Valencia enseña a sus escolares a comer sano

El abuso de fritos, bebidas gaseosas y productos ultraprocesados influyen de forma negativa en los hábitos alimenticios de los más pequeños. De hecho, un 30% de la población infantil valenciana sufre sobrepeso y los últimos datos evidencian que la tendencia es al alza. “Es responsabilidad de las administraciones públicas fomentar una buena cultura de alimentación y el primer paso son los niños y las niñas", ha explicado el alcalde de Valencia, Joan Ribó, durante el lanzamiento de la campaña Escoles que alimenten, una especie de guía elaborada por el Colegio de Nutricionistas que enseña a comer a los menores de forma sana, sostenible y con productos de proximidad, con especial atención a las familias más vulnerables, beneficiarias de las becas de comedor.

Valencia apostó, con la llegada del nuevo Gobierno local en 2015, por convertirse en punto de referencia de la alimentación sostenible y en la actualidad es la sede de un centro mundial creado en colaboración con la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Esta vocación en defensa de hábitos saludables se extiende ahora a los beneficiarios de las becas municipales de comedor en los centros educativos de la capital. La ayuda municipal es de 90 euros mensuales -ampliada a 200 durante el confinamiento para los menores de 0 a 5 años- y beneficia a 1.571 familias.

Los efectos de la pandemia del covid-19 y del estado de alarma han incrementado en muchas de las familias la situación de vulnerabilidad, por lo que además de ampliar la cuantía de la beca, el Ayuntamiento hará llegar a las familias, asociaciones de padres y madres de alumnos y centros escolares un paquete de materiales en el que se ofrecen menús semanales sostenibles y saludables, consejos para realizar la cesta de la compra, recetas de platos (patés vegetales, cremas de verduras, pastel de pescado, carpaccio de calabaza...) e información sobre la carga nutricional de los diferentes alimentos.

“Es posible hacer una cesta de la compra económica, sostenible y nutritiva, además de adaptada a las ayudas municipales en cuanto a los precios, y evitando los productos ultraprocesados, lo que repercutirá positivamente en la salud de todas las personas”, apunta la gerente del Colegio de Nutricionistas, Rocío Planells.

“Así son libres para no comer todos los días pizza y elegir su alimentación”, ha dicho el alcalde. “la obesidad infantil comienza a tener características de pandemia”, ha declarado al tiempo que ha destacado que afecta especialmente a las capas menos favorecidas de la sociedad" y ha considerado que es “obligación del Ayuntamiento trabajar” para hacer frente a este problema y “fomentar una cultura de alimentación sana”.