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¿Cuál es la mayor urgencia de la Universidad?

Envíe su opinión al debate que plantea esta semana el Foro de Educación de EL PAÍS

Estudiantes en una clase de la Universidad de Valencia.
Estudiantes en una clase de la Universidad de Valencia.MÒNICA TORRES

El sistema universitario español, clave para el desarrollo del país, tiene importantes retos por delante. Su financiación es un 14,5% inferior a la media europea. El coste de la matrícula para los alumnos se ha encarecido cerca de un 30% en una década, sin que las becas hayan compensado el impacto que dicho aumento ha supuesto para los estudiantes con menos recursos. El número de titulaciones ha aumentado considerablemente, pero los estudios académicos están poco acompasados respecto al tejido productivo (un 37,6% de los universitarios tienen empleos por debajo de su cualificación). Las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas atraen a menos de una cuarta parte de los alumnos (lo que supone cinco puntos menos que en el entorno europeo) y presentan una elevada tasa de abandono. Y el sistema de incorporación del profesorado promueve la endogamia y explica, en parte, que la presencia de extranjeros entre el Personal Docente Investigador en las facultades públicas sea mínima (alrededor del 2%).

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Puede participar en el Foro de Educación de EL PAÍS respondiendo a la pregunta: ¿cuál es la mayor urgencia de la Universidad? Publicaremos aquí una selección de respuestas a lo largo de la semana.

"Se crean titulaciones sin fundamento para atraer alumnos"

Aparte de los ineludibles problemas de financiación, encuentro que el diseño de los contenidos y los propios métodos docentes no se orientan hacia el objetivo genuino de enseñar, sino al de cumplir de puertas para fuera. La mayoría de los profesores están claramente desmotivados debido a la falta de incentivos, y consiguen un alumnado desmotivado igualmente. Además, los medios de atención al alumno, tanto en materia académica como administrativa, son muy precarios. Se crean nuevas titulaciones principalmente para atraer alumnos, pero sin fundamento real. Hay un desfase considerable con el mercado laboral y su constante evolución.

YOLANDA ÁNGEL-MORENO ALADRO. Estudiante de Grado, Madrid.

"No debemos perder a los profesores que ejercen una profesión"

La mayor urgencia es combinar la enseñanza de una profesión con la formación en competencias, apoyándose en unos conocimientos sólidos y fomentando hábitos sólidos. Esta urgencia es no perder a los profesores que ejercen una profesión, al lado de los que investigan y publican. No podemos simplificar perdiendo una de las corrientes. Y lo estamos haciendo.

MANUEL ROMANA. Profesor Titular de Ingeniería de Caminos en la Politécnica de Madrid.

"Es local y endogámica"

La urgencia mayor: hacerse universal. Una Universidad buena no puede tener 90% alumnos de los alrededores de la propia Universidad, profesores que han estudiado pregrado, postgrado y doctorado en la misma. Una universidad local, endogámica y "reconocida" sólo en su ámbito geográfico cercano no cumple con sus características más importantes de universalidad.

NIKOLAOS GEORGANTZIS. Profesor Titular de Universidad, Castellón.

"Discrimina a los que parten a buscar nuevas ideas"

Creo que la Universidad española adolece de una falta de inversión y de medios, totalmente injustificada. Esto repercute en su capacidad para retener el talento de muchos diplomados y conlleva una precarización del cuerpo docente-investigador, favoreciendo al mismo tiempo la dañina endogamia. Ya basta de tanta hipocresía y asumamos que si no queremos pagar más por nuestra universidad, es porque realmente no nos importa tanto. Y basta la discriminación frente a los que partieron en busca de nuevas ideas y no encontraron más que trabas y puertas cerradas cuando llamaron a las puertas de su propia casa. Inaceptable.

ANTONIO RODRÍGUEZ DE CASTRO. Profesor Titular de Universidad en Francia, París.

"La precariedad de los asociados envenena las relaciones universitarias"

Creo que la figura del profesor se debe dignificar eliminando la condición más que precaria de los profesores asociados, que perciben 600 € al mes en el mejor de los casos. Acabar también con el encadenamiento de contratos temporales qué es ilegal. También es un poco inmoral pretender tapar todo esto organizando cursos de mindfulness para los profesores, como si fuésemos nosotros, los explotados, los que tuviésemos que cambiar nuestra actitud frente a estas situaciones de explotación, en vez de reconocer que existe un gran problema estructural.

