Italia amplia las restricciones navideñas hasta el 15 de enero

Después de blindarse durante los días de Navidad y ante el aumento de los contagios, Italia ha decidido prolongar las restricciones para evitar un repunte en la curva epidemiológica. El Gobierno aprobó de madrugada continuar con las limitaciones de movimientos durante una semana más después de las fiestas. Desde el día 7, cuando en principio se debía levantar el cierre navideño, hasta el 15 de enero se establecerá una especie de “periodo puente”, como lo ha llamado el Ejecutivo, en todo el país, que permanecerá esos días en semicuarentena.

Entre medias, el día 11, se volverá al sistema de restricciones diferenciado por regiones y colores en función de la gravedad de la situación sanitaria: amarillo, naranja y rojo, según los nuevos criterios establecidos por el Instituto Superior de Sanidad que se conocerán el próximo viernes a partir de los datos semanales. “Estamos elaborando un mecanismo que permita el cambio entre colores de manera automática y más rápida. Todas las evaluaciones, incluidas las que plantean una zona blanca —sin apenas limitaciones y con cines y teatros abiertos—, están sobre la mesa, todos queremos entrar en zona blanca, pero lo discutiremos en el momento oportuno, por ahora las cosas no cambian”, ha señalado el ministro para los Asuntos Regionales, Francesco Boccia.

Como han explicado las autoridades sanitarias, mantener las restricciones es la única forma para tratar de paliar los efectos de la mayor movilidad de los días festivos y de contener los contagios, en aumento en todo el territorio nacional. Este lunes se registraron 10.800 nuevos casos con algo menos de 78.000 pruebas realizadas, un número de test relativamente bajo debido a las festividades. Este martes las cifras han seguido subiendo: los nuevos contagios son 15.378 y los fallecidos ascienden a 649 en las últimas 24 horas. Con ellos, son 2.181.619 los casos totales desde el comienzo de la emergencia sanitaria en febrero, mientras los fallecidos son ya 76.329.

Así, hasta el día 15 estarán prohibidos los desplazamientos entre regiones, salvo por motivos justificados de trabajo o salud o por situaciones de necesidad. Además, también se mantendrá el toque de queda a las diez de la noche. Después del confinamiento casi total del 5 y 6 de enero, los días 7 y 8 habrá un paréntesis para salvar el consumo y permitir algunas compras y actividades comerciales y el país estará en zona amarilla, el primer nivel de restricciones. Abrirán los centros comerciales en horario normal y los bares y restaurantes, hasta las seis de la tarde. El fin de semana del 9 y 10 de enero Italia se convertirá en zona naranja, el segundo escalón de restricciones, lo que significa que cerrarán los bares y restaurantes, también los centros comerciales y la circulación quedará limitada al propio municipio.

Retraso en la apertura de los colegios

La reapertura de las escuelas ha sido el tema más discutido por el Gobierno y fue precisamente la falta de acuerdo entre las distintas formaciones de la coalición lo que hizo que el debate del Consejo de Ministros se prolongara hasta la madrugada. Finalmente, se decidió que la mitad de los estudiantes de secundaria de segundo grado, los mayores de 14 años, vuelvan a las aulas el 11 de enero, en vez del 7, como estaba previsto, mientras que la otra mitad deberá seguir acogiéndose a la didáctica a distancia. El resto de alumnos, de educación primaria y primer ciclo de secundaria, sí regresarán a las clases el día 7.

El desacuerdo también había sido total entre las distintas regiones. Algunas, como las norteñas de Véneto o Friuli-Venezia Giulia, habían anunciado que abrirían las aulas para los alumnos de secundaria de segundo grado a partir del 31 de enero, mientras que Campania ya había optado por una vuelta por etapas. Se espera que Roma pida a los gobiernos regionales se acojan a las directrices nacionales para homogeneizar la apertura de las escuelas en todo el territorio.

El Gobierno, además, especificará en las próximas horas las medidas que ha adoptado para que los huéspedes de residencias de ancianos o estructuras similares que no estén en condiciones de poder expresar su libre voluntad y que carezcan de un tutor puedan otorgar su consentimiento para vacunarse, aunque por el momento no ha ofrecido más detalles al respecto.

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