Interior incrementa hasta 2.070 el número de policías contra la violencia de género
El 30 abril, había destinados en unidades especializadas 1.342 policías nacionales y 728 guardias civiles, tras más de un lustro de descensos
El Ministerio del Interior ha incrementado en lo que va de año cerca de un 7% el número agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil destinados a la lucha contra la violencia de género después de que las unidades especializadas en combatir esta lacra hubieran visto descender sus efectivos durante seis años y solo hubieran comenzado a recuperarlos en 2019. El pasado 30 de abril, eran 2.070 agentes frente a los 1.936 que había a finales del año pasado. Es decir, 134 agente más, según se recoge en una respuesta parlamentaria al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu al que ha tenido acceso EL PAÍS. La nueva cifra, sin embargo, aún está lejos de los 2.178 que hubo en 2012, el año en que las plantillas de atención a las mujeres maltratadas fueron más numerosas. El pasado 31 de mayo el sistema de seguimiento integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) de Interior recogía la existencia de 61.301 casos activos —y, por tanto, objeto de seguimiento policial—, de los cuales 16 estaban catalogados como de riesgo extremo para las víctimas y otros 445, de alto. Los principales sindicatos de policía y asociaciones de guardias civiles creen que, pese al incremento, las actuales plantillas son aún insuficientes.
El aumento de efectivos ha sido más significativo en la Guardia Civil, que ha pasado de tener a finales del año pasado 632 agentes en los llamados Equipos Mujer-Menor (Emume), a los 728 con los que contaba el 30 de abril. Hasta ahora, el mayor número de efectivos del instituto armado destinado a este fin se había registrado los años 2017 y 2018 con 654 agentes. En su caso, las provincias que cuentan con más efectivos son Valencia (41), Madrid (39), Alicante (36) y Murcia (29). En Cataluña y País Vasco, donde los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza realizan estas funciones, las cifras son simbólicas, con entre uno y seis agentes por provincia.
Para Alicia Sánchez, secretaria de la Mujer de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), la organización mayoritaria entre los agentes del instituto armado, estas cifras son “claramente insuficientes y engañosas”. Según Álvarez, mucho de los guardias civiles que figuran como destinados en los Emume “en realidad hacen otras funciones no relacionadas con la violencia de género”. La representante de la AUGC también denuncia la “escasa o nula preparación en violencia de género que reciben” y destaca que es precisamente en el ámbito rural, competencia de la Guardia Civil, donde más crímenes machistas se producen.
En la Policía Nacional, el incremento en los primeros cuatro meses del año ha sido menor. En total, se han sumado 38 agentes, repartidos entre los grupos de protección y los de investigación de las Unidades de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), hasta alcanzar los 1.342 efectivos. Como en el caso de la Guardia Civil, las provincias como más agentes son Madrid (217) y Valencia (104). En Cataluña y País Vasco no tienen ningún agente especializado, al quedar esta misión en manos de las policías autonómicas. La plantilla de la Policía Nacional destinada a la lucha contra el maltrato a las mujeres ha sufrido numerosas variaciones en los últimos años. En 2012, registró el mayor número de efectivos, con 1.556 agentes, para a partir de entonces sufrió un descenso continuado que hizo que en seis años después registrara su mínimo histórico, con 1.248 policías en las UFAM.
Para Justicia Policial (Jupol), el sindicato mayoritario entre los agentes, la plantilla de estas unidades se ha quedado “corta” dado el número de mujeres a proteger. “Por ejemplo, en algunos lugares hay ocho agentes para proteger a un centenar de mujeres”, destaca un representante de este sindicato. Jupol también critica que el sistema informático en el que se introducen los datos de violencia de género absorba buena parte del trabajo de estos agentes y asegura que realizar “investigaciones en profundidad” de los casos que les llegan o entrevistarse con las víctimas en persona es muy difícil por falta de personal. Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), las críticas son similares: “Las plantillas de las UFAM están desfasadas, y con las cifras actuales es inasumible atender las necesidades de protección de todas las víctimas”. Un portavoz de este sindicato insiste en la necesidad de reforzar “la formación de los agentes”.
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