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El fentanilo dispara las muertes por sobredosis en San Francisco

Más de 250 personas fallecieron en los primeros cuatro meses de 2021, que amenaza con convertirse en el año que más víctimas deja en la ciudad

Un hombre dice inyectarse fentanilo en las calles del barrio de Tenderloin, en San Francisco, en febrero de 2020.
Un hombre dice inyectarse fentanilo en las calles del barrio de Tenderloin, en San Francisco, en febrero de 2020.SHANNON STAPLETON (Reuters)
Luis Pablo Beauregard

Otra epidemia resurge con fuerza en San Francisco. El hospital general de la ciudad californiana informó el jueves que era la primera jornada sin atender pacientes con coronavirus desde marzo de 2020. Todo un hito en una entidad que comienza a ver la luz al final del túnel de la crisis sanitaria, que ha dejado 546 personas fallecidas en el condado. Mientras esta cede, otra emergencia que había quedado eclipsada el año pasado reclama atención. En los primeros cuatro meses de 2021, 252 personas han fallecido por sobredosis. La cifra supera el registro para el mismo periodo de 2020, un año que marcó el récord de fallecimientos con más de 700. El potente fentanilo está presente en el 72% de las muertes.

El opiáceo sintético, que es hasta 100 veces más potente y adictivo que la morfina, se ha convertido en el mayor victimario en San Francisco. La sustancia, que es utilizada para el tratamiento de dolores fuertes provocados por el cáncer es enviada desde Asia a través de las rutas logísticas de los cárteles mexicanos rumbo a Estados Unidos. Es la droga con más presencia entre los cuerpos examinados por los forenses, con al menos 182 casos de los 252 fallecidos. A esta le siguen las metanfetaminas. La cocaína queda en un lejano tercer lugar, según las cifras oficiales publicadas esta semana por la autoridad médica de la ciudad, que indica que hay fallecimientos donde todas estas drogas fueron combinadas en un cóctel mortal. Las sobredosis por heroína y opiáceos con prescripción han sido relegadas por las drogas antes mencionadas. Hace 20 años, la heroína era la principal causa de las muertes por sobredosis.

Abril ha sido el mes que menos muertes ha registrado en lo que va de 2021. El año arrancó con 75 fallecidos, un número que disparó todas las alarmas porque representaba un aumento de 97% comparado al mismo mes de 2020. La preocupación de las autoridades es que el actual se convierta en el año más mortal por sobredosis accidentales. Las 252, cifra provisional para el primer cuatrimestre, son ya más del total de muertes documentadas en 2017 y roza la de 2018.

La irrupción del fentanilo en el mercado de drogas de la bahía ha dejado un rastro de destrucción, como ha sucedido en otras zonas urbanas fuertemente golpeadas por este químico en Estados Unidos. Los números de 2019 reflejan con crudeza la llegada del fentanilo a la ciudad. Para ese entonces, cuando las autoridades comenzaron a detectarla en las calles, las muertes se duplicaron a comparación de los años anteriores. En 2017, por ejemplo, la droga solo estaba en el 16% de los casos estudiados por los forenses. La cúspide de la crisis llegó en 2020, el mismo año de la pandemia de coronavirus. El abuso de sustancias acabó con la vida de 712 personas el año pasado. Si 2021 sigue la tendencia marcada rebasará con facilidad la marca, superando las 750 víctimas.

El 87% de las víctimas son hombres, principalmente blancos y entre los 35 y los 64 años. Los negros y los latinos representan el 43% de los afectados. Las autoridades han decretado que el 71% de los fallecidos por sobredosis sí tenían residencia, un dato importante en una ciudad que ha sufrido un aumento pronunciado de la población sin techo gracias a la pandemia. La cifra es similar a la del año pasado.

El tráfico de fentanilo fue una de las principales preocupaciones en el ocaso del Gobierno de Donald Trump. El tema fue discutido por el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, en una cumbre con sus homólogos mexicanos en enero de 2020. Barr había pedido al Congreso de Estados Unidos clasificar de ilegal la droga antes de que “los laboratorios ilegales en China y México inundaran el país con un veneno legal”. La pandemia, sin embargo, interrumpió los esfuerzos comunes. Hoy el fantasma amenaza de nuevo. Una crisis sucede a otra que aún no termina.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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