El defensor del Pueblo catalán achaca el déficit sanitario a los pacientes de otras comunidades
El Ministerio de Sanidad rechaza vincular las derivaciones de pacientes con las listas de espera
El Síndic de Greuges de Cataluña, Rafael Ribó, ha achacado el déficit de la sanidad catalana al "sobrecoste" de atender pacientes de otras comunidades autónomas. En una entrevista en Aquí, amb Josep Cuní en la cadena SER, el defensor del Pueblo catalán ha puntualizado este lunes que, si bien desconoce si las listas de espera catalanas son las más largas de España, "uno de los déficits que tiene la sanidad pública en Cataluña es que tiene un sobrecoste por la gente que viene a intervenirse a Cataluña". Según los cálculos del Departamento de Salud de la Generalitat, el impago por atender pacientes de otras comunidades asciende a unos 170 millones de euros.
El sistema sanitario catalán, aún asfixiado por una racha de recortes que alcanzó en 2014 los 1.600 millones de euros, arrastra unas listas de espera en alza —183.802 personas esperan una operación, un 11,5% más que en 2016—, problemas para retomar las inversiones en equipamientos y una fuerte presión asistencial entre los profesionales sanitarios.
Ante una pregunta sobre las listas de espera —según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Cataluña es la comunidad con más pacientes aguardando una intervención—, el defensor del Pueblo catalán ha defendido la excelencia de la sanidad catalana. "La prueba es que vienen de otras comunidades autónomas a intervenirse a Cataluña. Yo no sé si es la lista de espera más larga, depende de cómo lo enfoquemos, lo que le puedo garantizar es que uno de los déficits que tiene la sanidad pública en Cataluña es que tiene un sobrecoste por la gente que viene a Cataluña a intervenirse. ¿Por qué? Porque ha habido un modelo excelente que, si no lo mimamos, se nos puede ir al garete", ha apuntado. El Síndic no ha respondido a este diario sobre qué datos sustentan su afirmación y ha remitido a una aclaración en Twitter en la que sostiene que en la institución trabajan para "acortar" las listas de espera y sitúa como "retos muy importantes" otras áreas como "las retribuciones, las inversiones y la jubilación de personal".
El @sindicdegreuges, Rafael Ribó, assegura que el mal funcionament de la #SanitatPública catalana és a causa dels pacients de la resta de l'Estat que són operats aquí:
— Aquí, amb Josep Cuní (@AquiCuni) December 9, 2019
🗣️"Un dels dèficits que té la sanitat a Catalunya és que té un sobrecost amb la gent que ve a intervenir-se" pic.twitter.com/GuG1xVVIMS
El Ministerio de Sanidad, no obstante, rechaza vincular las derivaciones de pacientes entre comunidades con las listas de espera. "Hablar de listas de espera y asociarlo a pacientes derivados de otras comunidades autónomas no es real. El Sistema Nacional de Salud es nacional y la asistencia es un derecho de la ciudadanía", apunta una portavoz.
El Fondo de Cohesión Sanitaria es, desde 2001, el mecanismo para compensar a las comunidades que daban asistencia sanitaria a personas que no residían en ellas. Hasta 2016, este fondo disponía de una partida presupuestaria —llegaron a ser 150 millones de euros, aunque en los últimos años se rebajó hasta los 2,6 millones en 2015— para compensar estos desajustes. Desde entonces, no obstante, este mecanismo desapareció de los Presupuestos y se dejó en manos de las comunidades la gestión de estas derivaciones. El pasado marzo, el Ministerio de Sanidad sacó a consulta pública un proyecto de orden ministerial para relanzar este fondo.
Según el Ministerio de Sanidad, la mayor parte de las derivaciones responden a procedimientos que una comunidad autónoma, por sus propios medios, no puede realizar. "Suele tratarse de procedimientos puntuales y muy complejos", explica una portavoz. Estos pacientes son derivados a centros de referencia o a servicios punteros donde las comunidades tienen alianzas. Todas estas derivaciones, señalan desde el ministerio, se compensan. "El procedimiento de compensación se realiza por saldos positivos y negativos entre comunidades autónomas: una comunidad recibe pacientes y sus ciudadanos salen a otras comunidades autónomas. El total es el saldo que se compensa", explican.
Según el Departamento de Salud, entre 2013 y 2018, Cataluña tiene una deuda reconocida del Fondo de Cohesión Sanitaria de 33,6 millones de euros netos. Es decir, después de restar lo que debe a otras comunidades por pacientes suyos atendidos en otras zonas de España. Además, Salud reconoce que hay un vacío de especialidades, como las urgencias o los medicamentos de dispensación hospitalaria, que no se cubren con el Fondo de Cohesión Sanitaria ni con el Fondo de Garantía Asistencia —el FOGA, creado en 2012 para compensar a las comunidades por los pacientes de otras regiones que usan la sanidad cuando están desplazados de forma temporal o por vacaciones—. Estos servicios suponen, según la Generalitat, 18,5 millones de euros anuales que no se han compensado a Cataluña. En total, todas las partidas ascienden a 170 millones. El ministerio no ha facilitado ninguna cifra sobre el montante que adeuda cada comunidad.
"Nada. Eso es una tormenta en un vaso de agua. No tienen significación financiera para justificar los déficits sanitarios", valora Guillem López-Casasnovas, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, sobre las declaraciones de Ribó. El experto estima que la compensación a Cataluña por los pacientes que atiende de otras comunidades asciende a unos cinco millones de euros. "Eso es el chocolate del loro sobre los más de 8.000 millones de presupuesto de la sanidad catalana. Pero esto añade ruido al debate sobre la financiación autonómica".
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