Castilla y León confina dos pueblos con el 10% de contagiados y mantiene las restricciones en Valladolid y Salamanca

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El coronavirus mantiene su avance por Castilla y León y preocupa notablemente al área de Sanidad, que encabeza Verónica Casado. El crecimiento de los contagios ha provocado el confinamiento de Pesquera de Duero (Valladolid, 450 habitantes) y Sotillo de la Ribera (Burgos, 490 habitantes). La covid-19 ha afectado al 10% de la población, extremo que ha decantado que ambos pueblos deban estar dos semanas sin que nadie entre ni salga de ellos, además de limitar notablemente los encuentros sociales y el ocio. Por otro lado, tanto Valladolid como Salamanca, que llevan ya dos semanas bajo unas restricciones estrictas en los espacios abiertos, continuarán una semana más bajo esta orden de la Junta. Casado ha admitido que la transmisión de la enfermedad no se ha detenido y aspiran así a reducirla.

La “trasmisión comunitaria” a la que ha aludido Casado en las dos pequeñas localidades ha desencadenado que a partir de este miércoles queden restringidas tanto las salidas como las entradas a ellas, salvo por causas adecuadamente justificadas. La movilidad interna no queda prohibida, pero sí se recomienda limitar los desplazamientos y se insta a evitar salir a la calle o las acciones no necesarias. Los encuentros sociales quedan reducidos a un máximo de 10 personas, ya sean en el ámbito privado o en el público. Las peñas y demás lugares donde coinciden personas jóvenes en actitud de fiesta también quedan clausuradas. El epidemiólogo César de la Hoz insiste en la dificultad de intervenir eficazmente contra este virus. “Cuando el porcentaje de enfermos por número de tarjetas sanitarias de esa zona supera el 10%, es señal de que las medidas han sido insuficientes y hay sospechas de trasmisión comunitaria”, sostiene. “Con el movimiento de población de nuestro tiempo es muy complicado tomar decisiones correctas”, destaca el experto.

El alcalde de Sotillo de la Ribera, Manuel Callejo, ya había solicitado a sus convecinos que se autoconfinaran y redujeran al máximo su actividad y contactos sociales. Asimismo, la cuarentena le llega a Pesquera en unas fechas en las que comienza la campaña de la vendimia, época de temporada alta por los trabajadores que genera el vino y el incremento de actividad que provoca en la hostelería local. El alcalde de Pesquera, José Luis Martínez, ha asegurado a la agencia Ical que el pueblo lleva ya varios días “prácticamente muerto”, sin actividad en las calles, y ha recalcado que la orden de la Junta “suena peor de lo que es”.

Endurecer el control

La orden de la Junta que implicó reducir al mínimo la capacidad para cualquier tipo de reunión en Valladolid y Salamanca, ya fuese en lo cultural, social o religioso, no ha conseguido detener la propagación del coronavirus. Van ya dos semanas desde su implementación y el volumen de casos no se ha reducido, sino que ha elevado su incidencia. De hecho, la consejera de Sanidad ha apuntado que la cantidad de positivos detectados en León en las últimas fechas (unos 300 en la última semana) ha propiciado la celebración este martes de una cita telemática con los alcaldes de las tres capitales para buscar la colaboración. El objetivo es endurecer el control sobre la normativa autonómica, y para ello ha puesto como ejemplo la relajación de la población, que tiende a retirarse las mascarillas en las terrazas durante largos periodos y no solo al consumir su bebida o comida. Casado ha reconocido algo de lo que ya advirtieron las asociaciones hosteleras hace 14 días: que las limitaciones en Valladolid y Salamanca provocarían mucha más afluencia en los pueblos de la periferia en forma de “efecto llamada”.

La responsable de Sanidad también ha expresado su inquietud por la expansión de la covid-19 en Palencia, con casi 200 PCR positivos en siete días. Los datos y la tendencia muestran que la pandemia sigue activa en Castilla y León: esta semana también se rompió el récord de casos cuantificados en un solo día, con 930 el sábado. La cifra conocida este martes, 686, es también elevada. Hasta 444 personas permanecen hospitalizadas en las camas de la comunidad y otras 54 se encuentran en cuidados intensivos.

Los rebrotes también se han cebado con municipios donde el virus ya había dejado su impronta. Es el caso de Pedrajas de San Esteban, que ya estuvo confinado durante dos semanas en agosto. A su vez, San Andrés de Rabanedo (León) y Villamuriel de Cerrato (Palencia) presentan una evolución que apunta a que se les aplique el confinamiento, según Casado. Ante este contexto, la consejera no descarta que sea preciso imponer un estado de alarma si se desbocan los casos: “La situación no es la de marzo, en estos momentos la declaración de alarma no es la medida, pero se acerca. Hay mucha gente ingresada y en las UCI, pero antes no teníamos a jóvenes y ahora vemos que está siendo agresivo con gente joven”. “Si hay que tomar medidas, se hará”, ha avisado.

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