Muere otro bebé prematuro en Girona por una bacteria hospitalaria
Se trata de la 'Klebsiella pnemoniae', que causó el fallecimiento de otros dos neonatos en el Vall d’Hebron
Un bebé prematuro extremo nacido a las 24 semanas de gestación con 600 gramos murió el domingo por la noche en Girona a causa de una infección causada por la bacteria Klebsiella pneumoniae, la misma bacteria pero “diferente cepa” de la que causó el fallecimiento de dos bebés en el Vall d’Hebron de Barcelona hace una semana. El bebé estaba ingresado en la Unidad de Neonatología del Hospital Josep Trueta de Girona con una situación clínica muy complicada. A pesar de haber hecho 140 cultivos se desconoce cuál es el foco y creen “difícil que se pueda acabar determinando”. El brote está controlado, según el centro, porque en varias semanas no ha aparecido ningún caso, aunque los responsables sanitarios admiten que aún no se puede decir que esté cerrado porque no ha pasado tiempo suficiente.
El centro asegura también que se ha detectado la presencia de la bacteria en tres bebés más que permanecen ingresados, aunque no han desarrollado una enfermedad asociada a la bacteria. El personal médico espera que puedan ser dados de alta en las próximas semanas, cuando ganen más peso. El jefe de servicio de Pediatría del Trueta, Lluís Mayol, ha explicado que desde el 4 de abril "solo se ha registrado un caso nuevo", que es el bebé que ha muerto. Ha sido el último caso de una serie que empezó en diciembre con infecciones no severas de conjuntivitis. En marzo se dio una acumulación más importante de casos, se percataron que se trataba de un brote, lo comunicaron al Departamento de Salud y se “extremaron las medidas de seguridad”.
Aunque los casos anteriores habían recibido sus medidas de aislamiento y de desinfección de la unidad, según Mayol, en marzo se intensificaron las acciones. A parte de las limpiezas intensivas, los bebés con la infección fueron aislados y fueron atendidos por un personal específico que no entró en contacto con el resto de pacientes. También iniciaron una investigación activa para saber cuántos niños de la unidad eran portadores –no enfermos- de la bacteria, se analizó a las madres y se hicieron más de 140 cultivos ambientales –jabones, incubadoras, grifos, agua-, ya que es una bacteria que se desarrolla en la humedad. No se localizó el foco de origen.
En total, se aisló a 13 portadores de la bacteria. La mayoría ya han sido dados de alta. De estos casos hubo dos infecciones más importantes: uno de 26 semanas con sepsis por esta bacteria, que se ha curado, y el del bebé que falleció el domingo, “no sólo por la bacteria, sino también por muchas otras patologías que sufría por su prematuridad”, sostiene el jefe de Pediatría.
La klebsiella es una bacteria que vive en el tubo digestivo, aunque una de sus principales características es que se encuentra en el aire y también en el intestino de muchos seres vivos. Entre los factores de riesgo de contraer la enfermedad está la prematuridad, por lo que las unidades de neonatología son espacios donde se pueden detectar brotesa. En este sentido, Mayol ha informado que “existen un grupo de bacterias clásicas que son las típicas de infección al niño prematuro, la klebsiella es una de ellas y aunque es más resistente, no tiene más mortalidad que las otras”. Según él, es el primer caso mortal de esta bacteria del que tienen constancia en el Trueta.
Un bebé que nace con 24 semanas y 600 gramos, según el especialista, “lo tiene casi todo por hacer, le falla el sistema neurológico, el respiratorio, el inmunitario, el circulatorio, el digestivo, la piel, y las bacterias encuentran un campo abonado para proliferar en un individuo que apenas tiene defensas”. No obstante, ha lanzado un claro mensaje de “calma”, ha recordado que en los últimos 15 años se ha pasado de una mortalidad del 100% a un 70-80% de supervivencia. “Este es el avance que se ha producido y tenemos unos problemas que antes no teníamos, pero la mayoría de ellos salen del hospital y son niños normales”, ha sostenido el Jefe de Pediatría.
Por su parte el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Joan Guix, ha detallado que entre 2015 y 2018 en Cataluña hubo ocho brotes provocados por distintas bacterias con 94 afectados y siete muertos. Asimismo, abunda que en el 16% de bebés prematuros con peso inferior a 1.500 gramos se produce algún tipo de infección. La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha manifestado que "estos niños son extremadamente frágiles y las bacterias que en otros no producen enfermedades en ellos pueden ser mortales".
Según el Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (EPINE) de 2017, elaborado por la Sociedad Española de Medicina Preventiva y auténtica biblia de las infecciones hospitalarias, este tipo de Klebsiella es la cuarta bacteria más común en las infecciones ocurridas en los centros sanitarios españoles. Ese año, causó el 7,96% de los contagios identificados en los 313 hospitales participantes y más de 60.000 pacientes estudiados.
Los patógenos más comunes
Escherichia coli. Con un 15,8% de las infecciones hospitalarias, es la bacteria más común en las infecciones nosocomiales ocurridas en España, según el informe EPINE 2017.
Pseudomona aeruginosa causó el 9,6% de los contagios en los centros sanitarios españoles.
Staphylococcus aureus causó el mismo porcentaje de infecciones hospitalarias, según el informe de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, en el que participaron 313 hospitales y más de 60.000 pacientes.
Klebsiella pneumoniae. El causante del brote en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, con dos fallecidos y otros ocho bebés prematuros infectados, fue en 2017 el responsable del 7,96% de las infecciones hospitalarias registradas.
Enterococcus faecalis. Esta bacteria, presente en las heces, fue la quinta más habitual en los contagios hospitalarios registrados en 2017, con el 6,9% del total.
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