Tokio registra un récord de contagios en pleno proceso de apertura al turismo
La capital japonesa informa de 280 nuevos casos en un día, la cifra máxima desde el inicio de la pandemia
La situación se agrava en la capital nipona. Las autoridades japonesas informaron de 286 nuevos contagios este jueves en Tokio, una cifra récord diaria desde que se registró la primera infección en el archipiélago en enero. El dato se publica un día después de que la metrópolis elevara el grado de alerta por el virus al nivel máximo de los cuatro existentes, y en medio de una campaña para promover el turismo doméstico que no ha sido bien recibida por algunos Gobiernos locales y la oposición.
El Gobierno metropolitano de Tokio anunció este jueves 286 nuevos contagios, una cifra superior al récord previo de 243, registrado el pasado 10 de julio. El máximo se produce tras varios días de aumentos de tres dígitos a raíz de un repunte el 24 de junio, cuando se registraron 55 casos. Tres semanas después, los contagios se han cuadruplicado.
Muchos casos están vinculados con brotes en bares, clubes nocturnos y salas de teatro. En concreto, las autoridades sanitarias de Tokio urgieron el pasado 14 de julio a que más de 800 asistentes a un espectáculo de una banda masculina japonesa en un teatro del distrito de Shinjuku acudieran a hacerse un test, después de que al menos 20 casos fueran vinculados con el evento. Según el Gobierno de la capital, la primera infección se detectó en un miembro del grupo el 6 de julio.
Japón tiene un total de 22.220 casos confirmados y 982 muertes, una cifra relativamente baja para un país que no ha seguido firmemente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de realizar muchos test (a comienzos de julio había examinado a 348.000 personas, el 0,27% del total de la población). El país tampoco ha impuesto un cierre estricto al estilo de Europa o China, y en abril decretó el estado de emergencia pidiendo a la población que se quedara en casa “si era posible”. Pese a la relativa flexibilidad, muchos ciudadanos obedecieron, lo que unido a la costumbre más arraigada de llevar mascarilla y a una cultura más propicia a mantener la distancia social pareció surtir efecto.
La situación ahora, menos de dos meses después de que se levantara el estado de emergencia a finales de mayo, parece algo diferente que en abril. Si bien entonces los contagios presentaban mayor gravedad al darse en personas de más edad, y por tanto estuvieron a punto de colapsar hospitales, el Gobierno metropolitano aseguró que ahora se trata de pacientes jóvenes más bien asintomáticos o con síntomas moderados. Las autoridades han trasladado a varios de esos pacientes a un hotel vacío con 175 habitaciones, mientras están habilitando otro hotel para que acoja a más la próxima semana.
A pesar de que los casos aumentan en Tokio, el Gobierno central japonés prepara un programa para estimular el turismo doméstico que en principio se lanzará el 22 de junio. La iniciativa, llamada “Go To Travel” (Ve a viajar), ha provocado las críticas de algunos líderes locales –entre ellos la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, que pide que se posponga– si bien otros responsables políticos la secundan ante la esperanza de que reactive la economía.
“Espero que el Gobierno nacional vuelva a pensarse cuándo y cómo lanzar la campaña, a tenor de los niveles de infecciones”, dijo Koike en una rueda de prensa el miércoles. Por su parte, Jun Azumi, del opositor Partido Democrático Constitucional, advirtió que “si la campaña provoca más infecciones en otras zonas, el Gobierno será responsable del desastre”. El alcalde de la turística Osaka, Ichiro Matsui, dijo que está sopesando el uso de test gratuitos de coronavirus para los que pensasen viajar a la ciudad, la segunda gran área metropolitana tras Tokio. “Las infecciones se pueden prevenir si la gente da negativo al viajar”, puntualizó.
“Promover una forma de viajar segura es importante”
Para tratar de calmar los ánimos, el ministro para la revitalización económica de Japón, Yasutoshi Nishimura, aseguró que un panel del Gobierno tiene previsto reunirse este jueves con el objetivo de reevaluar si proceder o no con la campaña. Además, el ministro de Turismo, Akaba Kazuyoshi, subrayó el martes que las empresas y grupos hoteleros que participen en el programa deberán tomar medidas preventivas, y que aquellos que no cumplan los requisitos quedarán excluidos.
“Esta campaña no consiste solo en reavivar la demanda turística”, enfatizó Akaba durante una rueda de prensa. “Promover una nueva forma de viajar que sea segura es también un objetivo importante”, agregó. La campaña incluye el subsidio de la mitad de los gastos para los desplazamientos domésticos, con un límite de 20.000 yenes (187 dólares, 164 euros), por noche por viajero.
Mientras el país hace malabares para contener el brote de Tokio y a la vez revitalizar la economía, después de entrar oficialmente en recesión en mayo, las entradas de extranjeros aún están muy restringidas. El país nipón niega la entrada de personas procedentes de 129 países y regiones, pero está considerando levantar parcialmente las restricciones permitiendo viajes de negocios con Estados Unidos y Europa. Asimismo, ha empezado discusiones para hacer lo mismo con cuatro países –Vietnam, Tailandia, Australia y Nueva Zelanda-, y se espera que este mes incluya a China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur en las charlas.
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