Las argentinas presionan con protestas en las calles por la legalización del aborto
Decenas de miles se manifiestan frente al Congreso por una ley de plazos y contra la violencia de género
Decenas de miles de mujeres se movilizaron este lunes frente al Congreso de Buenos Aires en apoyo de una ley de aborto legal y contra la violencia de género. La manifestación, que por momentos soportó una fuerte lluvia, coincidió con una huelga nacional de mujeres y siguió al Día Internacional de la Mujer. El lema que unificó la protesta de este año fue “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”, en sintonía con las discusiones políticas que vive Argentina alrededor de las negociaciones oficiales con el FMI y los acreedores externos.
“Más femicidios que días” se leía en los cuerpos pintados de algunas manifestantes, una referencia a los 70 casos de mujeres asesinadas por hombres desde el inicio del año. “Nos dijeron que no salgamos a la calle solas, así que vinimos todas juntas”, se leía en una pancarta cargada de ironía. En una pared cercaba al Congreso, fotos y objetos personales como zapatos y camisas recordaban a algunas de las víctimas de femicidios.
En el país del Ni Una Menos, el movimiento contra la violencia de género nacido en 2015 que terminó por expandirse a otros países de la región, las agresiones contra las mujeres no ha dado tregua este año. El último caso se registró el domingo, mientras en el mundo se registraban marchas multitudinarias contra la violencia de género. Ese día, apareció el cuerpo de una mujer de 25 años que había sido arrojada dentro de un pozo en la ciudad de Paraná, en la provincia de Entre Ríos (al noreste de Buenos Aires). La víctima había denunciado a su expareja por violencia doméstica y se encontraba refugiada en un albergue junto a su hijo.
Los tiempos de la política interna aceleraron además el reclamo por una ley de legalización del aborto, representado en la marcha con pañuelos de color verde, y la separación de la Iglesia y el Estado, cuya bandera es de color naranja. El Gobierno del peronista Alberto Fernández ha prometido que esta misma semana ingresará para su tratamiento en el Congreso un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo que llevará la firma del Ejecutivo. De convertirse en ley, Argentina será el primer gran país de América Latina en legalizar el aborto, como ya hicieron Uruguay, Cuba, Guyana y la capital mexicana.
El de 2020 será el noveno intento de cambiar el Código Penal vigente, que desde 1921 contempla penas de hasta cuatro años para la mujer que aborta excepto en caso de violación o de riesgo para la salud. Pero será también la primera vez que tendrá el apoyo explícito de la Casa Rosada. El expresidente Mauricio Macri habilitó el debate parlamentario en 2018, pero sin manifestar públicamente su postura. La ley logró los votos necesarios en la cámara de Diputados, pero no pasó el filtro del Senado, sobre todo por la negativa de los representantes de las provincias del norte, donde la Iglesia Católica tiene aún una influencia enorme. Durante la campaña electoral del año pasado, Macri dijo finalmente que era contrario a la norma y se alineó con los grupos más conservadores, encolumnados tras el lema “defendamos las dos vidas”. Fernández, en cambio, se ha manifestado a favor.
No está claro, sin embargo, si la presión de la Casa Rosada será esta vez suficiente para vencer la reticencia de los legisladores oficialistas que están en contra (se dará al voto libertad de conciencia) y las barreras que la ley enfrenta en la Iglesia Católica y los grupos evangélicos, ya en campaña para impedir la sanción legislativa. Frente a la basílica de Luján, la más importante del país, al sur de Buenos Aires, la Iglesia católica argentina celebró el domingo una misa en defensa del niño por nacer.
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