Los venezolanos comienzan a relajar la cuarentena y a pagar por la gasolina
Sectores del comercio abrirán desde el lunes por cinco días y permanecerán cerrados los 10 siguientes. El combustible tendrá un precio subsidiado y otro de mercado
Nicolás Maduro anunció la noche del sábado que el lunes comienza la desescalada en Venezuela después de casi tres meses de cuarentena en un momento en que los casos de coronavirus van en aumento. También se inciará la distribución de los 1,5 millones de barriles de combustible comprados a Irán. La novedad es que el chavismo decidió imponer nuevos precios, uno subsidiado de 5.000 bolívares el litro (o 0,02 dólares) y otro a lo que el mandatario llama un precio internacional de 0,50 dólares el litro. El complejo esquema fue anunciado repentinamente y aún quedan muchas dudas por despejar. Pero ambas medidas parecen complicar aún más la grave crisis que atraviesa Venezuela y ya han empezado a recibir críticas de economistas y epidemiólogos.
Después de dos meses de una grave escasez, en la que los venezolanos se vieron obligados a pasar horas e incluso días en fila para llenar sus tanques, el aumento oficial de la gasolina será igual un golpe fuerte para sus bolsillos, tras el enorme empobrecimiento que han provocado dos años y medio en hiperinflación y seis de contracción económica.
De pagar prácticamente nada, los venezolanos comenzarán a pagar un dólar por un depósito de 40 litros como el de un vehículo utilitario, que hace que todavía siga siendo la más barata del mundo, pero que equivale a un cuarto del salario mínimo de cuatro dólares mensuales. La gasolina subsidiada estará limitada a 120 litros mensuales para los coches y 60 litros mensuales para las motocicletas. A partir de ese tope, el que tenga suficientes ingresos podrá pagar por más combustible, pero ese mismo tanque de 40 litros costará entonces 20 dólares. El transporte público y de carga, tanto en diesel como gasolina, no pagarán el combustible por tres meses mientras se llega a un acuerdo de precio con el sector.
A un día de implementar el plan, Maduro no ha explicado cómo se regulará ese consumo, pero dijo que se retomará el plan que anunció en 2018 de pagar la gasolina a través del carnet de la patria, un mecanismo de control político que el Gobierno usa para entregar bonificaciones y alimentos y mover votos en elecciones. “Esta es una guerra, mis queridos compatriotas que me escuchan, una guerra brutal. Estados Unidos está persiguiendo a cualquier empresa que traiga una gota de gasolina a Venezuela".
El plan también revierte la política de nacionalización de las estaciones de gasolina y de toda la cadena de comercialización de productos de la petrolera estatal, PDVSA, que inició Hugo Chávez en 2008. Unas 200 de las 1.500 gasolineras que se reactivarán este lunes han sido entregadas, sin ningún proceso de licitación, a empresarios privados, a los que se otorgó licencia para importar combustible. En ellas se venderá lo que Maduro llamó “producto premium” a 0,5 dólares por litro y podrá cancelarse en dólares o petros.
El doble precio, como ya se ha visto en más de 15 años de controles, abrirá un nuevo boquete para la corrupción y el contrabando. "Venezuela debe cobrar precios internacionales por la gasolina lo antes posible, para evitar que la gasolina sea robada de Colombia y el Caribe", aseguró Maduro. “Pero eso no debe decretarse ni hacerse al azar. Debe hacerse a través de la planificación y la estrategia".
Maduro señaló que desde finales de febrero se quedaron sin gasolina por la sanción que impuso Washington a la petrolera rusa Rosneft, que los últimos meses estuvo gestionando el crudo venezolano. Dijo que un barco con aditivos para hacer combustible también fue desviado por Estados Unidos. Esto coincidió con la llegada del coronavirus al país. En ese tiempo tocó administrar lo poco que produce PDVSA, que está en sus mínimos de producción, seriamente afectada por años de malos manejos y corrupción.
Normalidad vigilada
El mandatario anunció que el país entrará el lunes en nueva fase de “normalidad relativa vigilada”, en el momento en que los casos de covid-19 registran un aumento sustancial comparado al comportamiento de los primeros dos meses. Solo en mayo se han registrado el 77% del total de casos desde que la epidemia comenzó el pasado 13 de marzo. El sábado, el propio Maduro reportó 89 nuevos contagios, lo que dejó el total en 1.459 casos y 14 decesos. El líder chavista asegura, sin embargo, que “la curva está aplanada”.
El plan de flexibilización se aplicará en nueve sectores económicos: agencias bancarias, consultorios médicos, peluquerías, construcción, ferreterías, talleres mecánicos, servicios de plomería y refrigeración, industrias textil y de calzados e industrias de materia prima y química. Cada uno tendrá franjas horarias específicas. El modelo propuesto lo ha llamado 5+10, porque implica que se trabajará durante cinco días y se volverá a la cuarentena por los 10 siguientes. “Llegamos al día 76, justo cuando teníamos prevista esta flexibilización”, dijo. Los municipios fronterizos con Colombia y Brasil y dos en la ciudad de Maracaibo, que registra un importante brote asociado a un mercado, no podrán relajar el confinamiento. Los mayores de 65 años de edad y personas con enfermedades crónicas tampoco.
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