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El fracaso del plan andaluz contra el fracaso escolar

La consejería de Educación solo logra el 2% de alumnos previstos para su plan estrella veraniego contra el abandono temprano

Javier Martín-Arroyo
Varios niños, en el plan de refuerzo del colegio Silos de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Varios niños, en el plan de refuerzo del colegio Silos de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).P. PUENTES

El programa estrella de la Consejería de Educación de Andalucía para combatir el fracaso y el abandono escolar temprano se ha topado con un serio revés: solo 1.940 alumnos de primaria de los 100.000 estudiantes previstos se han apuntado al plan de refuerzo educativo para julio y que este martes comenzó su segundo ciclo. El plan para alumnos de 6 a 12 años que avanzan con dificultad y que el consejero Javier Imbroda difundió en febrero solo ha conseguido matricular a un 2% del alumnado. 548.526 alumnos cursan primaria en toda la comunidad. Sindicatos y padres atribuyen este pinchazo a  que se ha dejado a la voluntad de las familias, que no siempre están implicadas en los estudios, y a la distribución de los centros elegidos, alejados de las zonas con más fracaso escolar. 

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Andalucía encabeza con un 22% la tasa de abandono educativo temprano solo por detrás de Baleares y Murcia (24%), según los últimos datos del Ministerio de Educación de 2018, basados en la Encuesta de Población Activa. La comunidad está cuatro puntos por encima de la media nacional y el fracaso escolar es una obsesión de Imbroda, que lo equipara a la tasa de paro (21,1%) como causa-efecto, según repite a su equipo. Sin embargo, las familias andaluzas y la comunidad educativa han tildado de “parche, improvisación y fracaso” el primer plan del consejero.

Educación difundió el pasado mayo que se habían apuntado 3.657 alumnos para recibir cinco horas diarias de lengua, matemáticas, inglés y actividades deportivas en julio. Ahora, en el ecuador del programa, la cifra de niños ha caído a 1.940 y 509 maestros en 160 colegios e institutos, según las cifras provisionales de la Junta.

La Unión Europea iba a aportar 10 millones del total de 12 millones previsto para el plan y los padres pagan 15 euros por cada alumno. Tras haberse desinflado, el presupuesto es una incógnita que la Junta desconoce de momento. Los 509 profesores cobran 30 euros por cada una de las dos horas y media al día que imparten durante una quincena o todo el mes de julio, lo que arroja un coste laboral estimado de entre 500.000 y 900.000 euros.

“Es demasiada inversión para muy poco rendimiento. Se podrían haber reforzado los estudios durante el curso, pero atacamos en verano y 15 días [ampliable al mes de julio completo], que en realidad son 10 días laborables, no es nada para niños con problemas endémicos. Las familias de los alumnos que dejan el sistema educativo no se preocupan de llevarles a una escuela de verano”, censura bajo anonimato un director de un colegio de Jaén. En esta provincia hay solo 70 alumnos en cinco centros, la mitad de los 10 previstos.

La asociación andaluza de directores de centros, Asadipre, censuró la falta de criterios científicos del plan y que fuera aplicado en primaria, cuando la tasa de abandono escolar es superior en secundaria. De 300 directores consultados por la asociación, el 91% no veía “adecuado” el programa para combatir la tasa de abandono escolar temprano. “Una de las causas más comunes y contrastada en todos los estudios sobre zonas desfavorecidas, es la poca implicación de las familias… ¿Y se deja a la voluntad de la familia solicitar o no el programa para sus hijos?”, se preguntaba Asadipre en una carta abierta a Imbroda.

Entre los criterios para seleccionar los centros han primado las instalaciones deportivas para poder hacer ejercicio en verano y su situación geográfica para abarcar todo el territorio, según fuentes de la Junta. Sin embargo, los colegios e institutos escogidos en las ocho capitales andaluzas están alejados de los barrios más humildes y con tasas más altas de fracaso escolar. Y los 160 centros seleccionados en Andalucía [87.268 kilómetros cuadrados] "han obligado a 1.717 familias a desistir del plan debido a las distancias", lo que lo hace “discriminatorio”, critican los sindicatos.

“Un proyecto sin consenso sindical y desconocimiento de los equipos directivos de los colegios y las familias no parece la mejor manera de atacar el fracaso escolar. Educación no asume los datos objetivos de que lo han hecho mal”, censura Francisco Hidalgo, del sindicato mayoritario CSIF. José Ábalos, de la central sindical Ustea, añade: “Para combatir el fracaso hay que desdoblar los grupos escolares, bajar el número de alumnos por clase y organizar grupos flexibles”.

Desde la Consejería, un portavoz defiende la buena marcha del plan a pesar de su limitado alcance, del 2% del alumnado previsto. “La gente está súper contenta y las familias están intentando apuntar a niños nuevos. El grado de satisfacción es alto, tanto por parte de las familias como de los profesores. Los plazos han sido los que han sido. El año que viene llegarán antes los listados a los colegios”, avanza un portavoz. La Junta estima que casi 250.000 alumnos andaluces necesitan refuerzo en materias troncales y defiende el plan como “una primera medida de un plan integral para luchar contra el abandono escolar”.

Esperanza García, maestra de educación especial y coordinadora del programa en el colegio Silos de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), destaca que están "contentos" con la evolución de las clases y los niños están "motivados", a pesar de que ve lagunas en el programa. "Se notan las ganas de los profesores y tenemos cosas novedosas como los contenidos del viaje de Magallanes y actividades en grupo. Eso sí, no tenemos un manual guía, el proyecto no está muy adaptado al primer ciclo (1º y 2º de primaria) y el material para empezar nos llegó ayer mismo. El año que viene estará mejor difundido", confía.

María Márquez, portavoz de Educación del PSOE, critica: “De plan estrella a plan estrellado, absolutamente. Es el primer consejero que ha logrado ponerse en contra a toda la comunidad educativa, incluso la concertada y la privada, por actuar sin consenso. Es una verdadera chapuza y una imagen lamentable de caos”. Mientras, Codapa, la confederación que reúne a 2.700 asociaciones de padres y madres, censuró su improvisación, falta de consenso y una “gran falta de información” que impidió su difusión entre los padres, que se enteraron de la oferta por la prensa.

Un plan contra el fracaso que prioriza a los mejores alumnos

A pesar de combatir el fracaso escolar, el Programa de Refuerzo Educativo y Deportivo recoge en sus instrucciones un procedimiento de selección de alumnado contrario a su objetivo principal: los estudiantes con más asignaturas suspendidas quedaban relegados frente a los que solo hayan suspendido una o dos, según el baremo oficial. Esta paradoja priorizaba a los mejores alumnos pese a que el plan está enfocado a paliar el fracaso escolar.

“No ha hecho falta, se ha admitido a todo el mundo con asignaturas suspensas”, matizan fuentes de la Consejería de Educación. El diputado de Podemos José Ignacio García, censura: “Es el mundo al revés, pero en realidad es su concepción del éxito educativo, ellos priorizan y dicen ‘nos quedamos con los mejorcitos con alguna dificultad y olvidamos a los desastres”.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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