El “milagroso” espray israelí para la covid que Bolsonaro quiere aprobar con urgencia aún no ha nacido

El presidente Jair Bolsonaro ha pedido a las autoridades sanitarias de Brasil que aprueben de modo urgente un spray israelí para tratar los síntomas respiratorios de la covid-19 “con casi un 100% de efectividad”. En realidad, el aerosol EXO-CD24 aún no ha nacido en los laboratorios del hospital Ichilov de Tel Aviv, donde apenas ha dado pasos preliminares, aunque sean prometedores. En la primera de la tres fases del estudio, 29 de los 30 pacientes analizados se recuperaron de síntomas “moderados o graves” en un plazo de entre tres y cinco días. La prensa israelí ha pregonado de inmediato la buena nueva, pero ninguna de las grandes revistas científicas, que aplican una exhaustiva revisión por parte de expertos, se ha hecho eco por ahora. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha vacilado en calificarlo de “medicamento milagroso”.

En el vibrante ecosistema de innovación científica y tecnológica de Israel los descubrimientos son precoces y se airean a los cuatro vientos, aunque luego no resulten concluyentes. Así avanza la investigación —con ingente financiación pública y privada— sin temor al fracaso por unos efímeros resultados. Y gracias también a optimistas vaticinios, como los de Netanyahu, que busca la reelección el mes que viene por cuarta vez en dos años. “Si (el EXO-CD24) funciona, va a ser algo muy grande, simplemente muy grande, a escala global. Le deseo que tenga éxito”, auguró al doctor Nadir Arber, director de la investigación que lo desarrolla. “Esta cosita (el spray) puede cambiar el destino de la humanidad. Es algo impresionante”, remachó el pasado día 8.

Pocas horas después, en una comparecencia conjunta con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, Netanyahu sostuvo una muestra del espray, al que calificó de “medicamento milagroso”. “Si estás infectado por el coronavirus, gravemente enfermo y con problemas pulmonares, toma esto, lo inhalas y comenzarás a sentirte mejor”, recomendó al jefe del Gobierno de Atenas.

Tres días más tarde, Bolsonaro, tachado de negacionista frente a la pandemia, anunció en las redes sociales que iba a telefonear a Netanyahu para importar eventualmente el espray a Brasil. “¿Te encuentras en estado grave? Tómalo, hombre, ¿O vas a esperar a ser intubado? Quien se queda solo con las vacunas es un idiota, porque hay que tener varias opciones”, enfatizó el presidente en declaraciones recogidas por Efe. Antes ya había promovido el uso de otros medicamentos, como la cloroquina, cuya eficacia contra la covid-10 no ha sido acreditada.

La llamada se produjo el pasado viernes. “Hablamos del medicamento israelí que, hasta el momento, está obteniendo gran éxito en el tratamiento de casos graves”, refirió el presidente brasileño. El lunes, Bolsonaro adelantó que, tras haber conversado con su “buen amigo” Netanyahu, “se enviará una solicitud de análisis a la Anvisa (Agencia de Vigilancia Sanitaria, regulador federal)” para evaluar una posible aprobación de uso de emergencia del EXO-CD24. Brasil (212 millones de habitantes) es uno de los países más afectados por la pandemia, con más de 235.000 muertes (lo que le sitúa solo por detrás de Estados Unidos) y unos 10 millones de contagios.

El EXO-CD23 va dirigido a moderar la espiral inflamatoria producida por el propio sistema inmune de los enfermos y a prevenir la denominada tormenta de citoquinas, potencialmente letales. “Este medicamento se inhala una vez al día durante unos minutos, a lo largo de cinco días, y va dirigido directamente a los pulmones”, declaró el doctor Nadir Arber al portal digital Times of Israel. “Los resultados de la primera fase son excelentes”, aseguró a su vez Roni Gamzu, director del hospital Ichilov y excoordinador nacional sobre la pandemia en Israel.

La información disponible sobre el espray “milagroso”, sin embargo, sigue siendo incompleta. El laboratorio del centro sanitario de Tel Aviv aún no ha publicado resultados oficiales de su investigación y se ignora, por ejemplo, si se administró un placebo a un grupo de control durante el ensayo.

Hace cerca de un año, la prensa hebrea más seria se hacía eco de la inminente consecución de una vacuna frente el coronavirus desarrollada por el Instituto de Investigación Biológica. Este centro, dependiente del Ministerio de Defensa y del Gabinete del primer ministro, todavía sigue trabajando en su búsqueda. El primer voluntario del ensayo que se lleva a cabo fue inoculado este mismo mes con un placebo.