La precariedad laboral es una gran fuente de insatisfacción y frustración. Entender un contrato laboral como algo escaso envenena las relaciones laborales en el ámbito universitario y el trabajo con los alumnos. En esas condiciones es muy difícil impartir clases.

CONCHA GARCÍA GONZÁLEZ. Profesora de Universidad, Madrid.

"El nivel de los alumnos disminuye cada año"

Soy profesora en una universidad pública madrileña y mi experiencia es que el nivel del alumnado de ciencias jurídicas y humanidades disminuye cada año. Se promociona la enseñanza en inglés y no saben escribir y expresarse correctamente en español -con excepciones, que siempre las hay-. Las calificaciones que obtienen en el bachillerato a menudo están "infladas" y hay una gran diferencia entre el estudiantado de centros públicos y de centros privados. ¿Qué profesor se atreve a suspender si el número de aprobados es una variable con peso para valorar la calidad de la enseñanza?

MARÍA JOSÉ TORRES. Profesora Titular de Universidad, Madrid.

"Promete mucho y ofrece poco"

Los mayores te venden la Universidad como si fuera la panacea. Cantos de sirena, nada más. En realidad más que centros donde se fomenta el aprendizaje, la curiosidad, en definitiva, el lugar en el que pagas por una formación íntegra, de calidad, y sobre todo necesaria y valorada por la sociedad, parecen laboratorios donde el sistema educativo experimenta cual conejillo de indias con alumnos y profesores, doctores en apuros que en su mayoría intentan impartir al alumno conocimiento como pueden (que no es poco). Este alumno si es en realidad un poco despierto deberá darse cuenta que los 4-5-6-7 años que invierta en la universidad, en realidad parece un plan perfectamente urdido por el Estado para tener entretenidos a los jóvenes antes de enfrentarse cara a cara con la vida real, al menos este es mi parecer y muy a mi pesar, intuyo que son pensamientos compartidos con gran cantidad de jóvenes mareados por un sistema universitario que promete mucho y ofrece poco.

ADRIÁN ÁLVAREZ. Estudiante, Madrid.

"No nos exponen a situaciones reales que preparen para el mundo laboral"

Una de las principales carencias de la universidad es la falta de conexión con el mundo laboral. Por ejemplo, el grado que estudio, Psicología solo tiene 180 horas de prácticas externas en los cuatro años. ¿En qué momento se nos considera preparados para trabajar cuando no nos exponemos a situaciones reales? Esas horas se quedan en nada.

Además, el sistema de acceso obvia muchísimas cualidades y aptitudes necesarias para las distintas profesiones. Entrar en una carrera como psicología, o magisterio solo por nota sin que se tengan en cuenta ciertas experiencias, o posibles aspiraciones hace que los futuros trabajadores no tengan ninguna vocación. Los estudiantes acaban los grados con la sensación de que no saben nada y no saben qué camino coger porque no hay suficiente orientación ni saben a qué situación se enfrentan.

PATRICIA GRANDE. Estudiante, Sevilla.

"La edad del profesorado es muy alta"

Es imprescindible escribir el Libro Blanco de la Universidad y su misión en el contexto de la Economia 4.0. Excepto las 10 primeras del ranking el resto de las Universidades españolas están anquilosadas en contextos sociales antiguos. Su financiación y el sueldo del profesorado son muy bajos en el contexto europeo y la edad del profesorado muy alta. La Universidad envejece. El plan Bolonia hizo un enorme daño a la Universidad española.

KOSTAS GIANKELLIS. Profesor titular de Universidad, Cáceres.

"Visto desde el extranjero, no parece que tenga arreglo"

Trabajando como docente en Reino Unido veo las cosas desde fuera con la agonía de lo que parece no tener arreglo. Aquí tener un doctorado es símbolo de éxito. Mientras, en España hay nuevos docentes universitarios cobrando menos de 400 euros. Vergonzoso tras tanto esfuerzo y dedicación. Se ha perdido el sentido de la dignidad, el respeto y el valor del trabajo. Amiguismo, falta de procesos de selección justos, salarios indignos. No hay por donde cogerlo.

CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ. Profesor de Lenguas, Cambridge (Reino Unido).

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