Así son los tres tipos de test para detectar el coronavirus
Además de la PCR, el más lento pero el más fiable, los hospitales españoles contarán ahora con pruebas de antígeno que dan resultado en 15 minutos
Los nuevos test rápidos comprados por el Gobierno están llegando estos días a las comunidades. Los sanitarios cuentan con tres tipos de pruebas para detectar el coronavirus. Las pruebas de detección que han venido utilizando hasta ahora los laboratorios de microbiología de los hospitales españoles se basan en una técnica molecular llamada PCR (reacción en cadena de la polimerasa, en sus siglas en inglés). Es una técnica compleja y laboriosa, que requiere equipamiento específico (unas máquinas llamadas termocicladores en tiempo real donde se producen las reacciones) y tiempo hasta obtener el resultado. Sin embargo, varias compañías han desarrollado kits semiautomatizados de PCR que simplifican el proceso después de que los científicos chinos publicaran a mediados de enero el código genético del nuevo virus.
La PCR hace copias del material genético y detecta las secuencias que caracterizan a un virus, las amplifica y las hace visibles. Permite detectar presencia del virus en la muestra leyendo su ARN. La muestra se toma del exudado nasofaríngeo (se introduce una especie de bastoncillo, preferentemente en la nariz, donde hay más carga viral o en su defecto en la orofaringe). Cuando la muestra llega al laboratorio, se inactiva el virus (proceso que supone entre 10 y 15 minutos), se extrae el material genético (mínimo otros 20-30 minutos) y se procesa en la máquina, durante unas dos horas. En total el proceso supone un mínimo de cuatro horas hasta obtener el resultado.
Esto con los kits actuales, que fabrican también empresas españolas como Certest, que produce 40.000 determinaciones al día en un pueblo cerca de Zaragoza. En breve, señala Rafael Cantón, expresidente de la Sociedad Española de Microbiología Clínica, empezarán a comercializarse kits de PCR mucho más rápidos, que dan resultados en 45 minutos. La Agencia del Medicamento estadounidense (FDA, en sus siglas en inglés) autorizó por vía de urgencia el de la compañía Cepheid el sábado. “Es similar a lo que hacemos con la gripe o la tuberculosis y funcionan muy bien”, asegura Cantón. “La muestra se introduce en unos casetes y los resultados son muy robustos en cuanto a sensibilidad, especificidad”.
Test serológicos o de anticuerpos
Otro tipo de test de coronavirus son los serológicos, a partir de una muestra de sangre. Estos detectan la presencia de anticuerpos (proteínas producidas por el sistema inmunológico para atacar a los virus y a las bacterias) generados por el organismo del paciente ante la infección por SARS-CoV-2. El test puede hacerse a partir de una sola gota de sangre, no necesita equipamiento y funciona como una tira reactiva que muestra el resultado entre 10 y 15 minutos. Estas pruebas detectan dos anticuerpos (IgM, el primero que genera el cuerpo para combatir una infección, y también IgG, el más abundante y mas tardío).
Esta prueba tiene la ventaja de su facilidad, pero la desventaja de que no muestra claramente si en ese momento una persona tiene la infección, como sí hace la PCR. Estos test son muy útiles para hacer estudios epidemiológicos que permitan saber qué porcentaje de la población ha estado expuesta al virus y poder predecir así cómo va a evolucionar la pandemia o establecer estrategias ante oleadas futuras y de vacunación.
Test de antígenos
Finalmente está la prueba elegida por el Gobierno para tratar de paliar la ceguera diagnóstica que supone el bajo número de tests realizados hasta ahora. Estos nuevos tests, comprados en China y Corea del Sur, detectan antígenos (unas proteínas presentes en la superficie del virus) en muestras tomadas de la zona nasofaríngea (bastoncillo por la nariz; también se puede recoger del esputo en un recipiente). Para Cantón, en ausencia de las pruebas rápidas de PCR, ahora mismo es la mejor solución para testar a muchas personas rápidamente, pero no se fabrican por el momento en España y hay que importarlas. Bioeasy, uno de los proveedores del Gobierno, no respondió el domingo a las preguntas que le hizo este diario por correo electrónico.
Estos test son los 640.000 tests que el Gobierno español ha comprado y está repartiendo entre todas las comunidades. No necesitan maquinaria como las PCR ni tampoco personal especializado. El presidente, Pedro Sánchez, anunció esta semana que hay seis millones más encargados. Son “algo más caros que los serológicos pero dan mayor juego en el diagnóstico”, señala el microbiólogo, porque se pueden hacer en los primeros días de la infección. Los serológicos no funcionan a pleno rendimiento hasta el séptimo u octavo día porque no hay respuesta inmunológica elevada antes y pueden dar falsos negativos, añade. El test funciona de forma similar a los de embarazo: la muestra se diluye y se deposita en un cartucho con una tira reactiva que marca con líneas si es positivo, negativo o inválido.
Como señala Cantón, es ideal como técnica de cribado: “Si sale positivo el paciente ya se clasifica como tal. En los casos dudosos o negativos a lo mejor hay que recurrir a la técnica PCR. Lo ideal es que sean las menos posibles. Nos quitaríamos así todos los positivos y nos ahorraríamos un proceso mucho más laborioso”, explica a EL PAÍS.
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