La Guardia Civil investiga la desaparición de un hombre y sus hijas de uno y seis años en Tenerife

La Guardia Civil y Salvamento Marítimo han desplegado un operativo por tierra, mar y aire en la isla canaria de Tenerife para localizar a Tomás Gimeno, de 37 años, y a sus dos hijas, Anna y Olivia, de uno y seis años, respectivamente. El hombre recogió a sus hijas el martes y no las devolvió a la hora que establece el convenio de separación de la pareja. Esta circunstancia llevó a la madre a interponer una denuncia en el cuartel del instituto armado. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar (municipio en el este de Tenerife) ha incoado además diligencias previas por la presunta comisión de un delito de secuestro. La investigación se ha declarado secreta.

La madre de las niñas, Beatriz Z., incluyó en su denuncia ante la Guardia Civil que su expareja la llamó esa noche para decirle que no iba a verlas más ni a ellas ni a él, según informa la agencia Efe citando fuentes de la investigación. La mujer ya comunicó en diciembre ante el cuerpo armado que su expareja la había amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia. Los agentes, asegura Efe, realizaron un seguimiento de oficio de acuerdo con el protocolo del sistema VioGén habilitado en las comisarías para tratar los casos de violencia machista, y, en marzo, volvieron a preguntarle. La mujer dijo entonces que las amenazas de diciembre no se habían repetido.

Gimeno debía de entregar a las niñas a las 21.00 del martes. En vez de eso, las cámaras de un puerto deportivo en Santa Cruz de Tenerife captaron al hombre entrando y saliendo hasta en tres ocasiones del recinto para zarpar finalmente en su barco sobre las 00.30 horas. Según ha explicado su responsable, Enrique Alonso, el padre llegó en su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente al pantalán y descargó una serie de bolsos. El guardián que hacía el turno de noche asegura no haber visto a las niñas. Tampoco las cámaras revelan si estaban con él. El miércoles, el barco fue hallado por Salvamento Marítimo a la deriva, sin tripulantes, a dos kilómetros del puerto de Güímar, y a unos ocho de su punto de salida.

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La tripulación de la patrullera de la Guardia Civil Río Jándula confirmó durante la tarde del miércoles la ausencia de personas en la embarcación y procedió a su inmediato traslado hasta el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, adonde llegó a primera hora de la noche del miércoles. Desde ese momento, permanece custodiada tanto por la propia Benemérita como por los especialistas de Policía Científica y la Policía Judicial.

En el dispositivo de búsqueda participan servicios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, así como efectivos de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 112 del Gobierno de Canarias. La búsqueda terrestre ha ampliado su campo de acción a un radio de 60 kilómetros: desde la punta de Anaga, en el norte, hasta Güímar, han informado fuentes de la Guardia Civil. Han explicado a su vez que la desaparición ha sido calificada como de “alto riesgo” por el hecho de que los mensajes remitidos por el padre “sonaban a despedida”. Los investigadores, por ello, “contemplan todas las hipótesis”.