por punto las instrucciones que el jurado había recibido para resolver el caso. Quizá eso le resulte eficaz jurídicamente, pero al hacerlo no parecía importarle desacreditar en parte a su propia defendida. En las instrucciones, por ejemplo, se pide al jurado que conteste a la pregunta de si la frase de que Amber “se convirtió en una figura pública representativa del abuso doméstico [de la violencia de género]” es cierta o no.

La juez Penney Azcarate explica al jurado las instrucciones para dar su veredicto en la última sesión del juicio de Johnny Depp contra Amber Heard.
La juez Penney Azcarate explica al jurado las instrucciones para dar su veredicto en la última sesión del juicio de Johnny Depp contra Amber Heard.Steve Helber (AP)

El abogado dijo que esas palabras son ciertas, pero parecía desvincularlo del hecho de que Heard hubiera sufrido las agresiones y violaciones que declaró durante el juicio. Lo que defendía era su libertad de expresión para escribir esas palabras. Para valorar si ha habido difamación, también se le pide al jurado que diga si esa afirmación es sobre Johnny Depp, y el abogado venía a decir que no necesariamente esa frase o el artículo era sobre Depp.

Más aún, sostuvo que aunque la declaración fuera mentira y versara sobre Depp, solo se podía condenar a Amber Heard si había tenido intención de difamar. El abogado sostuvo que no la tuvo, que la razón de ser del artículo era proponer medidas legislativas para proteger a quienes denuncien abusos. Rottenborn también afirmó que a Heard le habían cambiado el titular del artículo. Un clásico.

Amber Heard y su abogada Elaine Bredehoft en la última sesión del juicio.
Amber Heard y su abogada Elaine Bredehoft en la última sesión del juicio.Steve Helber (AP)

Puesto que se trata de un caso de difamación, tiene sentido que la defensa de Heard se centrase sobre todo en la libertad de expresión recogida en la Primera Enmienda. Y puesto que se trata de una demanda con unas reglas jurídicas, tal vez tenía sentido poner énfasis en la parte procedimental para intentar ganar el pleito. Pero después de un juicio tan mediático, de unas sesiones tan dramáticas, resultaba un poco desconcertante que el propio abogado de Heard viniese a decir que lo de menos era si la actriz se había inventado parte de las agresiones o si la violación no era real.

“Señoras y señores, déjenme ser muy claro”, sostuvo Rottenborn. “Si Amber sufrió abusos del señor Depp, aunque sea solo una vez, entonces ella gana. Una vez, y no estamos hablando solo de abuso físico. Estamos hablando de abuso emocional, abuso psicológico, abuso financiero, abuso sexual. De eso estamos hablando”, dijo el abogado.

También resultó un poco desconcertante una parte de la intervención de otra abogada de Heard. Elaine Bredehoft admitió que la petición que hacía su clienta de una indemnización de 100 millones de dólares era poco menos que absurda, que solo querían “mandar un mensaje”, dado que la demanda de Depp era de 50 millones. “No les estamos pidiendo 100 millones de dólares, les pedimos que valoren los daños y sean justos y razonables”.

En los turnos de réplica finales, cada parte se mantuvo fiel a sus principales argumentos. “Amber Heard ha hecho el papel de su vida contando historia tras historia de abuso”, insistieron los abogados de Depp, minando la credibilidad de la actriz. “[Lo que ha hecho es] subir al estrado y mentir acerca de que fue violada con una botella. Y si mintió sobre eso, ¿sobre qué más mintió?”, dijo Vasquez.

En el otro lado, Rottenborn seguía presentando la demanda como un caso de libertad de expresión, no de abusos.

“Es hora de decirle al señor Depp que esta era su última oportunidad. Díganle que siga con su vida. Díganle que deje a Amber seguir con la suya. Defiendan la libertad de expresión. Defiendan la Primera Enmienda. Este juicio es mucho más que Johnny Depp contra Amber Heard. Se trata de la libertad de expresión, defiéndanla, protéjanla y rechacen las demandas del señor Depp en su contra”, señaló el abogado.

Seguidores de Johnny Depp y Amber Heard en las cercanías del juzgado de Fairfax donde se ha estado enjuiciando la demanda que los enfrenta.
Seguidores de Johnny Depp y Amber Heard en las cercanías del juzgado de Fairfax donde se ha estado enjuiciando la demanda que los enfrenta.EVELYN HOCKSTEIN (REUTERS)

Cuando la sesión, y con ella el juicio, estaba acabando, en algunos teléfonos de la sala empezó a sonar una alerta de emergencias. La jueza dijo que creía que era una “Amber alert”, que es como se llama a los avisos urgentes de niños desaparecidos. Era, en realidad, una alerta de tormenta, como la que lleva descargando sobre Amber y Johnny en el juzgado de Fairfax desde hace mes y medio.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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