Alemania prolonga las restricciones hasta el 7 de marzo, pero los estados podrán abrir las escuelas antes
Aunque la incidencia lleva semanas cayendo y es tres veces menor que en España, el Gobierno de Merkel teme la expansión de las nuevas variantes del coronavirus
El Ejecutivo de Angela Merkel y los líderes de los Estados federados acordaron este miércoles prolongar las restricciones que Alemania tiene en vigor desde mediados de diciembre hasta el 7 de marzo. Los medios alemanes habían especulado con que el cierre se extendería todavía más, hasta el 14 de marzo, porque así lo indicaba un borrador que el Gobierno llevó a la reunión, pero la presión de los líderes políticos de los Länder ha hecho que salieran con un acuerdo de compromiso: una semana menos de confinamiento y la opción de que los Estados decidan si abren escuelas y guarderías antes de esa fecha.
La hostelería lleva cerrada en toda Alemania desde principios de noviembre, como el ocio, el deporte y la cultura (museos, salas de exposiciones, cines...). A mediados de diciembre cerraron también los comercios no esenciales y la enseñanza presencial no se ha recuperado desde las vacaciones de Navidad. La comunidad educativa lleva semanas presionando para recuperar las clases lo antes posible, igual que algunos Länder, que han pedido abrir colegios y guarderías a partir del 1 de marzo. Las peluquerías podrán reanudar su actividad también a partir de ese día.
Los casos de covid-19 llevan varias semanas descendiendo en Alemania, pero las autoridades no dejan de repetir que no van a confiarse ante la amenaza de que las nuevas variantes del coronavirus puedan extenderse y propiciar una tercera ola. La incidencia acumulada, de 68 casos por 100.000 habitantes en siete días, es tres veces inferior a la que tiene España (210).
Merkel agradeció en rueda de prensa “los esfuerzos de los ciudadanos para conseguir un descenso de los contagios, que han dado sus frutos”. La canciller repitió, como viene haciendo el último mes, que Alemania está detectando casos de la variante británica, más contagiosa, y ello obliga a mantener las medidas restrictivas. El confinamiento iba a mantenerse hasta el 31 de enero, pero fue prorrogado hasta el 14 de febrero y, ahora, hasta el 7 de marzo. La canciller y los estados acordaron también relajar algunas medidas, por ejemplo, el cierre de comercio minorista o de instalaciones culturales como los museos, si consiguen reducir la incidencia a menos de 35 casos por 100.000 habitantes en siete días. El próximo encuentro para evaluar la situación se producirá el 3 de marzo.
Primera dosis de la vacuna al 2,9% de la población
Alemania ha administrado 3,5 millones de dosis de las vacunas contra el coronavirus. De estas, 2,4 millones son primeras dosis, lo que supone el 2,9% de la población alemana. Algo más de un millón de habitantes ya tienen la pauta de vacunación completa, con las dos dosis. Pese a los problemas de retrasos y reducción de entregas de las inmunizaciones, comunes a toda la Unión Europea, el Gobierno federal mantiene su compromiso de que a finales de septiembre se le habrá ofrecido la vacuna a todo aquel que la quiera. La Unión Europea se ha puesto como objetivo común que cuando acabe el verano el 70% de la población adulta europea esté inmunizado.
A diferencia de España, que no informa del avance de la vacunación por grupos de población, Alemania comunica a diario el número de dosis que se administran a los colectivos prioritarios. Hasta este miércoles, el grupo más numeroso es el de los profesionales sanitarios de primera línea, con 1,6 millones de pinchazos. Le siguen los mayores de 80 años, de los que 1,2 millones ya han recibido al menos una dosis. Alemania está administrando la vacuna por criterio de edad desde que empezó la campaña en diciembre, al considerar que las personas de más de 80 años son las más vulnerables. Se han puesto también un millón de dosis a residentes en centros de mayores.
Prima para los sanitarios
El Gobierno de Angela Merkel ha aprobado esta semana una partida de 450 millones de euros para premiar a los sanitarios por su esfuerzo durante la segunda ola. Se trata de un único pago, de hasta 1.500 euros, libre de impuestos y se abonará a mediados de año. Según explicó el lunes el ministro de Sanidad, los empleados de más de 1.000 hospitales que han tratado a muchos pacientes con coronavirus se beneficiarán de este bono. Cada centro decidirá qué profesionales reciben el plus, desde personal médico y de enfermería hasta el de la limpieza.
Spahn reconoció que la segunda ola ha golpeado con más fuerza a Alemania y ha puesto a estos profesionales en situación de mayor estrés y sobrecarga. “Como sociedad, estamos agradecidos por este compromiso”, señaló. El año pasado Alemania destinó otros 100 millones de euros para premiar a los sanitarios más afectados por el elevado número de pacientes de la primera ola. Entonces las primas fueron de hasta 1.000 euros por profesional.
Vacunaciones irregulares de políticos
Varios periódicos regionales han publicado estos días casos de vacunaciones irregulares de políticos, la mayoría municipales y en el estado de Sajonia-Anhalt. El más llamativo, por tratarse de una ciudad de más de 200.000 habitantes, es el del alcalde de Halle, Bernd Wiegand. Tanto él como 10 de sus concejales se vacunaron saltándose la prioridad acordada entre el Gobierno y los Estados federados. Wiegand, independiente, aseguró que eran dosis sobrantes de un hospital.
La polémica apenas ha tenido recorrido más allá del estado. A preguntas de los periodistas sobre el asunto, el ministro Spahn instó a la clase política a dar “buen ejemplo”. “Esperamos que los ciudadanos tengan paciencia en esta fase difícil de la pandemia en una campaña de vacunación con dificultades y mucha escasez”, añadió.
Además del alcalde de Halle y sus concejales, la semana pasada los medios regionales publicaron que más de 300 agentes de policía del distrito de Stendal (Sajonia-Anhalt) fueron vacunados en enero, cuando todavía no era su turno —aún no lo es porque sigue vacunándose el turno de la máxima prioridad: mayores de 80, personal sanitario de primera línea y residentes en hogares de mayores—. También el administrador del distrito de Wittenberg (Sajonia-Anhalt), Jürgen Dannenberg, y su adjunto se saltaron la prioridad y fueron inmunizados, según ha publicado la prensa regional. Spahn recordó el lunes que solo está permitido vacunar a quien no pertenezca a un grupo prioritario si al final de la jornada sobran dosis en algún centro y la única opción es usarlas con otras personas o tirarlas.
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