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Alemania se blinda ante la Navidad y cierra colegios y el comercio no esencial

El aumento de contagios obliga a endurecer las restricciones, que se impondrán al menos hasta el 10 de enero. Las residencias son uno de los principales focos de infección

Imagen de una calle comercial de Colonia, al oeste de Alemania, el pasado viernes. En vídeo, la canciller alemana, Angela Merkel, pide a la ciudadanía reducir los contactos sociales de cara a la Navidad.Vídeo: WOLFGANG RATTAY / REUTERS | REUTERS

Cierre casi total de la vida pública en Alemania antes de Navidad. El Gobierno federal y los Estados pactaron este domingo un endurecimiento de las medidas contra la pandemia en un nuevo intento de frenar los contagios, que no dejan de crecer en el país más poblado de la Unión Europea. Los comercios, salvo los imprescindibles, cerrarán a partir del miércoles. Las escuelas adelantarán las vacaciones navideñas en principio a mitad de semana y pospondrán su regreso hasta el 10 de enero. No se venderá alcohol en la calle y se restringirán los contactos, también en Nochevieja. Las medidas vigentes desde hace seis semanas no han logrado ralentizar la propagación del virus, que ha vuelto a marcar máximos de contagios y muertes en los últimos días.

“Las medidas vigentes desde el 2 de noviembre no han sido suficientes, desde hace unos días vemos cómo han crecido los contagios de forma exponencial y hay una necesidad urgente de actuar”, estimó la canciller alemana, Angela Merkel, ante la prensa poco después de las 11.00 de la mañana. Reiteró que el objetivo es que no se colapse el sistema sanitario y que se puedan volver a rastrear los contactos. Para eso, recordó la canciller, la incidencia tiene que ser inferior a 50 casos por cada 100.000 habitantes en siete días. Esa cifra está muy lejos de la incidencia actual de 169,1. Alemania logró superar con relativo éxito la primera ola, pero esta segunda está golpeando con fuerza a la primera economía europea.

Los contagios en las últimas 24 horas se elevan a 20.200 y las muertes a 321, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI). Se trata de una cifra inusualmente alta, sobre todo para el fin de semana, cuando el recuento se ralentiza y las cifras suelen disminuir. Supone además, casi 2.500 contagios más que el domingo anterior. Desde el inicio de la epidemia, 21.787 personas han muerto, en un país de 83 millones de habitantes. Tras semanas de una estabilización al alza, los contagios han comenzado a crecer de nuevo.

“Me hubiera gustado que las restricciones más suaves hubieran surtido efecto”, dijo Merkel. “Necesitábamos entre un 70% y un 75% de reducción de contactos y en el mejor de los casos hemos logrado un 40% y los contactos han vuelto a subir drásticamente, debido en parte a las compras de Navidad”, detalló la canciller. En su informe diario, el RKI incidió en que “el elevado número de contagios es debido a una transmisión difusa”. Explicó que las casas privadas, las residencias y centros de dependencia y ocupacionales, así como los eventos religiosos, son los principales focos de contagios. Pero advierte también de que se desconoce el origen de “una gran parte” de las infecciones.

A partir del miércoles, supermercados, farmacias, bancos y gasolineras permanecerán abiertos. El resto de comercios cerrarán. Se anima a las empresas a cerrar las instalaciones siempre que puedan establecer un periodo de vacaciones para los trabajadores o sea posible el teletrabajo. Los bares seguirán cerrados y los restaurantes también, salvo para vender comida a domicilio. El ocio y la cultura seguirán también cerrados. Se prohíbe además desde mitad de semana la venta de alcohol en espacios públicos, lo que supone el cierre de los puestos de vino caliente que han servido estos días de último refugio a quienes osaban darse cita en la calle, con temperaturas en torno a los cero grados. Quien burle la regulación, será multado. Se prohíben también los tradicionales petardos de Año Nuevo.

Un máximo de cinco personas, pertenecientes a un máximo de dos familias, y sin contar a los niños menores de 14 años, podrán reunirse. Entre el 24 y el 26 de diciembre podrán ampliarse las reuniones a otros cuatro familiares directos y se aconseja mantener una semana de restricción de los contactos entre cinco y siete días antes de las reuniones familiares. La excepción no será aplicable en Nochevieja. Se podrán celebrar servicios religiosos en iglesias, mezquitas y sinagogas, pero siempre que se lleve mascarilla y se mantenga una distancia mínima de metro y medio.

Educación a distancia

En las escuelas se garantiza el cuidado de los alumnos que no puedan quedarse en casa porque sus padres cubran profesiones esenciales y se debe facilitar además la educación a distancia. Lo mismo sucederá con los centros de día. Se amplían los permisos pagados para los padres que deban cuidar de sus hijos durante los días de cierre.

Las residencias son en esta segunda ola uno de los grandes focos de contagio. En el acuerdo alcanzado entre los Estados y el Gobierno federal se establecen test rápidos para los trabajadores y los visitantes en zonas con incidencia muy alta, así como mascarillas FFP2 gratuitas para los usuarios.

No se prohíbe viajar al extranjero, pero se desaconseja siempre que no sea estrictamente necesario, y rigen cuarentenas de 10 días para quien entre al país procedente de una zona de riesgo. La cuarentena podrá acortarse con un test negativo realizado un mínimo de cinco días después de la entrada en Alemania.

El primer ministro bávaro, Markus Söder, anunció que en Baviera habrá toque de queda desde las 21.00 hasta las 5.00. “El coronavirus es una catástrofe que afecta a nuestras vidas como ninguna otra crisis lo ha hecho en 50 años”, subrayó. “La situación está fuera de control”, sostuvo el líder bávaro cuyo Estado ha sido desde el principio de la epidemia uno de los más afectados.

La reunión del Gobierno federal con los jefes de los länder había arrancado a las 10.00 de la mañana de este domingo, aunque el sábado ya se había alcanzado un principio de acuerdo. El pacto se produce tras constatar que el cierre suave vigente desde principios de noviembre no ha logrado frenar los contagios y que urge actuar antes de Navidad. Desde hace seis semanas, en Alemania están cerrados los bares y los restaurantes, salvo los que venden comida para llevar. La persiana se bajó también en los teatros, cines, museos y en todo tipo de actividades culturales. Aquellas restricciones no han resultado suficientes.

Merkel ha defendido desde un primer momento medidas más duras, pero hasta ahora no había logrado el consenso de los 16 Estados federados. Esta semana la canciller pronunció un emotivo discurso en el Bundestag conminando a los ciudadanos a reducir los contactos ante el aumento del número de muertos. La incuestionable subida de contagios ha vencido ahora las posibles reticencias a un pacto federal. Algunos Estados sin embargo, ante el agravamiento de la situación, han adoptado ya unilateralmente medidas más restrictivas. Es el caso de Sajonia, Berlín, Baviera o Baden-Würtemberg.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Buscador de restricciones: ¿Qué puedo hacer en mi municipio?

- Así evoluciona la curva del coronavirus en el mundo

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