Los ingresos en los hoteles-hospital de Madrid durarán un mínimo de 14 días
Los pacientes que garanticen que cumplirán el aislamiento en sus hogares podrán salir antes
La duración de los ingresos en la docena de hoteles habilitados como hospitales en la Comunidad de Madrid será de “al menos 14 días”, según recoge el protocolo de derivación de pacientes con Covid-19 a hoteles medicalizados al que ha tenido acceso EL PAÍS. Pasado este tiempo, el paciente será sometido a una primera prueba con muestras de secreciones de la parte superior de la garganta, el denominado “exudado nasofaríngeo”. Si da negativo, el análisis se repetirá a las 24 horas, tras lo que si se repite el resultado “podrá abandonar el centro”. En caso contrario, deberá seguir ingresado hasta que dé negativo en dos pruebas sucesivas.
Fuentes sanitarias de la Comunidad de Madrid explican que el plazo de dos semanas es el “establecido para que el enfermo acabe de recibir las atenciones que necesita y no suponga un riesgo de contagio para terceras personas”. “Mantener a todos los infectados bajo un estricto régimen de aislamiento, pero hacerlo de forma que ayude a no colapsar los hospitales, será clave para frenar la epidemia”, añaden estas fuentes.
Los ingresos en estos equipamientos, sin embargo, podrán ser más cortos si el enfermo está en disposición de “garantizar un aislamiento en su domicilio particular”. Si es así, los pacientes “podrán abandonar el centro antes”.
Los hoteles medicalizados están pensados como una vía para descargar a los grandes hospitales de la Comunidad de Madrid de aquellos pacientes con buen pronóstico, pero que aún requieren cierto grado de supervisión médica. La Comunidad de Madrid ha anunciado este martes tres nuevos dispositivos de este tipo, que se suman a los nueve que ya están en marcha o en preparación. Se trata del hotel NH de Parla, el Barceló Occidental de Aranjuez y el Hotel City House Florida, junto a Príncipe Pío, en la capital.
El protocolo recuerda que este tipo de equipamientos “no están diseñados para la actividad sanitaria y, por lo tanto, se deben limitar para realizar cuidados básicos y de seguimiento”. “Deben ser pacientes no dependientes, con movilidad adecuada y sin deterioro cognitivo” que estén “clínicamente estables y no precisen oxigenoterapia ni otros cuidados intermedios”, describe el protocolo. Tampoco “deben presentar patologías que puedan descompensar la evolución de la enfermedad”, sigue el documento.
Además de estos criterios clínicos, el protocolo tiene en cuenta otros socioeconómicos o personales que pueden hacer recomendable el ingreso. Un caso son las “personas que viven solas, sin red de apoyo o red de apoyo frágil” o aquellas que estén “en situación sin hogar”. Otro, quienes estén "en tránsito, como turistas y migrantes no asentados”, vivan en pisos compartidos o “con un paciente inmunodeprimido”.
El protocolo define tres perfiles de enfermo susceptible de ser ingresado en estos dispositivos. El primero son los “pacientes cuya evolución favorable permite el alta” pero que por las razones ya mencionadas “no pueden cumplir las medidas de aislamiento establecidas en su domicilio”. El segundo es el de personas hospitalizadas con una evolución favorable pero que aún “requieren de un periodo de observación” por profesionales sanitarios, la llamada “pre-alta”. El último grupo es el formado por personas procedentes de la red de centros de atención primaria que “a pesar de presentar un cuadro clínico leve, no pueden, por diferentes motivos, cumplir las medidas de aislamiento establecidas en su domicilio”.
Durante su ingreso, los pacientes recibirán una valoración médica diaria, una supervisión de enfermería que asegure el cumplimiento de los tratamientos y, en aquellos casos que lo precisen, también intervendrán los equipos de servicios sociales.
Los enfermos estarán obligados a “cumplir las normas establecidas para la estancia del centro: no abandonar la habitación, dejar la puerta de la habitación cerrada, pero sin poner cerrojo para que pueda ser abierta por el personal sanitario, y cumplir las normas higiénicas que se le indiquen”. La comunicación con el personal sanitario se hará preferentemente “a través del teléfono de la habitación”.
La Comunidad de Madrid ha habilitado hasta el momento 11 hoteles medicalizados y su organización “se ha vinculado a los hospitales de referencia y a los centros de salud del área sanitaria”, explican fuentes sanitarias, “de manera que cada hospital pueda aliviar la presión asistencial que sufre apoyándose en estos equipamientos”.
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