Italia anuncia 400 millones de euros para ayudar a los ciudadanos sin recursos a hacer la compra

El Gobierno italiano ha aprobado nuevas ayudas para asistir a las personas que se encuentran en dificultades económicas a causa de las restricciones implantadas en todo el país para contener el avance de la pandemia. Entre otros recursos, el Ejecutivo repartirá entre los ayuntamientos 400 millones de euros para ayudar a los ciudadanos sin recursos a comprar alimentos y bienes de primera necesidad, ya desde los primeros días de la próxima semana. Además, como ha explicado el primer ministro, Giuseppe Conte, adelantará 4.300 millones de euros del fondo de solidaridad municipal, un mecanismo del Estado que recoge un porcentaje de los impuestos y los redistribuye entre los ayuntamientos, para ponerlos a disposición de los consistorios para que puedan ofrecer ayudas a sus vecinos. “No vamos a dejar a nadie solo, abandonado, sobre todo en estos momentos en el que toda la sociedad está sufriendo, pero hay gente que sufre más”, ha señalado Conte.

Los fondos se repartirán entre los ayuntamientos de forma proporcional en función de su número de habitantes e índice de pobreza. Los consistorios ofrecerán vales de compra que los beneficiarios podrán utilizar en tiendas de alimentación o para adquirir otros bienes de primera necesidad.

El primer ministro italiano también lanzó un dardo envenenado contra las autoridades europeas que rechazan una solución conjunta de los 27 para socorrer a los países que atraviesen dificultades presupuestarias por la pandemia. “Lucharé hasta que tenga una respuesta europea fuerte, vigorosa y adecuada”, ha asegurado.

Conte ha explicado que el ejecutivo también está haciendo todo lo posible para aligerar la burocracia y que las medidas de ayuda aprobadas la semana pasada para ayudar a quienes han perdido el empleo pueden comenzar a abonarse antes del 15 de abril. “Pido que se comprenda nuestro esfuerzo. La máquina del Estado requiere procedimientos complejos”, ha apuntado el primer ministro.

En algunos lugares del sur de Italia se han registrado revueltas e intentos de saqueos a supermercados por la crisis económica que han provocado las restricciones impuestas para frenar la pandemia. En Palermo, el jueves, un grupo de personas se presentó en la caja de un supermercado de una conocida cadena de alimentación con carros llenos de comida y amenazó con no pagar la compra mientras gritaba: “Basta de quedarse en casa, no tenemos dinero para pagar, debemos comer”. En un vídeo que se ha vuelto viral, un padre, acompañado de su hija, advierte al alcalde de Palermo, Leoluca Orlando: “Si mi hija no tiene un trozo de pan que comer, asaltaremos los supermercados”.

La economía sumergida y el trabajo en negro mantienen a cerca de cuatro millones de personas en Italia, según el Instituto Nacional de Estadística, y la mayoría se concentra en la zona meridional del país. Quienes han perdido el trabajo por la emergencia de coronavirus y no tenían un contrato regular, no podrán acceder a las ayudas del Gobierno.

Orlando no ha ocultado su preocupación por el hecho de que la mafia pueda azuzar a la población y dirigir una revuelta social y ha pedido al Gobierno central un subsidio de supervivencia para atajar la situación. “Es evidente que hay un alto riesgo de que en el sur se desate una emergencia de este tipo”, ha señalado el ministerio de Interior a La Repubblica.

Este sábado, Italia superó los 10.000 muertos por coronavirus. Desde que se originó el brote, el país ha registrado 10.023 decesos de pacientes que se habían contagiado, de los cuales 889 han fallecido en las últimas 24 horas. “Seguramente si no se hubieran tomado medidas drásticas de contención, tendríamos ahora unas cifras mucho más altas y las instalaciones sanitarias, que ya están en condiciones críticas, estarían en un estado dramático. Habría sido una situación insostenible”, ha explicado el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.

A pesar del trágico balance de víctimas, Protección Civil ha explicado que el número de nuevos contagios continúa bajando. Actualmente hay 70.065 casos positivos, entre pacientes ingresados en planta, en la UCI o en aislamiento domiciliario controlado por médicos, 3.651 más que ayer. Las autoridades cuentan estos casos como nuevos contagios porque la prioridad para Italia es medir la presión a la que está sometida el sistema sanitario. En total, en todo el país se han registrado 92.472 casos, que incluyen los decesos y los pacientes curados y son 5.974 más que el día anterior. En conjunto, 12.384 personas han superado la enfermedad.

Las medidas de aislamiento actuales están en vigor en Italia en teoría hasta el 3 de abril, aunque la semana pasada Conte ya anunció que será necesario prolongarlas, aunque sin especificar ninguna fecha. Este sábado, la ministra de Interior, Luciana Lamorgese, señaló en una entrevista con Sky Tg24 que aún es pronto para aligerar las restricciones. “Si contemplamos los datos de ayer creo que la fecha del 3 de abril está demasiado cerca como para decir que abrirá todo de nuevo”, dijo.

A partir de ahora, quien entre en Italia procedente del extranjero deberá guardar una cuarentena de 14 días y estará obligado a indicar antes de viajar el lugar en el que pasará el periodo de aislamiento y un contacto telefónico. Las compañías aéreas o navales deberán recoger estos datos de los pasajeros y tendrán también que tomarles la temperatura. El ministerio de Transportes italiano ha ordenado que se impida embarcar a quien tenga fiebre superior a 37,5 grados.

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