Un farmacéutico de El Ejido, detenido por falsificar PCR a marroquíes para que viajasen a su país

La Policía Nacional detuvo el 28 de abril a un farmacéutico de 24 años que estafó a trabajadores marroquíes en El Ejido (Almería): se aprovechaba de que eran sus compatriotas y les exigía 130 euros para realizarles PCR para que pudieran viajar a su país —Marruecos exige una PCR negativa para entrar desde España—. Nunca llegó a hacerles los test, aunque las víctimas pensaban que sí (simulaba que les realizaba pruebas médicas). Después, les entregaba certificados falsificados. El joven farmacéutico está acusado de falsedad documental. Los investigadores tienen constancia de que ha estafado, al menos, a siete personas, pero esperan que, tras dar a conocer los hechos, haya más denuncias. El detenido pasó a disposición judicial el 29 de abril.

Las sospechas saltaron el 14 de febrero cuando se constató un cambio en la numeración del pasaporte de una persona que viajó de España a Marruecos el 27 de enero y que regresó el 12 de febrero. “Revisando la documentación con atención se comprobó que el sello de la prueba de la PCR estaba mal colocado”, explica a este diario una fuente cercana a la investigación. “Cuando llamamos a los laboratorios de L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que habían realizado los análisis nos confirmaron que esa persona no figuraba en su base de datos”, añade.

La pista del viajero les llevó hasta una farmacia en el centro de El Ejido ante las sospechas de que la obligatoriedad de entrar en Marruecos con una PCR negativa hubiera incentivado la existencia de un mercado negro de estos test. Los agentes pronto se fijaron en uno de los auxiliares de la botica. “Valiéndose de la confianza de los ciudadanos marroquíes y de sus escasos conocimientos les animaba a que se hicieran allí la PCR para poder viajar a su país”, explican las fuentes consultadas.

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A ninguno les hizo test. “A algunos les hacía meras revisiones médicas, a otros les sacaba sangre”, señalan las fuentes cercanas a la investigación a partir de los testimonios de los estafados. El joven entraba en la base de datos de los clientes que se habían hecho las pruebas y falsificaba el certificado con los datos de las víctimas, de modo que estos eran engañados doblemente porque no tenían la prueba y el resultado era el de otra persona. “Tenemos constancia de siete personas, pero sospechamos que pueden ser muchas más y esperamos que con la detención haya más denuncias y que los perjudicados sepan, además, que no se les ha hecho ninguna prueba”, advierte un portavoz de la Policía Nacional de Almería.

El joven no solo incitaba a sus compatriotas a hacerse los supuestos test, sino que compaginaba su labor como auxiliar con su trabajo como intermediario en una agencia de viajes en la misma calle de la botica. “Él se encargaba de tramitarles los billetes y les animaba a que se hicieran las pruebas en su farmacia”, explican las fuentes consultadas.

El dueño de la farmacia no tenía constancia de la actividad fraudulenta de su empleado al que contrató, además de por sus conocimientos, por hablar árabe y poder captar clientela de esa nacionalidad, muy numerosa en esa localidad almeriense, afirman las fuentes conocedoras de la investigación. Este diario ha tratado sin éxito de hablar con el titular del establecimiento. “El detenido actuaba solo”, aseguran fuentes de la investigación.

La operación sigue abierta mientras se investigan más expedientes de la farmacia. Hasta el momento se ha analizado la documentación que media entre el 1 de diciembre del año pasado y este 15 de marzo. “En este tiempo 391 personas se hicieron pruebas PCR o de antígenos en esa farmacia”, señalan las fuentes consultadas.