El Gobierno recuerda que la Iglesia debe denunciar los abusos
En una respuesta parlamentaria a Unidos Podemos, el Ejecutivo rechaza pedir a los obispos datos sobre los casos silenciados
La Iglesia española estaba obligada por ley a comunicar a la justicia ordinaria los casos de abusos sexuales a menores que conoció y silenció en las últimas décadas, según afirmó el Gobierno en una respuesta parlamentaria al grupo de Unidos Podemos a finales de noviembre. El Ejecutivo contesta así a una pregunta sobre si considera que los acuerdos con el Vaticano son un obstáculo legal para que la Iglesia española colabore con los tribunales en los casos de pederastia. En su respuesta, a la que tuvo acceso ayer EL PAÍS, el Gobierno alega que la única posibilidad en la que los clérigos pueden acogerse a los Acuerdos de 1976 para no denunciar los casos que conozcan es si esos delitos se les han revelado “en el ejercicio de su ministerio [por el secreto de confesión]” y no al conocimiento que puedan tener “por otros medios”, en cuyo caso sí estarían obligados a denunciar.
Esto significa que las diócesis que han conocido o instruido casos de abusos y no lo han comunicado a la fiscalía han infringido la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882. El Gobierno recuerda que el artículo 259 de esa norma señala que aquella persona que tuviese constancia de un delito debía comunicarlo a las autoridades competentes. Y señala una única excepción: “[La obligatoriedad] no comprende a los abogados o procuradores respecto a las instrucciones o explicaciones que recibieren de sus clientes. Tampoco a los eclesiásticos y ministros de cultos disidentes respecto a las noticias que se les hubieren revelado en el ejercicio de las funciones de su ministerio”. Tras admitir esta salvedad, el Ejecutivo concluye: “[La excepción no se refiere] al conocimiento que puedan tener por otros medios de hechos presuntamente delictivos que estarán obligados a denunciar”.
La respuesta subraya que los acuerdos bilaterales con el Vaticano tienen el carácter de convenios internacionales, lo que significa que “su modificación deberá ajustarse a lo dispuesto en el derecho internacional” y que “los poderes públicos están obligados a cumplirlos e interpretarlos” conforme a la ley constitucional.
Uno de los procesos más mediáticos de pederastia en la Iglesia en la que el obispo no comunicó los hechos a la fiscalía es el caso Romanones. La víctima de los supuestos abusos —el sacerdote acusado fue absuelto— decidió denunciar a la fiscalía tras considerar que el proceso de investigación de la Iglesia no le satisfacía. Durante el juicio, el obispo de Granada negó varias veces al juez información de la investigación eclesiástica que podía ser útil para el proceso.
“El Gobierno socialista tiene el síndrome del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Cuando está en la oposición es muy crítico con la influencia de la Iglesia y la vigencia de los acuerdos y cuando está en el poder no hace nada”, declaró ayer Eva García Sempere, diputada de Izquierda Unida que firmó en octubre la pregunta en nombre de Unidos Podemos en el Congreso. “Son acuerdos firmados en 1976. Se pueden adecuar a los tiempos democráticos actuales. No tiene sentido que unas personas tengan más privilegios ante la ley que otras”, aseveró García Sempere.
Informe sobre el pasado
En su respuesta, el Gobierno se niega a realizar o proponer a la Conferencia Episcopal Española que elabore un informe sobre los casos silenciados durante décadas, a semejanza de lo que se ha hecho en otros países como Irlanda o Australia. “Si existe noticia de la posible comisión de un delito lo oportuno es ponerlo en conocimiento del ministerio fiscal, no un informe”, contesta el Ejecutivo.
García Sempere considera que la excusa del Gobierno no tiene sentido. “Hemos visto cómo, desde el Gobierno, se han realizado otros informes sobre delitos que también son denunciables, como la violencia de género. Con los abusos sexuales a menores sucede lo mismo. Sería correcto para saber lo que pasó”, afirmó la diputada de Izquierda Unida, que insistió en que la respuesta del actual Gobierno “ha preocupado” mucho a los miembros de su grupo, que ven que no se están dando pasos ante este problema.
Unidos Podemos afirma que está esperando escuchar a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la comparecencia en el Congreso que el grupo parlamentario solicitó en octubre para que dé una explicación sobre si el Ejecutivo va a buscar un nuevo marco de relaciones entre el Estado y la Iglesia católica y acabar “con la impunidad de los cargos religiosos en los casos de abusos sexuales a menores”.
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