España registra un nuevo máximo de contagios de la pandemia con más de 161.000 casos notificados en un día

La acelerada circulación de la variante ómicron sigue pulverizando los registros de la pandemia en España día tras día. El informe diario del Ministerio de Sanidad recoge este jueves 161.688 nuevos casos, una cifra que destroza el anterior máximo que hace solo 24 horas había quedado fijado en poco más de 100.000 contagios. En total, ya son casi 6,3 millones los diagnósticos notificados desde marzo de 2020 en un día en el que Sanidad también ha comunicado 74 nuevos fallecimientos.

La incidencia ha escalado otros 267 puntos hasta situarse en 1.775 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, unos registros impensables hace solo un mes. Las comunidades que más eficaces están siendo en localizar los casos positivos, como Navarra, presentan una incidencia de 3.810 casos, lo que supone que a uno de cada 26 habitantes de esta comunidad le ha sido diagnosticada la infección en las dos ultimas semanas.

Los sistemas de detección están al límite y los casos reales, apuntan todos los expertos, son en estos momentos en España muchos más que los que recogen los registros oficiales. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, admitió este miércoles que el crecimiento exponencial de casos ha provocado un “embotellamiento” en los sistemas de información que el Gobierno y las comunidades están tratando de resolver.

Desbordada buena parte de la atención primaria, la presión asistencial también sigue creciendo sobre los hospitales, aunque en menor medida que el incremento de casos. En estos momentos hay 10.768 enfermos ingresados, 357 más que el miércoles, de los que 1.803 (30 más) lo están en las unidades de cuidados intensivos (UCI).

La positividad (que refleja el número de pruebas diagnósticas que detectan el virus en el paciente) también ha marcado este jueves un nuevo máximo al llegar al 20,5%.

Las previsiones que manejan las administraciones son que el número de casos y el resto de indicadores sigan creciendo durante los próximos días, al menos hasta bien entrado enero.

El crecimiento desbocado de los casos, y la mayor levedad de la mayoría de ellos, está obligando a adaptar la respuesta del sistema sanitario a la nueva situación provocada por el virus. Santiago Moreno, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, considera que esta situación obliga a “repensar algunas cosas que se han venido haciendo durante los dos últimos años”.

“No sé si ya vale mucho la pena hacer test a los contactos asintomáticos o aislar a todos los casos positivos. Es algo que debemos ir cambiando. No podemos olvidar a los grupos de mayor riesgo, como son las personas inmunodeprimidas y también los no vacunados. Son ellos ahora la mayoría de los casos graves que estamos viendo en los hospitales. Hay algunas medidas, como las mascarillas en interiores o ciertos límites de aforos, que nos pueden ayudar a ralentizar la circulación del virus y a darnos más tiempo para administrar la tercera dosis a cuanta más gente mejor. Pero en cierta medida, debemos ir asumiendo que el coronavirus pasará a ser una enfermedad respiratoria más”, explica Moreno.

Los expertos apuntan a que la futura respuesta al coronavirus se parecerá más a la que el sistema sanitario ofrece a la gripe que a la actual. “Lo importante será proteger a los colectivos vulnerables con vacunas y medidas específicas cuando llegue una oleada. También atender a los casos más graves. Y vigilar la evolución epidemiológica con una red de centros centinela que también detecten nuevas variantes. Pero la búsqueda activa de casos, hacer test a todos los sospechosos y hacer el rastreo de contactos es algo ya inviable con estos niveles de circulación del virus”, concluye Moreno.