Quince comunidades adelantan las dosis de recuerdo de los recién infectados en plena bajada del ritmo de pinchazos
La medida permitirá inmunizar a medio millón de personas uno o dos meses después de pasar la covid en lugar de esperar los seis previstos. La campaña se ralentiza y alcanza el mínimo de todo el verano
En la carrera hacia la inmunidad de grupo, o al menos a una vuelta a la normalidad en la que las infecciones por coronavirus sean algo esporádico, todas las decisiones son buenas si permiten aumentar el número de personas vacunadas. Así lo repiten los expertos y en esa dirección van todas las medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas justo cuando crece la preocupación por la ralentización que ha sufrido la campaña en las últimas semanas. En este sentido, el informe del Ministerio de Sanidad de este lunes recoge un dato revelador: desde el pasado viernes se han administrado 225.000 nuevas primeras dosis, el dato más bajo de todo verano. Hace cinco semanas, el lunes 19 de julio, este este indicador ascendía a 451.000.
Tras extender la vacunación sin cita previa, ampliar horarios y poner muchas otras facilidades, la última medida para aumentar el porcentaje de población inmunizada ha sido la de reducir el tiempo que deben esperar aquellas personas que han pasado la infección para recibir el único pinchazo necesario para completar la pauta. Hasta ahora, la estrategia de vacunación preveía administrar esta dosis a los seis meses de que el afectado se curara, pero ante la situación actual de abundancia —las dosis almacenadas superan este lunes superan los 4,7 millones— y la necesidad de cerrar lo antes posible todas las puertas al virus, las comunidades han decidido acortar plazos.
Ocho de las 17 autonomías del país —Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid y La Rioja— vacunarán a este grupo a las cuatro semanas de haber superado la infección, mientras otras seis —Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra, País Vasco y Extremadura—, lo harán a los dos meses, según han informado los respectivos gobiernos regionales. Castilla y León, por su parte, también tiene decidido adelantar el pinchazo y lo hará a entre “cuatro y ocho semanas”, según sus responsables.
Esta medida está destinada a los menores de 65 años, mientras queda a criterio clínico en los mayores de esa edad. Galicia aún está valorando si adopta la decisión y Andalucía es por ahora la única comunidad que no tiene previsto reducir los seis meses, según la Consejería de Salud.
De acuerdo con las estimaciones hechas por este diario con los datos de Sanidad, estos cambios permitirán adelantar a las próximas semanas —si no, no hubieran sido inmunizados hasta finales de este año o principios de 2022— la vacunación de entre 500.000 y 600.000 personas, principalmente menores de 40 años, que se han contagiado en esta quinta ola sin haber recibido ninguna dosis. Es casi un 2% de la población española, un porcentaje que a estas alturas de la campaña no es todo lo pequeño que puede parecer.
Actualmente, hay un 66,3% de los ciudadanos con la pauta completa. Otro 11% no se podrá vacunar, al menos por ahora, porque tiene menos de 12 años y no hay vacunas aprobadas para esa edad. Y los expertos estiman que entre el 5% y el 10% de la población tampoco se vacunará por rechazarlo, por tenerlo contraindicado u por otras razones. Así que ese 2% es un buen trecho de lo que falta para llegar y superar al 80% de la población vacunada necesario frente a la variante delta.
Quique Bassat, epidemiólogo e investigador ICREA del instituto ISGlobal, explica que “es cierto que quienes han pasado la infección en principio ya están protegidos. En un momento en el que hay más dosis que candidatos a recibirlas, es una buena estrategia dar este paso. Mejorará los indicadores, contribuye a crear un clima favorable a la vacunación y mejora la protección de este colectivo. Pero no hay que olvidar que lo importante ahora es vacunar a quien no está nada protegido, entre ellos los estudiantes ante el próximo inicio del curso”.
Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona, valora el cambio: “Esta dosis mejora la respuesta inmunitaria de la persona, que es mejor que con dos vacunas. Se impuso el plazo de seis meses porque se calculó que era el tiempo que se mantenía la protección, pero eso era antes de la variante delta. Así que adelantar ahora esta dosis, en un momento en el que no faltan vacunas, es algo acertado”. Este experto, sin embargo, se muestra muy preocupado por “el parón” sufrido por la campaña en las últimas semanas: “Nos está costando mucho avanzar estos últimos kilómetros. Confiemos en que todo sea por las vacaciones y el ritmo tome otra vez velocidad en los próximos días”, afirma.
El adelanto de la dosis única para quienes han pasado la infección adelantará la fecha en la que se consiga el hito fijado por el Gobierno de vacunar con la pauta completa al 70% de la población, ya que una parte de este colectivo ya puede empezar a completar la pauta si se contagiaron antes del 23 de julio en algunas comunidades, o a finales de junio en otras.
Sobre el papel, el número de personas completamente vacunadas experimentó un notable repunte el pasado viernes, cuando creció en 531.000 personas, en buena parte por “la regularización” hecha por Andalucía, que había contabilizado por error la dosis única administrada a este grupo como primer pinchazo en lugar de pauta completa. Con el ritmo actual, España superará el 70% de la población vacunada entre el final de agosto y el inicio de septiembre. Las personas con una dosis son este lunes 35.667.383, un 75,2% de la población.
Con el inicio del curso escolar en el horizonte, las comunidades siguen tratando de acelerar al máximo el ritmo de pinchazos. Un ejemplo Andalucía, donde 91 localidades han iniciado jornadas masivas de vacunación sin cita previa para facilitar la administración de la primera dosis a los residentes en la comunidad que se encuentran fuera de sus domicilios habituales. Están llamados todos los mayores de 12 años.
La Comunidad Valenciana también pisa el acelerador y tiene previsto administrar esta semana 467.767 dosis, la mayoría (341.217) de ellos primeros pinchazos a personas que estaban de vacaciones o no tenían actualizados sus datos de localización, entre otros motivos. Otro ejemplo es Galicia, que ha iniciado este lunes la vacunación de los niños de 12 y 13 años con la vacuna de Moderna.
En Cataluña hay preocupación porque el ritmo de vacunación ha descendido notablemente. La semana pasada se inocularon unas 250.000 dosis, la cifra semanal más baja desde finales de marzo. La Generalitat admite que “el ritmo es más bajo del esperado” y lo atribuye a las vacaciones y a la quinta ola, que hasta ahora ha impedido vacunarse a muchos infectados recientes.
Con información de Bernat Coll, Eva Saiz, Isabel Valdés, Cristina Vázquez y Sonia Vizoso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.