Pekín se blinda contra la covid cuando se aproximan los Juegos Olímpicos de Invierno

Pekín ha redoblado sus medidas de precaución contra la pandemia, ya entre las más estrictas del mundo. Desde este miércoles, para entrar en la capital será necesario presentar el resultado negativo de una prueba PCR de covid efectuada no más de 48 horas antes. Lo hace alarmada ante los casos de covid en su territorio cuando faltan menos de tres meses para sus Juegos Olímpicos de invierno, y aunque la última ola que ha atacado China parece remitir,

Los viajeros que quieran entrar en Pekín deberán mostrar también un código QR de color verde en su aplicación de salud en el móvil, para probar que no han estado en contacto con ninguna persona infectada ni en ninguna zona considerada de alto riesgo por haber padecido casos recientes. Se recomienda también que quienes hayan estado en los últimos 14 días en zonas fronterizas no acudan a la capital.

Hasta ahora, estas restricciones solo se aplicaban a aquellos viajeros procedentes, precisamente, de esas áreas. Para ellos, las medidas se endurecen todavía más: no podrán desplazarse a Pekín. Para poner en marcha esas restricciones, se ha ordenado cancelar vuelos directos procedentes de esas zonas. En aquellos casos en los que se mantengan, se limitarán a uno por día. Únicamente podrán estar ocupados un máximo del 75% de los asientos.

El portavoz del gobierno municipal de Pekín, Xu Hejian, había indicado el martes, para justificar esa decisión, que el coronavirus “no debe ni entrar ni propagarse” por Pekín. La capital se prepara para inaugurar a bombo y platillo el próximo 4 de febrero los Juegos Olímpicos de Invierno. Será la segunda vez desde 2008 que la ciudad acogerá unos Juegos y las autoridades quieren hacer de ese evento un escaparate de los logros del país.

Hasta el momento, Pekín solo cuenta con 47 casos de infectados por covid en su territorio municipal, donde residen unos 22 millones de personas, pero quiere evitar cualquier riesgo que pueda complicar el desarrollo de los Juegos o desatar un brote que ponga en entredicho la estrategia de cero casos de covid que abandera el Gobierno chino. En todo el país se contabilizan oficialmente 1.257 contagios, según las cifras de la Comisión de Salud, la mayoría de ellos concentrados en la provincia de Liaoning, en el noreste.

Como en el resto de China, los residentes en complejos residenciales donde se ha detectado algún contagio quedan confinados en cuarentena, al igual que los contactos directos de los infectados. También deben someterse a pruebas PCR aquellos que hayan coincidido con ellos en algún punto de espacio y tiempo.

Los vuelos de pasajeros siguen suspendidos

Las medidas de viaje se aplicarán a los vuelos y viajeros procedentes del interior del país. Pekín mantiene suspendidos los vuelos de pasajeros procedentes del extranjero desde que China cerró sus fronteras en marzo del año pasado como consecuencia de la pandemia. Quienes deseen desplazarse a la capital china desde el exterior deben llegar primero a otra ciudad china y pasar allí 21 días, de los que al menos 14 de ellos serán en cuarentena estricta en un hotel designado por las autoridades. Solo entonces, y siempre y cuando no haya dado positivo en alguna de las múltiples pruebas que se le practiquen, podrá tomar un vuelo interno para llegar a la capital.

Pero además, y para bloquear cualquier remota posibilidad de entrada del virus, cerca de 30.000 trabajadores que manipulan productos congelados importados tendrán que someterse cada tres días a pruebas de ácido nucleico. Las autoridades chinas han atribuido en el pasado el origen de brotes de covid a la presencia de virus en esos alimentos.

Igualmente, y aunque no se han prohibido las actividades de grupo, sí se ha recomendado precaución y un estricto control de eventos con una participación numerosa, como congresos, conferencias o cursillos de formación en empresas. En este tipo de casos, se recomienda mantener a todos los participantes en áreas designadas en un mismo lugar.