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Twitter ayuda a localizar la casa de una niña en riesgo de sufrir abusos en España

La policía difunde las fotos de la habitación de una menor y logra hallarla en un par de horas gracias a la colaboración ciudadana

Una de las imágenes de la habitación de la menor en riesgo.
Una de las imágenes de la habitación de la menor en riesgo.
El País

Era, sin duda, una habitación infantil: peluches, recortables de búhos y corazones, cromos... Las fotos que mostraban ese dormitorio aparentemente de niña habían sido obtenidas durante una investigación judicial por pornografía infantil, lo que apuntaba a que la menor que allí dormía estaba en riesgo de ser víctima de abusos, al menos por internet, de la red bajo investigación. Pero no había nombres ni manera de identificar al dueño de ese cuarto, salvo las pistas de las propias fotos. ¿Entonces cómo localizar a la víctima y evitar males mayores? La Policía Nacional lo ha conseguido tras publicar en @policia, su cuenta de Twitter (3,6 millones de seguidores), tres fotos del dormitorio, que ha sido reconocido por algunos usuarios de la red social. Los padres de la niña ya están avisados. Y todo en tiempo récord.

La alerta policial fue difundida a las 11.26 de este lunes. Los investigadores colgaban un tuit con tres fotos y un mensaje contundente: “Muy importante. Una menor podría estar en riesgo. Por favor mira bien estas fotos y escríbenos a cgpj.bitpm3@policia.es si reconoces esta habitación”. Las imágenes (ya borradas del tuit, una vez logrado el objetivo) mostraba una pared decorada con cuatro búhos de papel o cartón pintados de colores y una medalla deportiva, además de algunos cojines; otra enseñaba una cama pegada a una pared sobre la que hay varios cojines de peluches, así como la puerta de la habitación cerrada con prendas de vestir y bolsos en un perchero; una tercera imagen dejaba ver las puertas de un armario de color madera de pino, tal y como detalla Efe, con cromos pegados. A pesar de que la calidad no era nítida, se podía ver en esta última fotografía dos dibujos y unos adornos con forma de corazón que decoraban el vestidor.

Poco más. Y el asunto tenía una complicación más. La petición de ayuda debería permitir localizar a la menor, pero no identificarla públicamente, lo que la revictimizaría y, además, podría suponer un delito por parte de la policía (al no preservar por todos los medios cualquier elemento que pudiera permitir identificar a una menor víctima de un delito).

Fuentes policiales han señalado a Efe que se trata de una investigación abierta de pornografía infantil que sigue la unidad de la Ciberdelincuencia y que actualmente está judicializada. De hecho, el juzgado ha autorizado la difusión de estas imágenes para intentar impulsar las pesquisas de la Policía. El riesgo, por tanto, era elevado como para que los investigadores intentaran este movimiento, no inusual aunque sí novedoso en las formas.

El caso ha sido resuelto en apenas unas horas, según la propia policía ha contado en su cuenta: “Vuestros correos electrónicos han permitido identificar la habitación (y en tiempo récord). Muchísimas gracias. Nuestros agentes ya se han puesto en contacto con los familiares de la menor y continúan las investigaciones”. Los agentes, por tanto, han podido comprobar la información de la menor, pese a todo, y han contactado con los familiares de la niña para alertarles y que tomen medidas.

No es la primera vez, ni será la última, que la Policía Nacional pide colaboración ciudadana a través de sus redes sociales para tratar de avanzar en alguna investigación, como antes se reclamaba con avisos en la radio. En 2018, por ejemplo, difundieron una llamada anónima a la Cruz Roja de Madrid que resultó ser clave para esclarecer el crimen de un anciano de 81 años que murió asfixiado tras ser maniatado y amordazado el 4 de febrero de 2017 en Santander. En Alemania, la policía también detuvo al violador de una niña de cuatro años en 2017 veinticuatro horas después de difundir las fotos de la pequeña como último recurso para llegar hasta el agresor, pues había colgado imágenes de los abusos sexuales en la llamada “red oscura” (deep web).

Otro detalle de la habitación.
Otro detalle de la habitación.

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